Fiestas corporativas: habrá más de 2.200 este fin de año
A.J. es un ejecutivo exitoso. Se desempeña como gerente de una compañía editorial. Para él, diciembre podría un mes de recreación. Al día de hoy recibió una docena de invitaciones para asistir a fiestas de fin de año. Como no le da el tiempo –y tampoco las ganas-, planea asistir solamente a tres, a partir del criterio de que "hay que cumplir con los compromisos".
Otros ejecutivos como A.J. recibirán entre 10 y 12 convites para distintos eventos en estas últimas semanas, según datos aportados por la Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones Empresariales y Proveedores Afines de la República Argentina (AOFREP).
Este tipo de celebraciones son una oportunidad única para fidelizar los clientes y reforzar el engagement de los empleados.
Pero la novedad más importante es que 2007 será un año particularmente agitado: en total se calcula que habrá 2.200 eventos que le costarán a las empresas más de 300 millones de pesos, lo cual marca una tendencia ascendente en relación a años anteriores.
"Se nota un mayor grado de inversión, lamentablemente por causas inflacionarias, pero también porque al estabilizarse el mercado más empresas tienen posibilidad de organizar esta clase de eventos", dice Sergio Ventura, presidente de AOFREP y titular de la empresa Kaisén Eventos Corporativos.
Ventura aclara que las cifras difundidas se calcularon en relación a las 150 empresas del rubro que pertenecen a esta organización. Además, señala que si bien se advierte un crecimiento, no es "explosivo", y por lo tanto no alcanza los niveles de fastuosidad que tenían las fiestas de los 90. "Actualmente se invierte pero no hay derroche", añade.
Según el organismo, cerca de un millón de personas asistirán a la maratón de pequeñas, medianas y grandes fiestas que le darán color y música a la noche porteña hasta fin de año. Las empresas gastarán en promedio $300 por persona para asegurar la diversión de sus invitados y en algunos casos hasta $700, si se tiene en cuenta que algunas deben pagar el traslado de empleados desde el interior.
El dinero se distribuirá entre los servicios de catering, música, sonido, iluminación, cotillón y animaciones, y en el alquiler de salones, hoteles, vajillas, mobiliario y carpas. Otro porcentaje de las erogaciones irán hacia la contratación de celebrities que llevarán adelante la conducción y animación.
Teniendo en cuenta el número de personas que asistirán a fiestas este año, y ante la proliferación de accidentes de autos, AOFREP organizó una campaña de concientización con la consigna "No excedas tu límite. Si tomaste no manejes", que se exhibirá en los paneles de las áreas de recepción y salida a cada evento.
Internas y externas
Las empresarios del sector explican que las fiestas de fin de año pueden ser internas (cuando el objetivo central es reforzar el compromiso e integración de los empleados) y externas, para agasajar a clientes y proveedores.
Si se tiene en cuenta que los últimos años marcaron un crecimiento de la inversión y un avance sobre las propuestas creativas, es razonable preguntarse si los objetivos por los cuales se organizan este tipo de eventos realmente se cumplen.
"Son una herramienta válida desde el marketing porque lo que se busca es afianzar un vínculo personal con los clientes, que es justamente lo que puede hacerse en un ambiente distendido, donde las personas se sienten a gusto y se da la posibilidad de crear una relación más fuerte", opina Diego Feldberg, director de Dafing Group, que este año organizará eventos para empresas de la industria financiera, de seguros, alimenticia y de comunicaciones.
Feldberg dice que cuando las celebraciones se hacen con este fin, la puesta escena tiende a ser más importante.
"La inversión por persona para una fiesta de excelente nivel puede llegar a los 700 pesos. Eso incluye ambientación temática (caribeña, futurista y ochentosa, entre otras), shows en vivo (con un costo que va desde 3.500 pesos, para los grupos que hacen covers, hasta 60.000 pesos para grupos reconocidos), diferentes menús (desde cóctel hasta servicios en mesas, con un piso de 120 pesos por persona), y la contratación de conductores como Alejandro Fantino, Julián Weich, Eber Ludueña, Federica Pais o Matías Martín con tarifas que van desde 5.000 hasta 20.000", comenta.
El despliegue también puede incluir diversas formas de sorteos, fuegos artificiales y hasta la llegada en helicóptero de una grandes figuras.
Felipe Marrollo, titular de la empresa homónima, coincide en que las fiestas corporativas han ganado protagonismo. "Hay una mayor inversión en términos de contenidos y creatividad", afirma.
Sobre el número de personas que asisten, confirma que hay un piso de 300 para los eventos empresariales, pero que el número de asistentes a las fiestas de fin de año depende de la cantidad de empleados de la compañía y de si están autorizados a llevar un acompañante.
"Algunas empresas hacen énfasis en la importancia de la familia y por eso deben extender la invitación a los cónyuges ", concluye.