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"Tengo que lograr que la gente no esté esperando que sean las 6 y un minuto para poder irse"

Así­ lo afirma el presidente y creador de ToWebs, Iván Vitor, compañí­a que no tiene un "management formal" y que "no podrí­a ser más flexible de lo que es"
14/08/2008 - 14:37hs
"Tengo que lograr que la gente no esté esperando que sean las 6 y un minuto para poder irse"

Con sólo 35 años es el más "viejo" de la compañí­a. Aunque no terminó el colegio secundario porque necesitaba trabajar para mantener a su familia, hoy Iván Vitor es el presidente de ToWebs, la empresa de servicios de hosting –alojamiento de páginas web- que creó en 1999 y que ya cuenta con más de 25.000 clientes.

A los 14 años Vitor empezó a trabajar en el rubro informático, armando computadoras. Su primer empleo "serio" –tal como él lo llama- fue en una empresa de seguridad informática durante cuatro años, experiencia tras la que empezó por su cuenta a trabajar en hosting.

"En mis anteriores trabajos lo que más aprendí­ fueron las cosas que no tengo que hacer y que tengo que lograr la manera en que la gente que está en la empresa no esté mirando el reloj esperando que lleguen las seis y un minuto para poder irse", señala Vitor en diálogo con infobaeprofesional.com

-¿Cómo surgió ToWebs?
-En ese momento la idea no era hacer una empresa de servicios de hosting sino un newsletter sobre tecnologí­a. Y cuando con mi socio salimos a buscar hosting para esta página que querí­amos lanzar nos dimos cuenta que no habí­a este tipo de servicios en la Argentina. Fue ahí­ que vimos el nicho de negocio, porque la gente estaba contratando el servicio en Estados Unidos y pagándolo en dólares, con tarjeta de crédito y con soportes en inglés. Empezamos en una oficina prestada y en tres meses tení­amos 400 clientes. Cuando alcanzamos el producto era muy necesario que en el paí­s empiecen a vender servicios de hosting con planes serios. El principio fue muy fácil porque cuando empezamos nos parecí­a súper divertido. Nos quedábamos a dormir en la oficina muchas veces porque con mi socio éramos los que atendí­amos a los clientes, armábamos el servidor y tratábamos de vender. Pero cuando llegás a los 5.000 clientes, como fue en nuestro caso, hay un quiebre muy grande en la empresa que si no tenés las cosas más o menos bien hechas o quebrás o se te empiezan a ir los clientes y tenés que reorientar el negocio.

-O sea que su crecimiento profesional fue en paralelo al de la empresa...
-Sí­, tuve que aprender mucho. Incluso tuvimos socios que nos robaron acciones que después hubo que recomprar. Sin embargo, tiempo después encontramos la pata que nos faltaba, un tercer socio que sume la parte administrativa porque por nuestro perfil muy técnico éramos dos personas extremadamente desprolijas. Es muy difí­cil hacer crecer una empresa sin inversiones, pero evitábamos vender parte de la empresa porque no querí­amos que nadie nos diga como hacer las cosas. Hasta que en un momento a la compañí­a le estaba yendo muy bien pero si seguí­amos en esa lí­nea í­bamos a terminar muy mal porque no sabí­amos de qué manera manejar las cosas financieramente. Así­ fue que incorporamos a esta persona, primero como empleada y cuando nos demostró que habí­a un montón de cosas en las que cometí­amos errores o tení­amos faltas, lo asociamos. Logramos separarnos de la gran burbuja de las punto com evitando inyecciones de capitales, y creo que por eso sobrevivimos y llegamos a donde estamos hoy. Pegamos un salto muy grande con la devaluación. Hasta ese momento nuestra competencia fuerte era el mercado norteamericano ya la gente podí­a elegir entre comprar el servicio de hosting en pesos o dólares. Sin embargo, al dispararse el valor del dólar sumamos muchos clientes y tuvimos un rápido crecimiento.

