• 22/12/2025
ALERTA

Se reaviva la cruzada para frenar a los súper chinos en el interior de la Argentina

La potencia de los asiáticos ahora genera preocupación en cámaras empresarias de provincias como San Luis, La Pampa, Misiones y Santiago del Estero
24/11/2010 - 10:18hs
Se reaviva la cruzada para frenar a los súper chinos en el interior de la Argentina

El gigante asiático vuelve a encender luces de alarma del otro lado de la General Paz. Como sucediera en su momento con los hipermercados, la expansión de los autoservicios chinos viene despertando una ola de normativas municipales y proyectos de ley de diverso calibre, orientados a obstaculizar la expansión de estos emprendimientos en el interior.

El intento por desembarcar en nuevas provincias, sumado a la reciente puesta en marcha de la tarjeta Red Economía Hogar, la cadena de minimercados Chinxpress, y la inminente presentación de una cartera de productos propios, lejos están de pasar desapercibidos para los comerciantes fuera de Buenos Aires, que no dudan en recurrir a los gobiernos comunales y provinciales para exigir que se limite la radicación de puntos de venta orientales.

Sucede que, de acuerdo a estimaciones de las mismas cámaras que nuclean a los comercios orientales, en la Argentina hoy se abre un nuevo supermercado chino cada dos días.

Precisamente, este tipo de datos alienta a los empresarios del interior a poner sus fichas en proyectos de alcance nacional como el impulsado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que aunque tiene su foco en el control de las grandes superficies comerciales, también incluye apartados que bloquean el avance chino.

Un ejemplo: el texto propone que, de ser aprobado, cualquier emprendimiento que exceda los 200 metros cuadrados de salón -los autoservicios orientales superan ese límite-, e intente instalarse en una determinada plaza, deberá pedir una autorización especial para comenzar a operar. Dicha autorización sólo podrá ser otorgada si la localidad en cuestión no se encuentra desbordada de alternativas comerciales.

¿Cómo se puede determinar esto? A través de la siguiente pauta:

• Se toma en cuenta el denominado "coeficiente ocho". Ello es, se divide la cantidad de habitantes que tiene una ciudad por ocho.

• Por ejemplo, en el último censo, Paraná, Entre Ríos, arrojó una población de 300.000 habitantes. Dividido por ocho, da un total de 37.500. Esa es la cantidad de metros cuadrados que puede ser ocupada por los emprendimientos.

• Entonces, si una cadena desea instalarse en ese punto, pero ya hay otras firmas que ocupan ese techo numérico, no podrá obtener la habilitación correspondiente para desarrollar un hipermercado. La plaza, en ese caso, estará completa.


Este recurso aparece en el proyecto que, desarrollado por CAME, ya tiene estado parlamentario y la semana pasada fue discutido en las comisiones de Industria y Comercio y Derechos y Garantías del Senado de la Nación.

Consultado por este apartado, Fabián Tarrío, coordinador de la Comisión Intercámaras de Grandes Superficies de CAME, reconoció a iProfesional.com que también apunta a frenar a los supermercados chinos, aunque remarcó que, más importante aún, resulta limitar a gigantes como Carrefour, Walmart, Jumbo, Coto y La Anónima.

"Igualmente, es notorio cómo los municipios se están moviendo para regular la instalación de los supermercados chinos. Es importante que se revise qué tanto estos emprendimientos cumplen con las normas en cuanto a salubridad, higiene y demás. También sería valioso que se regule que los comercios no sean usados como viviendas, como sucede con la mayoría de los supermercados orientales", comentó a este medio.

Aunque no descartó que CAME impulse en el corto plazo un proyecto nacional orientado específicamente a limitar la expansión china, Tarrío destacó la iniciativa de distintas cámaras del interior que, desde hace semanas, incrementaron el reclamo de normativas destinadas a proteger el comercio local.

"En todo el país hay cámaras que están haciendo fuerza para que se limite el avance de estos supermercados. Obviamente, esto no pasa por impedirle la libertad de comercio a nadie, sino de cuidar las fuentes de trabajo que ya existen en cada localidad. Una solución que ya rige en algunos municipios es el principio de residencia, que establece que para abrir un supermercado tenés que contar con, como mínimo, tres años de establecido en el lugar", afirmó.

