• 18/12/2025
ALERTA

Insólito: en kioscos faltan golosinas, galletitas y hasta chocolatines Jack porque los muñequitos vienen de China

Insólito: en kioscos faltan golosinas, galletitas y hasta chocolatines Jack porque los muñequitos vienen de China
30/08/2011 - 14:15hs
Insólito: en kioscos faltan golosinas, galletitas y hasta chocolatines Jack porque los muñequitos vienen de China

La historia se remonta a la última Pascua. En esa oportunidad, el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), a instancias de la Secretaría de Comercio Interior que encabeza Guillermo Moreno, frenó la entrada de huevos de chocolate, galletitas y todo tipo de golosinas provenientes de Brasil.

La medida tomada en ese momento consistió en no extender las autorizaciones que permiten la comercialización en la Argentina de alimentos producidos en el exterior.

Para hacerlo simple, la entrega o no de los avales del INAL opera de una forma similar al régimen vigente de licencias no automáticas que hoy obstaculiza el ingreso de electrónicos, entre otros productos.

En la última Pascua, el ente oficial suspendió por casi 20 días los permisos para que camiones varados en la frontera con Brasil ingresen al país y hagan concreta la distribución de los productos que éstos transportaban.

La consecuencia: el grueso del stock comestible llegó a las góndolas varios días después de concretada la celebración religiosa.

En el peor de los casos, no faltaron los chocolates que tuvieron que ser tirados a la basura por cuestiones como el vencimiento de la mercadería o el desmejoramiento de la calidad de los productos.

Pasó el tiempo, y ahora vuelven a encenderse las luces de alerta para los comerciantes locales. Sucede que, según pudo averiguar iProfesional.com, las trabas no sólo continúan sino que se habrían profundizado en las últimas semanas.

De ahí que, de acuerdo a fuentes de entidades como la Unión de Kioskeros de la República Argentina (UKRA), casi la totalidad de los 9.700 kioscos que operan en la Ciudad de Buenos Aires sufren algún tipo de faltante de mercadería importada.

"Todo se debe al freno que impone la Aduana. Hasta Kraft y Arcor, que producen en el país, tienen problemas de abastecimiento porque hay materias que las importan. Esto se profundizó de principios de año a esta parte. Hay importadores que tienen hasta 10 contaniers cada uno frenados en la Aduana", aseguró a iProfesional.com Eduardo Medaglia, titular de UKRA.

Chocolates como el Jack -cuya tradicional figura de colección se fabrica en China-, las pastillas Mentos y Chupa-Chups que elabora la compañía italiana Perfetti Van Melle, y chicles como el Beldent Infinit, que se producen en México, por citar algunos nombres, prácticamente desaparecieron de los estantes.

Y algo similar ocurre con algunas etiquetas de galletitas o caramelos como los que fabrica la multinacional Riclan. El tenor del bloqueo es tal que hace escasas semanas la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) explicitó su enojo por la detención de camiones en zonas fronterizas cargados con mercadería producida en Brasil.

Sólo entre mayo y junio alrededor de 15 fabricantes brasileños de golosinas sufrieron el bloqueo de mercaderías en la Aduana argentina.

Según detalló Paulo Skaf, titular de la Fiesp, "en los últimos meses unos 5 millones de dólares en chocolates y caramelos, y casi 1 millón de dólares en galletitas se vieron afectados por las trabas" impulsadas por el Gobierno nacional.

El caso brasileño sirve para graficar la evolución que viene mostrando la Argentina como escenario dominado por las restricciones a la importación.

En esa dirección, y de acuerdo a estadísticas de la mencionada Fiesp, desde 2008 el país aumentó de manera significativa la lista de artículos con licencias no automáticas.

Hace tres años había sólo 53 ítems en la nómina; hoy hay 577, y las licencias se demoran ahora hasta cuatro meses en ser aprobadas.

En el caso de los alimentos, los bloqueos corren por cuenta del INAL, y son realizados con la libertad que permite la posibilidad de aplicar vetos que no están fijados en ninguna normativa concreta.

Una barrera invisible pero infranqueable
"La manera en que opera el INAL frenando la importación de algunos alimentos importados, se ajusta a la posibilidad de poder aplicar trabas o suspensiones sin que ello responda a una determinada resolución", comentó a iProfesional.com Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com.

"Las medidas que establecen el bloqueo no están escritas en ningún lado. Por ende, quien determina la barrera puede imponerla sin inconvenientes hasta que el país afectado nota esto y decide plantear una queja. Pero, mientras tanto, se fijan obstáculos que son muy difíciles de mensurar. Por eso a veces el faltante puede no ser tan visible", agregó.

Según el analista, las trabas son aplicadas "con clara intencionalidad". En tanto, "los certificados para los alimentos que normalmente demoraban un tiempo corto, ahora tardan el doble o el triple de lo habitual".

"Esto termina generando costos adicionales para los importadores. Además de incertidumbre y un clima de negocios muy inestable. En definitiva, son elementos que se combinan para, en su conjunto, terminar por desalentar la importación en sí misma", dijo.

