El "sí­ndrome de la pantufla", un enemigo de la búsqueda laboral

Después de una larga jornada de trabajo, la vuelta al hogar puede ser una delicia. Pero tras la desvinculación laboral, cuando el quedarse en casa se vuelve una rutina, se corren serios riesgos de contraer el "sí­ndrome de la pantufla."

Estar todo el dí­a en casa en pantuflas no es la actividad más recomendada para hacer cuando uno está buscando trabajo. Los integrantes de la familia creen que uno está a disposición de todos los asuntos a resolver en la casa y ahí­ es cuando comienzan los mandados: "Pierde la canilla de la cocina, ¿le podés cambiar el cuerito?", "hay que ir a buscar a los chicos al colegio", "acompañame al supermercado", "ya que no estas haciendo nada….".

Es cierto, uno puede pasar más tiempo en la casa pero hay que entender y hacer comprender al entorno que buscar trabajo es de por sí­ un trabajo.

Muchas posibilidades se pierden si uno no hace un correcto uso del tiempo para fortalecer la red de contactos, hacer búsquedas por Internet, participar de cursos o reuniones de colegas.

Si uno se deja vencer por el "sí­ndrome de la pantufla", cada vez serán más las tareas domésticas que necesitarán solución: esperar todo el dí­a el pedido del supermercado, pagar todas las cuentas de todos los integrantes de la familia, lavar los platos, sacar a pasear al perro. La lista podrí­a no tener fin.

De esta forma se termina cayendo en un cí­rculo vicioso: avocado a tareas domésticas, se postergan las posibilidades de conseguir trabajo, aumentan las discusiones familiares y uno se deprime.

Hay que saber decir basta y encarar la situación de otra forma. Este momento de transición, puede venir bien para hacer los cursos que no se podí­an hacer cuando la rutina era muy cargada.

Además, pueden ser una buena oportunidad para contactarse con colegas. También es importante armar un plan de acción para fortalecer la red de contactos, generar reuniones, investigar qué es lo que está demandando el mercado laboral, a través de una correcta lectura de diarios, revistas especializadas, sitios de Internet.

La opción de enviar CV o cartas de presentación por mail desde una notebook en un bar resulta útil para cortar con el encierro. Lo ideal es poder contar con espacios neutrales, donde no haya distracciones.


Mónica Calero, directora de servicios de transición de CCN Consultores
Especial para iProfesional.com