Oposición interior
Más allá de la postura, hasta el momento, cautelosa de CAME, lo cierto es que en el interior los intentos por frenar la radicación de autoservicios orientales suman nuevos ejemplos prácticamente cada semana.

La última muestra: la preocupación que ya hicieron explícita diversos comerciantes de Santiago del Estero ante la decisión de Cedeapsa, una de las cámaras que aglutina a los emprendimientos asiáticos en el país, de profundizar la presencia de comercios chinos en esa provincia.

Hace pocos días Yolanda Durán, titular de Cedeapsa, anticipó los planes de la entidad en ese distrito. "En Santiago tenemos varios supermercados chinos que se instalaron en La Banda y en la Capital y de los que también vamos a ver que se vaya sumando a nuestra cámara bajo la consigna que tengamos unos 10 a 12 artículos a un precio homogéneo y más bajo que la competencia", declaró.

Mucho más cerca de Capital Federal, Berazategui, Necochea, Tandil y los municipios que integran el consorcio comercial Codenoba, esto es, Bragado, Alberti, Carlos Casares, General Viamonte, Hipólito Irigoyen, 9 de Julio, Pehuajó, Trenque Lauquen y Tres Lomas, son algunos de los que emitieron o trabajan en ordenanzas reguladoras.

En muchos casos, como aseguró a iProfesional.com Mariano Cadierno, jefe de Proyectos Especiales de Codenoba, la sensación es que la batalla por regular las radicaciones está perdida.

"De los diez municipios que integran Codenoba, el 60% reconoció que ya tiene algún tipo de supermercado chino funcionando. Lo que se está buscando en este momento, aunque quizá sea muy tarde, es que no haya nuevas aperturas. Que se establezca un tope de superficie comercial directamente relacionado con la cantidad de habitantes de cada lugar. Con eso se busca evitar la saturación", precisó.

Para luego añadir: "En algunos municipios, el cupo estimado para el área comercial ya está totalmente cubierto. En esos casos, los chinos no podrán instalarse. O les resultará mucho más complicado en términos burocráticos poder hacerlo. Fuera de eso, no hay mucho por hacer a excepción de intentar homogeneizar todas las ordenanzas que apuntan a desalentar más instalaciones".

En esa dirección, uno de los últimos distritos en concretar un cambio en sus disposiciones inherentes a la apertura de supermercados es Rojas, que hace pocos días redefinió una ordenanza y estableció criterios de proximidad entre autoservicios.

Según precisó la prensa local, "los locales de esas características (por los comercios chinos) tendrán que respetar distancias de 300 metros lineales entre uno y otro cuando superen los 270 metros cuadrados".

"La norma incluye, además, una consultoría con la Cámara de Comercio y los trabajadores de los gremios afectados a este tipo de tareas", indica un medio provincial.

El fragmento periodístico:

image placeholder


Alerta provincial
Por fuera de lo que sucede en la provincia de Buenos Aires, ahora el grueso de las alertas y las denuncias de las cámaras de comercio parece concentrarse en distritos como La Pampa, San Luis, la ya mencionada Santiago del Estero y Misiones.

En el primer caso, el reclamo de los empresarios locales se ajusta a la falta de una legislación que regule "la radicación de emprendimientos de capitales foráneos". De acuerdo a fuentes periodísticas locales, los comerciantes pampeanos aseguran que los supermercados asiáticos "resienten las economías regionales".

En La Pampa, destacan que los intentos por instalar autoservicios en ese territorio parten de inversores orientales con emprendimientos ya funcionando en ciudades bonaerenses como Trenque Lauquen.

La preocupación a los ojos del periodismo local:


image placeholder


Ya en San Luis, empresarios orientales confirmaron su interés por desarrollar supermercados en tres municipios puntanos: Juana Koslay, La Punta y Potrero de los Funes. En paralelo, el capital asiático también adelantó que buscará concretar negocios en el segmento turístico de esa provincia.

Aunque de manera solapada, representantes del supermercadismo puntano comenzaron a dar muestras de malestar. Y en esa provincia no se descarta que el empresariado local combine fuerzas en el corto plazo para exigir marcos que "fijen reglas claras y límites" para los inminentes inversores.

