¿Cuándo conviene que un empleado se convierta en socio?
La estrategia de sumar socios es una opción que la mayoría de los profesionales que están al frente de empresas de servicios – como estudios jurídicos o contables y consultoras de todo tipo, por ejemplo- utilizan para expandir la firma y aumentar el volumen del negocio. Sin embargo, es una decisión difícil de tomar ya que, de alguna forma, se está poniendo en riesgo el futuro de la compañía.
"El reclutamiento e ingreso de un junior es muy importante ya que desde ese momento comienzo a mirar qué posibilidades hay de que ese ingresante pueda llegar a ser mi socio dentro de diez años", apuntó Gustavo Schutt socio y gerente general de la región de Crystalis Consulting, consultora que cuenta con tres socios y 180 empleados, entre los que hay contadores, licenciados en Administración e ingenieros.
Todos los profesionales consultados por infobaeprofesional.com sobre cuál es el requisito básico necesario para que un integrante del equipo se convierta en parte de la sociedad coincidieron en que lo fundamental es la ética y los valores que posee ese empleado.
Al respecto, Rodrigo Funes de Rioja, socio administrador del estudio jurídico Funes de Rioja & asociados, señaló que "para convertir a un profesional en socio tiene que estar probada su calidad, y ésta no sólo pasa por la capacidad técnica, de trabajo y de atención al cliente, sino también por la ética personal y profesional, por la capacidad de trabajo en equipo y por su actitud para liderar un grupo de trabajo, los cuales son todos aspectos que requieren de un tiempo considerable de maduración".
Para Schutt, hay que tener muy en cuenta la ética y los valores, ya que el resto de los requisitos se van agregando con el trabajo, la experiencia, la capacitación, la formación, y el coaching. "Pero la idea es que todos los que ingresan, en la medida de lo posible, reúnan las condiciones para que en el largo plazo puedan convertirse en socios", remarcó.
El gerente de Crystalis Consulting también apuntó que una vez que con los años quedan manifiestas las cualidades éticas y los valores y que el ejecutivo demostró su capacidad profesional y sus habilidades comerciales, es necesario que cuente con otras cualidades: "actitud de liderazgo para conducir un grupo de profesionales y visión estratégica que, combinadas con la comercial, son las que en definitiva le dan la capacidad y posibilidad de ser socio del negocio", resaltó.
En tanto, Guillermo Sueiro, vicepresidente y uno de los cuatro socios de Ellmann, Sueiro & asociados –compañía dedicada a la reingeniería industrial y especialista en confiabilidad de gestión de archivos- apuntó que para sumar socios existe "un criterio cualitativo y otro cuantitativo".
Según Sueiro, en el primer caso, el empleado que logra a convertirse en socio es aquel que puede agregarle valor a la organización, mientras que le criterio cuantitativo es una consecuencia, ya que su participación accionaria depende del agregado de valor con el que haya contribuido.
"Hace dos años que comenzamos a implementar esta estrategia y no sólo se nota en los beneficios económicos sino también en la integración y en el involucramiento de las personas", comentó Sueiro. Además de los cuatro socios, en la actualidad la consultora cuenta con cuatro directores y 45 empleados.
La firma dedicada a auditorías y consultoría BDO Becher es otro caso que ejemplifica la estrategia de una asociatividad exitosa. "Nuestros socios se dan como parte su plan de desarrollo, casi sin excepciones todos se han iniciado su carrera como junior en la organización. De los 15 que somos, 14 empezaron como junior", contó Eduardo Becher, socio director de la empresa, que hoy cuenta con un total de 400 profesionales.
En este sentido, Becher explicó que los empleados se convierten en socios por dos factores: tanto por sus actitudes como porque el crecimiento de la firma genera las condiciones para que se agreguen. "En general son profesionales jóvenes, el promedio de edad es de 42 años", agregó.
Jóvenes
"Desde que un profesional recién recibido empieza su carrera, aproximadamente a los 25 años, hasta que llega a ser socio, pasan en promedio diez años, por lo cual la mayoría de los socios son muy jóvenes", afirmó Funes de Rioja.
Así, la edad de la mayoría de los nuevos socios que están incorporando los estudios y consultoras ronda entre los 35 y 45 años.
Sueiro notó que la asociatividad "es una tendencia que se está dando muy fuerte por los claros objetivos que tienen los profesionales más jóvenes, que no sólo quieren tener un buen puesto y posición en la organización sino que al estar contribuyendo al éxito de un negocio quieren participar y formar parte de él".
A su vez, Funes de Rioja comentó que lo que con frecuencia ocurre en el estudio es que a determinados profesionales que poseen un perfil y alto potencial, se los hace socios más jóvenes que al resto con el fin de retenerlos.