Claverí descartó que la imposición de barreras responda, principalmente, a la decisión del gobierno de avanzar con la sustitución de importaciones.

"En el caso de los alimentos, lo que se está haciendo es más cuidar que los dólares no terminen yéndose a otro lado. No pasa tanto por la cuestión de la industrialización, ya que Argentina tiene una ventaja comparativa a nivel mundial en lo que hace a este tipo de productos", aseguró.

"El problema de estas medidas está en que resulta complicado identificar en qué momento se aplican o a qué productos puede tocar específicamente. Se han impuesto frenos a chocolates, galletitas o caramelos que no se producen en la Argentina, por lo que ahí la idea de la sustitución debe quedar de lado", expresó.

Productos que desaparecen
"Desde hace dos meses al menos dejamos de recibir las pastillas Mentos. Primero empezaron a faltar algunos sabores específicos, y luego el faltante empezó a llegar a todas las opciones. Los distribuidores de entrada te reconocen que los stocks están todos frenados en la Aduana", sostuvo a iProfesional.com el propietario de un kiosco situado en pleno barrio de Palermo.

"Después lo mismo se empezó a extender a chocolates que vienen de afuera. O a caramelos ácidos y dulces, como en el caso de los Wonka Nerds, que vienen de Nestlé. También dejamos de recibir los chicles Extra (fabricados por la multinacional Wrigley)", agregó.

El comerciante consultado aseguró que los distribuidores "se resignan a que ellos también perderán plata. Son empresas que, de un modo u otro, ya pagaron por mercadería que no logran hacer entrar al país".

En otro punto de la Ciudad, más precisamente en Caballito (Acoyte y Rivadavia), una vendedora se disculpó por el faltante de las tradicionales "gomitas" dulces.

"Nos quedan alternativas que hacen acá, en el país. Son bastante artesanales, pero la gente las acepta. Los proveedores no están entregando los caramelos más caros, que son los que vienen de afuera. Dicen que hay un problema y los importados tardarán en volver a tener stock", comentó a iProfesional.com.

Una escena similar detectó este medio en distintos kioscos del microcentro porteño. "Mentos ya no vendemos", "Chocolate importado no queda hasta nuevo aviso". "No nos están entregando Chupa-Chups". "La semana que viene deberíamos tener los Beldent que vienen en cajita, los traen de afuera", fueron los comentarios escuchados al momento de pedir golosinas importadas.

Un caso cuanto menos sorprendente es el de los chocolates Jack, un verdadero clásico argentino fabricado por la firma Felfort.

De acuerdo a un comerciante consultado por iProfesional.com, "no se está entregando porque si bien el producto se hace en el país, el juguete que acompaña al chocolate -el tradicional "muñequito" Jack- se fabrica en China".

"El distribuidor informó que, precisamente, por las trabas de Aduana que pesan sobre algunos productos chinos, el chocolate no está llegando a los kioscos en la cantidad habitual. Hasta que no se destrabe eso, el stock seguirá siendo limitado", dijo.

La visión de kiosqueros y distribuidores
Desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) su titular, Eduardo Medaglia, reconoció la profundización de los faltantes producto de las políticas que coordina la Secretaría de Comerio Interior.

"Hace muy pocos días hablé con un importador de golosinas y me reconoció que tiene al menos 10 containers parados en la Aduana. Hubo compañías que todavía se ven afectadas por las pérdidas del bloqueo que sufrieron en Pascua", aseguró a iProfesional.com.

"Los chocolates importados no están entrando en su mayoría. Increíblemente es la época de mayor consumo del país por la estación y el stock de afuera es mínimo. Tampoco están ingresando galletitas premium y marcas de chicles que vienen, por ejemplo, de México", añadió.

Medaglia indicó que "Brasil es quien más sufre las trabas ya que es el país que mayor cantidad de fábricas proveedores posee en la región".

"La pregunta del millón es cuánto durará esto. Esto puede derivar incluso en el retraso de lo que se produce en Argentina, porque además de ampliar la oferta, los productos extranjeros obligan a los locales a evolucionar en cuanto a cantidad de líneas, calidad de los ingredientes, y mejoramiento del packaging. Suena extraño, pero de prolongarse en el tiempo la medida puede ‘avejentar' el producto local respecto del foráneo", dijo.

Desde la Asociación Distribuidora de Golosinas y Afines (ADGYA), organización que nuclea a los proveedores de la Ciudad, Ricardo Lorenzo, gerente de gestión de la entidad, señaló a iProfesional.com que "los faltantes están, aunque muchas veces no se notan visualmente".

"Los distribuidores, igualmente, vemos que el problema se hizo más notorio hace algunas semanas. Se acotó la reposición. Lamentablemente, eso se conjuga para colocar a los comercios en una situación delicada. La rentabilidad, por causas como los faltantes o el alza de los costos, viene complicando la supervivencia de los empresarios del sector de los kioscos", concluyó.