Las tecnológicas apuestan fuerte a la capacitación

Tras la salida de la crisis, la industria de tecnologí­a comenzó a crecer en nuestro paí­s a un ritmo que duplica el promedio de la economí­a. A la vez, de acuerdo con los datos de la cámara que nuclea a los empresarios del sector, las exportaciones relacionadas con IT crecieron de 300 a 400 millones de de dólares en el último año.

Sin embargo, las empresas se enfrentan con una amenaza fuerte para el desarrollo, que tiene que ver con la falta de personal calificado.

Así­, mientras la industria demanda alrededor de 10 mil empleos al año, el mercado sólo llega a cubrir unas 7 mil posiciones, mientras que los graduados universitarios en carreras afines no llegan a los 3 mil por año.

Ante este escenario, la Fundación Proydesa -una ONG fundada en 1989 por expertos del sector educativo y especialistas en tecnologí­a- se convirtió en un eslabón clave al que acuden empresas y Gobierno para sellar alianzas que se traduzcan en planes concretos de capacitación.

César Barbaglia, director pedagógico de Proydesa, reveló en diálogo con infobaeprofesional.com que "la demanda de trabajo en IT es cien por ciento superior a la de cualquier otro sector".

"Por eso, el nivel de inserción laboral de la gente que capacitamos es altí­simo", remarcó.

Formar para el trabajo
A través de una red de entidades educativas que abarca todo el paí­s, la fundación dicta los cursos oficiales de compañí­as como Cisco, Oracle, y Sun, entre otras.

Asimismo, gracias a un acuerdo con el Ministerio de Trabajo, Proydesa brinda las capacitaciones en IT del plan "Más y mejor trabajo", que en el 2006 contó más de 2000 beneficiarios, y del programa "Empleo joven"del gobierno porteño,

Cada semestre, 5 mil personas se gradúan en los cursos estables que brinda la fundación y a este número se suman las iniciativas puntuales en solidaridad con el sector público que tienen una modalidad de cursada más intensiva.

Patricio Carranza, titular del área de investigación de Proydesa precisó que, "los programas sociales apuntan a personas que en muchos casos están desempleadas desde hace tiempo y aparecen necesidades diferentes a las que puede tener un perfil tradicional".

Para Barbaglia, "se trata de planes más intensivos, porque es gente que no puede esperar dos años para obtener a una certificación".

"Por eso, los alumnos cursan hasta tres veces por semana para poder adquirir competencias en un plazo de entre seis y ocho meses e insertarse rápidamente en el mercado laboral", resumió.

Recursos de calidad
De acuerdo con los datos de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), siete de cada diez empresarios locales proyectan ampliar más del 20 por ciento su actual plantel a lo largo de este año y todas las miradas apuntan al sector público, para generar polí­ticas de largo plazo que garanticen la provisión de mano de obra.

El problema es encontrar recursos sin necesidad de seguir alimentando la rueda que lleva a una compañí­a a quitarle empleados a otra, elevando el promedio salarial y quitando competitividad a la industria.

Desde la fundación apuntan al trabajo conjunto con las universidades para elevar el nivel de los graduados y, al mismo tiempo, aumentar la oferta de personal para la industria.
Al igual que ocurre en otros rubros, la apuesta de Proydesa pasa por certificar las habilidades de los graduados, acreditando el manejo de determinadas herramientas y facilitando el reclutamiento para las empresas.

Según Carranza, "las certificaciones son un broche de calidad que se le da al conocimiento de la persona y que le permite salir al mercado laboral con un factor de diferenciación".

"El objetivo es que una universidad o una institución de nivel superior avale la certificación de los conocimientos técnicos de una persona", detalló.

A la vez, los especialistas aclaran que esta iniciativa es complementaria de los tí­tulos universitarios.

"El paradigma que enfrentaba a la educación formal con el mundo del conocimiento práctico y las certificaciones de competencias debe quedar atrás y ambas partes deben complementarse en lugar de ser antagónicas", sintetizó Barbaglia.

En este sentido, Proydesa trabaja estrechamente ligada a los centros de educación superior: de las 50 academias con las que cuenta la fundación, un 60% funcionan en universidades.

Además, como cierre de los programas de capacitación orientados a la industria, la ONG puso en marcha una bolsa de empleo online sin cargo para candidatos y empresas.

"La idea es funcionar como nexo entre el mundo de la empresa y los recursos humanos con competencias ya adquiridas"

El sitio, que comenzó a funcionar hace cuatro años con poco más de 500 candidatos, egresados de las academias de la red, hoy cuenta con cerca de 20 mil candidatos registrados.