El detalle del interés oriental:


image placeholder


Pero la oposición más fuerte que encuentran hoy los autoservicios asiáticos se ubica, sin dudas, en el noreste del país. En la provincia de Misiones, el supermercadismo local no ha dudado en asegurar que los supermercados chinos "están matando" a los kioscos y las despensas locales.

Y además de solicitar controles que, de ser aprobados, directamente bloquearían la radicación de estos comercios, formalizaron denuncias relacionadas con la naturaleza de los puestos de trabajo que crea cada emprendimiento oriental.

"Los supermercados chinos fueron reemplazando a los trabajadores argentinos por empleados de origen asiático en Paraná", disparó la semana pasada Daniel Ruberto, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio misionero.

"Ellos no van al sindicato, pues no se quejan de cómo los tratan los empleadores y como casi todos los cajeros son trabajadores asiáticos no se emplea mano de obra local, lo cual redujo el nivel de complicaciones", agregó.

Las declaraciones, reproducidas por un medio misionero:

image placeholder


Los efectos del capital asiático, según la Cámara de Comercio de Posadas:

image placeholder


"Aunque se aplican normativas y se ajusten las pautas, lo cierto es que no se le puede impedir la posibilidad de comercio a ningún actor. Hasta tanto no se discuta la posibilidad de establecer un marco de gran alcance, a los autoservicios y almacenes locales no les queda otra que asociarse para competir", expresó a este medio Tarrío, de CAME.

"Buena parte de la receta del éxito de los supermercados chinos pasa precisamente por esa capacidad de unirse para realizar compras de mercadería en conjunto. Gracias a eso logran diferencias de precios. Quizá una solución pase por implementar una estrategia similar en las góndolas", añadió.

En sintonía con estos dichos, los pequeños supermercados del interior del país, nucleados en la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), ya adelantaron que desarrollarán estrategias de compras globales para bajar costos y agilizar logísticas. El objetivo, una obviedad: frenar el avance de los supermercados chinos.

Un tifón comercial
Con cifras que se incrementan casi mes a mes, la participación en ventas de los autoservicios chinos supera largamente el 40%, indicaron a iProfesional.com fuentes de NCC Consultores de Negocios.

El acierto estuvo en reconocer rápidamente el cambio que tuvo el consumidor, que empezó a refugiarse en formatos de cercanía que le aseguraban precio y variedad.

Por otro lado, lo notable de su posicionamiento es cómo le han ganado terreno a los grandes formatos, como los supermercados que, desde el año 2001, perdieron más de 10 puntos en manos de los espacios chicos, cayendo de 48 a 35 por ciento.

Según explicó Pablo Pyzyk, gerente de Retail Service de Nielsen, después de la crisis de 2001 el canal supermercadista comenzó a perder protagonismo, que lo ganó especialmente el de autoservicios y, en segunda medida, el tradicional.

"Al consumidor, en un contexto complicado, como el que se vivió hace más de ocho años, se lo capta rápidamente con el formato de conveniencia, tal como sucede con los autoservicios", señaló el directivo.

Además, hay que destacar que tal comportamiento no sólo se sostuvo, sino se incrementó, aún sin contar con los megadescuentos ofrecidos por las grandes cadenas.

En cuanto a la penetración por segmento socioeconómico, la virtud de los comercios orientales radica en que han logrado una distribución muy similar entre el público de los niveles altos, medios y bajos, con poco más de 30% de mercado en cada segmento.

Cultura de trabajo
Según fuentes del sector consultadas por iProfesional.com, el ahorro en costos que tienen los comerciantes chinos les permite ser competitivos en precios y continuar con sus planes de expansión, a pesar de la crisis.

Al parecer, esto parte de la misma administración de puntos de venta que, por lo general, siempre permanece en manos de los mismos dueños y familiares.

Los comercios asiáticos mantienen sus puertas abiertas a un promedio de 14 horas diarias, algo que sería muy costoso sostener con empleados.

Por otro lado, y éste es uno de los aspectos sobre los que más cargan las cámaras de comercio del interior, los mismos locales que alquilan para instalar el negocio suelen utilizarlos como vivienda, para lograr así una importante reducción de gastos.

Incluso, una parte del espacio, en general el destinado a la venta de carnes, frutas o verduras, suelen sub-alquilarlo a terceros, para así recuperar parte del costo de la locación.

Temas relacionados