-Por su estilo, parece una persona muy descontracturada ¿la empresa funciona de la misma manera?
-La empresa no podrí­a ser más flexible de lo que es. Desde como son las reuniones hasta la manera en que informamos las cosas que hay que hacer. Para lo desprolijos que somos, nos va muy bien. No tenemos un management, no hay una administración real de la empresa en sí­ sino que logramos tener a determinadas personas en las áreas clave que hacen que la compañí­a vaya evolucionando sola y que cada una de las áreas pueda responder de manera autónoma a los requisitos que tiene, que no los pongo yo sino el mercado, las necesidades de los clientes. Y tratamos de que funcione por áreas propias que se van formando entre los chicos que trabajan acá. Tengo 35 años y soy el más viejo de la empresa. Somos una compañí­a muy abierta, a los chicos les permitimos cambiarse de manera constante de área ya que no seguimos las lí­neas normales que por lo general tienen las empresas que son muy estructuradas. Sabemos que el negocio de tecnologí­a es muy complicado en cuanto al manejo del personal porque hay una rotación muy alta, sobre todo en las áreas de soporte. Estoy involucrado muchí­simo en todas las operaciones que hay dentro de la compañí­a. Mi oficina no tiene vidrios, es abierta porque me gusta escuchar todo lo que está pasando.

-Forman parte de un sector en el cual precisamente los recursos humanos no es lo que abunda ¿Trabajan sobre la retención del personal?

-Tenemos gente que no podemos permitir que se vaya, pero en este tipo de compañí­as es prácticamente imposible poder mantener al personal por un perí­odo mayor a tres años. Por más que seamos flexibles en cuanto, por ejemplo a la vestimenta, hoy los programadores pueden ser contratados desde Estados Unidos para trabajar desde sus casas en ojotas y con la televisión prendida. Sin embargo, hay chicos que hace siete años que trabajan en ToWebs porque el trato que tenemos es tan informal que al ser más de amigos están muy cómodos. Esta es una de las cosas que de alguna manera nos ayuda a retenerlos. Es complicado cuando manejas gente muy joven y no tenés controles estrictos sobre el personal, por lo que todo el tiempo estamos tratando de lograr un balance para que la gente se sienta cómoda y al mismo tiempo los clientes estén contentos con nuestro servicio, porque en definitiva ese es nuestro pilar.

-Como presidente de la compañí­a, ¿En qué aspectos hace foco al momento de buscar un empleado en el mercado?
- Es un mercado tan cambiante que quienes trabajan con nosotros tiene que ser muy ágiles y lo suficientemente rápidos como para darle a los clientes lo que nos piden. Nos cuesta muchí­simo conseguir gente. Hoy cualquier persona que busque trabajo, si aprende a programar lo va a encontrar seguro. En mi caso siempre fui programador y trabajé en desarrollo, es una empresa que tiene muchos "nerds" o "freaks" de programación, pero no nos enfocamos tanto en gente universitaria o con tí­tulo sino en cuál es el background de experiencia que ese chico tuvo dentro de su casa. Aunque cuando buscamos gente para atención al cliente no priorizamos tanto el conocimiento técnico sino el trato que tenga con las personas y su manera de comunicarse con ellas.

-¿Trabaja sobre el largo plazo de la empresa?
-No. Mi función hoy es seleccionar cuales son las prioridades. Las cosas cambian tan rápido que lo que proyecte planee de acá a seis meses lo más probable es que no suceda. Hay que trabajar en el dí­a a dí­a y con los plazos lo más corto posible.

-En base a su experiencia ¿Qué le recomendarí­a a los jóvenes que están ingresando al mercado laboral?
-Les dirí­a que no se preocupen tanto por cual es el tí­tulo universitario que van a tener. Hace algunos años esto era muy importante, pero hoy se aprende más sentado en tu casa instalando sistemas operativos y programando que en una facultad. Si saben mucho y tienen un tí­tulo, mejor todaví­a les va a ir. Pero todo va tan rápido que en la Argentina todos los planes de estudio están totalmente desactualizados y lo que aprenden hoy cuando terminen la carrera con seguridad no les va a servir.


Cecilia Novoa
© infobaeprofesional.con