Asociados
Todos los entrevistados remarcaron que la figura del socio difiere de la del asociado. "En Cystalis somos tres socios y a su vez tenemos seis asociados que están a cargo de unidades de negocios, lo que puede ser visto como el paso previo para convertirse en socio", resaltó Schutt.
Según su experiencia de gestión en la consultora, explicó que "el asociado no es un socio porque no compró la participación accionaria, pero está a cargo de una unidad de negocios y participa de las utilidades que la misma genera".
Así como no siempre los asociados pasan a ser socios –ya que necesitan demostrar que pueden serlo- también hay socios que nunca pasaron por la condición de asociados.
En tanto, el estudio jurídico Funes de Rioja & asociados cuenta con un sistema de "asociación temprana", donde -al igual que ocurre en Crystalis- el profesional antes de convertirse en socio puede ser asociado y de esta manera estar integrando la sociedad y participando de las utilidades, pero en una proporción distinta.
"Con nuestro sistema de asociación temprana lo que hacemos es permitirles a los profesionales que identificamos con mayor potencial participar de las utilidades del estudio sin tener la responsabilidad de dirigir un equipo, que sí la tienen los socios", aclaró Funes de Rioja, quien agregó que en el estudios las dos categorías de socios - junior y senior- tienen responsabilidades de coordinación y dirección.
Ganancias
Respecto a la participación en las ganancias, Funes de Rioja sostuvo que en la mayor parte de las sociedades profesionales el esquema de comprar el paquete accionario ya casi no se utiliza.
En su lugar, lo que ocurre con mayor frecuencia es que el empleado –una vez que se convierte en socio- comienza a pagar con aportes durante una cantidad de años la compra de sus acciones, es decir que mes a mes se le retiene una parte de las ganancias.
El sistema de distribución de utilidades en una empresa de servicios profesionales no sólo es complejo sino que a su vez va cambiando de acuerdo con la voluntad de los socios.
Según Schutts, "hay casos en los que se divide todo por igual cantidad de partes, cuya desventaja es que algunos trabajan más que otros y cobran igual, mientras que otros estudios se reparten por la participación accionaria, y otros casos incorporan una evaluación entre socios y performance y premian a los que mejor se desarrollaron, aunque aquí la desventaja es el desgaste que ocurre como consecuencia de la evaluación constante entre socios".
Así, la viabilidad de este último sistema estaría en las empresas que disponen de una importante cantidad de socios y de un organismo supremo calificador cuyas decisiones no está permitido discutirlas, mientras que para estructuras organizacionales más pequeñas lo recomendable es dividir las ganancias de acuerdo a la participación accionaria.
Mundo
Esta tendencia a la asociatividad que -según los profesionales consultados- se extiende sobre todo de la mano de las inquietudes y ansias de progreso de los más jóvenes, no es sin embargo un fenómeno mundial sino que depende de la situación de cada país.
"Si bien en el último tiempo se abrieron las categorías de socios, en Europa esta tendencia se da mucho menos", comentó Funes de Rioja.
Ellmann, Sueiro & asociados posee unidades de negocios -cuyos responsables están asociados a la consultora- en España, Chile, México. Así, en base a su experiencia, Sueiro manifestó que "en los países de América latina se da mucho, pero no así en España, donde el profesional prefiere tener el resguardo de un sueldo y no le interesa demasiado formar parte del negocio, sino que prefiere seguir siendo empleado en vez de ponerse en riego por ganar más. Y esto mismo sucede en casi toda la zona Euro".
Dada esta costumbre, Sueiro aseguró que cuando surge un verdadero entreprenaur se nota rápidamente, porque sino prefieren refugiarse en los sueldos de las empresas.
Cantidad
"No hay límites en cuanto a la cantidad de socios, porque el objetivo es crecer y generar espacio para la gente que trabaja con nosotros pueda progresar, el límite te lo pone el mercado", aseveró Schutt.
Así, para el gerente regional de Crystalis la sumatoria de socios viene atada a la planificación de carrera de los profesionales y a cómo se generan las oportunidades en el mercado.
"Te vas dando cuenta quienes perfilan como posibles socios, quienes son emprendedores, a quienes les interesa generar negocios, quienes tienen ideas e inquietudes y con quienes vas generando una relación de afecto societatis. Además, no a todos les interesa ser socio, y esta decisión se respeta", añadió.
En el caso de Ellmann, Sueiro & asociados, la compañía realiza asociaciones porque "consideramos que así se va a incrementar la envergadura del negocio, y si ocurre esto vamos a poder a su vez sumar más socios".
Claro que para que el crecimiento y éxito del negocio sea viable es fundamental que la convivencia entre los socios sea buena y armónica. Al respeto, los profesionales consultados coincidieron en que de lo que se trata es de hacer todo lo posible "para matar las subjetividades".
Cecilia Novoa
cnovoa@infobae.com
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