El gigante Google hace millonarios a sus empleados
Bonnie Brown fue una de esas afortunadas. Según ella misma relata en una entrevista publicada por el The New York Times, tras un divorcio complicado entró a trabajar como masajista en Google, con un contrato de media jornada no excesivamente bien pago y un montón de opciones sobre acciones.
La ya ex masajista de Google vive ahora en una enorme casa en Nevada, quiere dedicarse a las acciones de caridad y escribió un libro en el que relata su experiencia, tal como consigna el diario español Cinco Días.
Brown no es la única beneficiada del éxito de Google. Según la información publicada por el diario estadounidense, el repunte de las acciones de la empresa de California de la pasada semana supuso para los empleados (y ex empleados) de Google unos u$s2.100 M.
Si los actuales trabajadores de la compañía unieran sus acciones, opciones sobre acciones y planes de pensiones que no pueden cobrar "cobrarían" más de u$s4.000 M.
Aunque no hay datos oficiales las estimaciones, según publica el The New York Times, es de que 1.000 personas han conseguido cada una un beneficio superior a los u$s5 M.
Pero si alguien puede presumir de haberse forrado de verdad con Google, evidentemente, son sus fundadores. Larry Page posee acciones por valor de u$s20.000 M; Sergey Brin algo menos: u$s19.600.
La experiencia no es nueva. Durante la burbuja tecnológica de finales del siglo pasado otras empresas, como Yahoo! o Netscape, vivieron situaciones similares.
Sin embargo, la velocidad con la que se ha producido este "pelotazo" no parece tener precedentes: en el último año, las acciones de Google han aumentado un 44% su valor, u$s203.