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Pelea millonaria por las "zapatillas mágicas" de Nike para "running"

Algunos modelos de calzado, con un desarrollo innovador que hasta el momento es exclusivo de esa marca, dan una ventaja a los atletas
06/11/2019 - 09:34hs
Pelea millonaria por las "zapatillas mágicas" de Nike para "running"

En el año 490 a. C., se libró junto a un pueblito en el noreste de Grecia una gran batalla. Los atenienses vencieron al ejército persa, pero según la leyenda, un mensajero llamado Filípides fue enviado hasta la ciudad de Atenas para anunciar la victoria y avisar de un posible contraataque.

Este hizo corriendo los 40 kilómetros que separan Maratón (el pueblecito norteño) de su meta y al llegar gritó: "Nike, nike, nike" (victoria, en griego) y cayó muerto por el agotamiento. Su hazaña dio nombre a uno de las pruebas reinas del atletismo mundial, pero sus últimas palabras también quedarían para el recuerdo, relacionando su logro con la marca que 2.500 años después está revolucionando la prueba y el "running" en general.

Es cierto que el nombre de Nike como marca deportiva no viene directamente de la frase del mítico Filípides sino de la diosa de la victoria griega (cuyo nombre también es Nike) y de la figura de la Victoria de Samotracia.

Según El Confidencial, la compañía de origen estadounidense puso en pie de guerra el mundo del "running" con sus desarrollos innovadores. Sus zapatillas Alphafly y Vaporfly (en foto), crearon un cisma deportivo y técnico que no hace más que profundizarse: ¿son unas simples zapatillas o pueden ser consideradas "dopaje tecnológico"?

Por caso, Laura Muir batió el récord británico de la milla, que llevaba vigente 31 años. Hay dudas sobre el calzado que utilizó, porque es un prototipo que no está disponible a todo el público. 

Por otra parte, el hito conseguido por Eliud Kipchogue al bajar de las dos horas el récord mundial femenino de maratón logrado por Brigid Kosguei, y la victoria de Geoffrey Kamworor en el clásico maratón de Nueva York este último fin de semana, también plantean los mismos interrogantes.

Todos son logros de atletas de primer nivel, pero a la vez Nike dejó su sello en cada una de estas hazañas. El I+D tecnológico es un punto clave en todo lo que está ocurriendo, indica El Confidencial, ya que estas victorias se vinculan a un material "milagroso": la fibra de carbono. 

Jónatan Simón, experto en zapatillas, atleta y editor de Foroatletismo, recordó que el primer experto que estudió el uso de este material en las zapatillas fue Darren Stefanyshyn, quien para su tesis doctoral en biomecánica, desarrolló una placa de carbono denominada Pro Plate. Darren explicaba qué es lo que aporta una placa de carbono al corredor y realizó un estudio con diferentes geometrías de placas.

"Pero tras hacer pruebas, descubrió que, al incorporar la placa de carbono en el calzado, el tobillo empezaba a gastar más energía, por lo que la ganancia que lograba en los dedos ahora se escapaba por el tobillo. Vamos, como un submarino lleno de fugas. Lo que descubrió Stefanyshyn y más tarde perfeccionó en Nike con las Vaporfly un alumno suyo [Geng Luo], es que cuanto más curvaba la placa, menos energía se perdía a la altura del tobillo", explica este especialista.

Es cierto que fue un desarrollo clave, pero para llegar al 4% de la mejora de rendimiento que dan las Vaporfly -comprobado por estudios independientes- o el 7% u 8% que pueden dar las Alphafly, según los rumores, no basta con usar bien un material. "Las Vaporfly Next% llevan una placa rígida de fibra de carbono, pero también tienen una entresuela (con un 'drop' —la diferencia de altura entre la parte del talón y la zona delantera— bastante acusado para lo que era habitual hasta ahora) compuesta por Pebax (PEBA, en inglés, 'polyamide block elastomer')", explica en conversación con Teknautas Jordan Santos-Concejero, doctor en Fisiología del Ejercicio por la UPV/EHU.

