Quizás usted tenga una "Saladita" muy cerca de su casa y aún no lo sabe

Un viento salado sopla sobre la escena comercial porteña. Lo que hace apenas un año era señalado como una tendencia menor hoy ya es visto como un aluvión con presencia en los principales barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

Las "saladitas", esto es, complejos comerciales que replican el modelo de comercialización de "La Salada" de Lomas de Zamora, pasaron de concluir 2010 con 22 centros de venta para, en lo que va de este año, crecer hasta sumar 34 emprendimientos distribuidos en zonas como microcentro, Chacarita, Once, Flores y Floresta, entre otras.

El avance de estas ferias queda de manifiesto al momento de contabilizar los niveles de facturación de los puestos que integran cada feria. Según datos aportados a iProfesional.com por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), cada vendedor recauda por mes unos 40.000 pesos.

En virtud de que la cantidad de puestos en la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a un relevamiento de Fecoba, totaliza unos 3.497 mini mostradores activos, el nivel de ventas de las "saladitas" alcanza, siempre en términos mensuales, casi los 140 millones de pesos.

Cada una de estas estructuras puede reunir hasta 400 stands, que operan bajo un sistema de comercialización de puestos que cotizan desde $4.000 el alquiler mensual, a unos u$s15.000, en caso de que se desee adquirir el punto de venta.

"El cambio de un año a otro es notable. Cerramos un relevamiento hace pocos días que arrojó 34 ferias, lo cual es un aumento sustancial si se piensa que el año pasado el total fue de 22 emprendimientos. Hablamos de ferias que mueven hasta 40.000 pesos mensuales por puesto", comentó a iProfesional.com Vicente Lourenzo, vicepresidente de Fecoba.

"El nivel de cómo esto está afectando a los comerciantes tradicionales se nota no sólo en las persianas que se bajan, sino también en la oferta de productos que se ofrecen en las vidrieras. Ahora antes de abrir un local primero averiguan si tienen una "saladita" cerca y, si esto es así, qué tipo de mercadería ofrece la feria para no competir de forma directa", agregó.

Lorenzo, quien además es secretario de CAME, sostuvo que este tipo de ferias comercializa productos "hasta un 60% más baratos que en cualquier local de galería".

"Esta diferencia de precios se logra por efecto de los impuestos que no pagan los feriantes. Además de la evasión también es fácil detectar falsificaciones de marca o la comercialización ilegal de elementos regulados por algún tipo de propiedad intelectual", aseguró.

Artículos de indumentaria femenina y masculina, ropa de bebé, elementos de telefonía celular, productos para el cuidado personal, anteojos, calzado, y electrónica para el hogar, son los que más se ofrecen en este tipo de puestos.

A continuación, un detalle pormenorizado sobre la ubicación y cantidad de puestos de las "saladitas" que hoy operan en Capital Federal:

Una cuestión de tamaño
Las ferias distribuidas en la geografía porteña presentan tamaños que varían en cada caso. Entre los emprendimientos de gran envergadura se destaca el centro de compras que funciona en Castelli al 200.

Dicho emplazamiento nuclea a unos 400 puestos divididos en tres niveles. Otra de las grandes alternativas en funcionamiento es Ambassador Factory Outlet, situado en el 777 de la peatonal Lavalle, que hoy ocupa parte del hall del cine homónimo que funcionara hasta agosto de 1998.

De acuerdo a Fecoba, la "saladita" en cuestión cuenta con unos 250 puestos. Un emprendimiento de igual magnitud es "Once Elefantes", en La Rioja 30.

Con alrededor de 200 pequeños stands, este centro de compras ubicado a escasos metros de plaza Miserere, comercializa desde ropa deportiva e indumentaria infantil hasta bijouterie y CDs de música y películas truchas.

En una reciente recorrida por la zona, iProfesional.com averiguó que los puestos de "Once Elefantes" se alquilan a $1.000 por mes, con una recarga de $250 extra en concepto de expensas.

