Obligada por una deuda millonaria, la heredera de L'Oreal vendió sus islas en las Seychelles
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La heredera del gigante de la cosmética L'Oreal, Liliane Bettencourt, en el centro de un escándalo político financiero en Francia de origen familiar, vendió a una fundación sus islas en las Seychelles, el archipiélago D'Arros, por un valor de u$s60 millones, anunció hoy el gobierno de esa isla.
Negocios al rededos de las islas
"El archipiélago de las islas Arros había sido adquirido por Bettencourt en diciembre de 1998 por u$s18 millones y fue vendido a la compañía Chelonia Ltd a u$s60 millones.
"Será transformado en una reserva natural", dijo el ministro de gestión territorial de las islas Seychelles, Christian Lionnet.
Bettencourt deberá pagar una multa de u$s8 millones para regularizar la venta que no había sido declarada ni a las autoridades locales ni al fisco francés.
Polémica
Este último, en 2008 reclamó a la multimillonaria de 90 años la suma de u$s108 millones por impuestos no pagos, tras el descubrimiento de cuentas en Suiza y bienes no declarados.
La isla D'Arros fue uno de los "regalos", además de cuadros y otras donaciones inmobiliarias, ofrecidos por la anciana heredera a su amigo de confianza, el fotógrafo Francois-Marie Banier, un personaje controvertido en la puja familiar y acusado por la hija de Bettencourt de haberse aprovechado de su madre.