Por la caída del turismo, las casas de shows de tango trabajan a media máquina
La caída en el arribo de turistas extranjeros no sólo afecta a los hoteles, que registran una baja ocupación, sino que también impacta en las tradicionales casas de shows de tango, que cuentan cada vez con más mesas vacías.
En 2012, la llegada de extranjeros al país se redujo un 4,6% y acumula una baja de 15% en el primer cuatrimestre del año, según el INDEC.
Esa menor cantidad de extranjeros se siente en los shows de tango porteños, según un sondeo realizado por El Cronista.
“Es muy dura la caída; la temporada alta pasada, de septiembre a abril, fue mala. Contra el año anterior, el negocio cayó un 25%. Pero ya comenzó a bajar desde 2010, último año bueno.
"Frente a ese año, la cantidad de tickets vendidos se redujo de 60% a 65%"”, precisa Leandro Severino, gerente de Michelangelo y de Tango Show, que vende entradas para las principales casas de tango desde que cerró el local propio en 2008, al prever un complejo escenario futuro.
Hoy, muchas casas trabajan al 30% o 40% de su capacidad. Si bien junio es tradicionalmente un mes de baja temporada y esperan una mejoría para septiembre, cuando comienza la época de arribos de cruceros, las expectativas no son demasiado alentadoras a futuro. “Inciden varios factores.
La crisis mundial redujo el movimiento de turistas.
"También es temporada baja hasta septiembre, y el destino es caro para los extranjeros; los brasileños van ahora a Miami u otro destino"”, comenta Luis Veiga, presidente de El Viejo Almacén, de San Telmo, una de las más tradicionales. “
"Nosotros abrimos todos los días, todo el año; no podemos cerrar por respeto a la gente que reservó. Hoy trabajamos a un 30% de nuestra capacidad, lejos del ideal, lo hacemos a pérdida. Tenemos capacidad para 230 personas, y a veces abrimos por 15, 20 o 30 personas”", admite Veiga.
Pero no es la única. “En los últimos años hubo una baja notable, tanto en el mercado turístico como corporativo.
"Las empresas tienen poco presupuesto, no viajan ya tanto y si vienen, llegan menos personas. Buenos Aires está cara para los extranjeros, nos ganan otros destinos turísticos, como Lima, que desarrolló un polo gastronómico interesante. Los brasileños ya no vienen tanto, viajan más a otros lugares, como Miami, estamos caros"”, explica Gustavo Planas, encargado de Ventas de El Querandí. “
"Un show promedia u$s130, u$s140, según el lugar. Antes venían con dólares y gastaban sin importar; hoy se cuidan más y buscan descuentos. Trabajamos hoy al 40% o 45% de nuestra capacidad de 200 personas"”, admite Planas.
En un contexto de clientes decreciente, la competencia entre los locales que ofrecen shows aumenta. Esto también impide ajustar los precios en función de la inflación. “
"No podemos trasladar a la gente los costos internos, porque hay mucha competencia. Hoy la gente te cambia por otra casa por pocos dólares de diferencia o por una copa de champagne de más. El verano pasado trabajamos con más público pero con menos ingresos que otros años. La cena show cuesta u$s130, con transfer incluido; en enero costaba u$s125, ajustamos sólo u$s5. El show sólo vale u$s100”", dice Planas. Y admite: "“Siempre trabajamos todos los días, pero ahora cerramos los lunes”".
El Viejo Almacén, donde la cena show cuesta $700 y el show sólo $450, también trabaja a pérdida y no ve una pronta salida a la crisis del negocio.
“Por la caída, algunas casas cierran algunos días y otras se están orientando más a los eventos corporativos o sociales. Hay una fuerte competencia. Muchos ofrecen promociones para shows, sin bebidas; otros, por lo bajo, dan 2 por 1 para argentinos”, precisa Severino, de Tango Show.
Según datos del mercado, las casas que ofrecen shows se quedan con poco de lo recaudado; gran parte va a los que venden los tickets. “Se piensa que con lo que cobran las casas no deberían tener problemas. Pero los gastos fijos son altos y además los hoteles se quedan con 30% a 40% del valor de la entrada y las grandes agencias, hasta con el 66%”, advierte una fuente.