"Punto Once", en tanto, concentra a cerca de 300 puestos en su base de operaciones de Pueyrredón y Sarmiento. Instalada en el enorme local que hasta hace unos años ocupara la cadena de indumentaria C&A, esta feria tiene en la comercialización de zapatillas y ropa deportiva a su principal actividad.

En el sondeo concretado por Fecoba también resaltan los 200 puntos de venta instalados en un local de Lima al 1700, barrio de Constitución, o los 170 activos en Perón al 2800.

"Más allá de los emprendimientos evidentes, hay ‘saladitas' donde funcionan puestos cada vez más reducidos. O, en su defecto, ferias en las que se alquilan percheros por un día. Eso da la posibilidad de que cualquiera se transforme en feriante por un día sin que ello implique algún control impositivo", indicó Lourenzo.

Legal o ilegal
Dado el poderío económico que ostenta este sector ya notablemente expandido en Capital Federal, la pregunta que surge es cuán legal resulta hoy poner en marcha una feria de estas características.

Ante una consulta de iProfesional.com, fuentes del gobierno porteño alegaron que siempre que se respeten las normativas vigentes en cuanto a salubridad, seguridad, e higiene "no existe un impedimento legal que bloquee las radicaciones".

En recientes declaraciones a un periódico porteño, desde la Dirección General de Fiscalización y Control de la Ciudad reafirmaron estos dichos.

"Siempre que se adhiera a las reglamentaciones de la Ciudad en materia de salubridad, higiene y seguridad no hay motivo para inhabilitar un emprendimiento. Basta que se ajusten a los requerimientos típicos de las galerías comerciales para comenzar a operar", comunicaron desde ese organismo.

El perfil de la feria madre
Fuente de inspiración y principal proveedora de los centros de compras que ya proliferan en la Ciudad de Buenos Aires, "La Salada" de Lomas de Zamora es considerada por la Unión Europea (UE) como la feria de mercadería falsificada más grande del planeta.

La conjunción de 15.000 puestos de venta de ropa, discos, películas y calzado distribuidos en la superficie de 20 hectáreas que constituye el emprendimiento, moviliza unos u$s9 millones por semana, según los propios cálculos de la UE.

La feria, en su base del conurbano, opera bajo un régimen de horarios y jornadas de apertura que siempre son rotativos. Normalmente, la feria -que inició sus actividades en 1992- abre sus puertas dos días a la semana, pasadas las 4 de la mañana.

Según Jorge Castillo -administrador de Punta Mogotes, el más importante de los centros de venta de " La Salada"-, las dos aperturas semanales que realiza la feria implican el movimiento de más de 1 millón de personas entre clientes, proveedores, transporte y personal al frente de los puestos de venta.

"Entre puestos oficiales, en la calle, sobre las vías y junto al Riachuelo, la feria tiene más de 60.000 comercios. Si bien hay algunos que facturan 40.000 pesos por día operativo, lo cierto es que el promedio es de 5.000 pesos. Por ende, ‘La Salada' mueve 300 millones de pesos cada vez que se abre", indicó a iProfesional.com.

Si se multiplica esta cifra, y teniendo en cuenta que la feria abre a un promedio de 9 veces por mes, el número al que se llega sorprende por lo contundente: 2.700 millones de pesos cada 30 días. Cabe aclarar que este medio no pudo corroborar la veracidad de esta cifra con otras fuentes.

Al momento de mencionar marcas nacidas de "La Salada", Castillo no dudó. "Prestige, por ejemplo, es una de las principales, aunque los dueños ahora nieguen su pasado. Ellos tenían un puesto cuando nació Punta Mogotes que les salió algo así como 3.500 dólares", aseguró.

"Otras conocidas son Scombro y Punto 1. Los que las crearon ocultan su pasado, pero tuvieron su origen en ‘La Salada'. Todos ellos fueron socios de la feria, aunque ahora no digan nada...", concluyó.