"Por el contrario, además de carecer de la placa de fibra de carbono y tener un 'drop' mucho menor, las Adidas Boost llevan en su entresuela TPU (poliuretano termoplástico), y otros modelos como las Zoom Streak llevan EVA (etileno vinil acetato). El PEBA es más ligero y más resistente que el TPU y el EVA, además, favorece el retorno de energía elástica (un 87% con Vaporfly, un 76% con Boost y un 66% con Zoom Streak). Es una diferencia sustancial", añadió.

¿En qué se puede traducir esta diferencia? Pues en que la zapatilla se convierte en una especie de trampolín o muelle que devuelve la energía que utilizas, resiente menos tu musculatura y te permite llegar más lejos, más rápido y más cómodo.

"La mejora se consigue principalmente por el mayor retorno de energía elástica tras cada contacto. En laboratorio, con estudios elaborados por equipos independientes, se ha visto que el 100% de los participantes estudiados se beneficia en mayor o menor medida (hay corredores cuya mejora en la economía de carrera es del 6%)", apunta Santos.

Ahopra el debate es que, al ser mejoras que solo ofrece una marca, por ahora, y que son tan sustanciales, pueden acabar con la universalidad del deporte. Otras compañías se están lanzando a conseguir los máximos hitos deportivos en el jugoso mercado del "running". Nike se ha llevado todo el protagonismo, pero a falta de que la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) tome cartas en el asunto, el resto de marcas se han lanzado a la pelea sin cuartel.

La china Li-Ning, por caso, lanzó su propio modelo de zapatillas 'mágicas', diseñadas por un ingeniero de la competencia robado por la empresa a golpe de talonario. Literalmente, un calco de Nike, con su fibra de carbono y su Pebax en la entresuela, indica El Confidencial.

Se suman así a otras como Hoka, New Balance y Sketchers como las principales competidoras de Nike, y todos los rumores apuntan a que Adidas está preparando un gran bombazo para relanzar su marca en los próximos meses. 

Solo en Nike, el 'running' es la principal disciplina deportiva del grupo. En el último año, y pese a que las cifras se han estancado, el dato de ventas llegó a los 4.488 millones de dólares (3.948 millones de euros). En 2019, sus números totales como marca aumentaron un 7% respecto al ejercicio anterior, facturando unos 34.900 millones.

Fórmula 1 o atletismo

La pregunta que queda pendiente es la que divide a expertos y personalidades del atletismo: si las mejoras son tan sustanciosas y pueden afectar tanto al rendimiento, ¿no deberían prohibirse, como pasó con los bañadores de Speedo diseñados por la NASA?

De momento, la IAAF no ha tomado cartas en el asunto, pero muchos especialistas y hasta deportistas ya están presionando para que lo haga.

Tanto Santos-Concejero como Carlos Balsalobre, investigador en Ciencias del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid, lo tienen muy claro y apuestan por su prohibición. "Desgraciadamente, salvo que la IAAF ponga coto a esta carrera armamentística, es posible que el material usado pase a ser determinante para obtener puestos de honor al máximo nivel", explica el primero de ellos. 

Por su parte, Balsalobre hace hincapié en las propias normas de la IAAF. "Yo, personalmente, desde luego pienso que deberían tomar medidas. De hecho, hay un artículo del reglamento de la propia IAAF que habla de normativa sobre zapatillas y se especifica que no pueden tener ningún sistema que proporcione una ventaja artificial, y este sistema tipo 'muelle' podría entrar dentro de esa categoría, en mi opinión. Es más, una práctica bastante común en los últimos años en maratonianos de élite no patrocinados por Nike ha sido usar las Vaporfly 'camufladas' con 'sprays' o similar para que sus patrocinadores no los sancionen".

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