Un grupo de empresarios de Santa Fe reflotó La Vascongada

El regreso será despacio, pero sin pausa. Ahora el dulce de leche, luego los yogures y por último los quesos. Porque el anhelo de los empresarios locales que hoy controlan la marca es tener un portfolio completo de lácteos bien posicionados en el mercado interno. No piensan en exportaciones, sino en producción local y propia. Y es esta ambición la que los lleva a mirar para afuera.

El retorno de este sello viene de la mano de cuatro argentinos que no tienen ninguna vinculación con el sector lácteo, y que se nuclean en la empresa Servicios Portuarios S.A., sociedad que compró la marca en el 2003 a sólo $1 millón y que es originaria de la localidad santafesina de San Nicolás.
"La apuesta es conseguir un socio, preferentemente externo, que aporte 50% del capital para armar una planta propia de La Vascongada", señaló a Infobae Pablo Menardi, a cargo de la gerencia de Marca.

La Vascongada habí­a declarado la quiebra en 1998, año en el que desapareció del mercado. "La compramos porque consideramos que era una buena oportunidad, teniendo en cuenta que en el 2002 se puso en venta a u$s3,5 millones y no generó ningún interés, por lo que el precio de venta fue cayendo hasta que la adquirió Servicios Portuarios", destacó Menardi.

Planes
En la actualidad la fabricación del dulce de leche se realiza en forma tercerizada, a través de dos proveedores Pyme con certificados de calidad. "Comenzamos con el dulce de leche porque es el producto menos sensible a las cadenas de frí­o. Lo ideal para La Vascongada hubiera sido volver con los emblemáticos yogures en envase de vidrio, pero eso lo dejamos para una segunda instancia, cuando estemos mejor posicionados y tal vez, con el empuje del socio que saldremos a buscar", dijo Menardi.

Con el dulce de leche esperan obtener entre 5 y 10% del mercado en la categorí­a premium, de alto precio, donde compiten La Salamandra, Patagonian Life y una versión de SanCor. Y en breve pondrán un pie en la categorí­a más masiva, con envases plásticos, donde el centavo de más o de menos puede inclinar la decisión de compra.

Según datos del sector, el dulce de leche representa entre 5 y 10% del total de los lácteos consumidos en el paí­s. Por año, se consumen 90.000 toneladas de este producto en la Argentina.

La fábrica que planean montar cuando encuentren su socio-inversor estarí­a radicada en Córdoba o Santa Fe, como el grueso de las lácteas. "La marca es muy reconocida en el mercado interno, pero en el exterior no, por lo que el mejor negocio que se puede hacer es ganar mercado puertas adentro", aseguró el ejecutivo.

VICKY ALVAREZ BENUZZI (VALVAREZ@INFOBAE.COM)