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¿Cómo sigue el "Prip"?: Nextel no encuentra socios y debe replantear su estrategia para competir en el paí­s

La firma enfrenta una situación sumamente delicada a nivel mundial y en el plano local no pudo presentarse en la licitación para servicios de 4G
06/10/2014 - 18:30hs
¿Cómo sigue el "Prip"?: Nextel no encuentra socios y debe replantear su estrategia para competir en el paí­s

Se tuvo que bajar de la licitación por el servicio de telefonía 4G impulsada por el Gobierno. Tampoco ha podido concretar la entrada de nuevos socios que aporten capital, tal como preveía inicialmente.

Lo cierto es que Nextel atraviesa un escenario sumamente complejo, tanto por las dificultades financieras que atraviesa a nivel global -que han llevado a la firma al borde del precipicio- como por los problemas que enfrenta para competir en el plano local.

Frente a este difícil panorama, intentará abrirse camino en la provisión del servicio 4G a través de una "fórmula propia".

Dada la dilación en torno al ingreso de Matías Garfunkel y Sergio Szpolski como socios, desde la compañía optaron por retirarse de un proceso licitatorio que le habría significado un desembolso superior a los u$s1.500 millones para redes e infraestructura.

Según revelaron a iProfesional fuentes del sector, esta abultada cifra se convirtió en el principal obstáculo para que los empresarios mencionados avancen en la compra de la filial local.

"Interpretaron que quedarse con la operadora en el país les iba a significar desembolsar varios millones en la adquisición para luego tener que aportar todavía más capital para cumplir con las pautas que fijó el Gobierno para los licenciatarios del 4G. Es por eso que, aunque las conversaciones continúan, Szpolski y Garfunkel pusieron un freno de mano en la compra", indicó un ejecutivo consultado.

El binomio, en cambio, sí avanzó en sellar la operación de Nextel en Chile. En ese caso, el monto involucrado fue de u$s35 millones, para desarrollarse en un mercado en el que la firma es deficitaria.

La compañía en el país trasandino inicio sus servicios de comunicación móvil de última generación (telefonía celular y banda ancha Móvil) en abril de 2012. Es un operador integral, que cuenta con una red propia de cobertura nacional, más de 60 puntos de venta funcionando en el país y unos 260.000 clientes.

El acuerdo se produjo casi al mismo tiempo en el que la empresa en Estados Unidos (NII Holdings) reconociera su intención de acogerse al "Chapter 11" -mecanismo legal al que recurre una firma cuando está al borde de la quiebra-, lo que provocó la mayor caída del precio de la acción en su historia.

"Si bien Nextel viene operando con pérdidas en Chile, los empresarios tomaron en cuenta que, por ejemplo, ya cuenta con todas las licencias para brindar nuevos servicios, por lo que no habría necesidad de desembolsar tanto capital como en la Argentina", explicó la fuente consultada, que pidió reserva de identidad.

"En el país, en cambio, deben pagar por la adquisición para luego invertir en 4G, en medio de la incertidumbre que trae el no saber qué pasará a nivel político y económico", agregó. 

El "Prip" complicado
En este escenario, la filial local requiere imperiosamente planificar un nuevo rumbo para poder seguir mejorando sus servicios y no perder el tren que imponen las nuevas tecnologías.

Con más de 2 millones de clientes y una facturación cercana a los $3.000 millones por año -volumen que la ubica entre las 100 compañías que más facturan en la Argentina-, en la operadora evalúan la puesta en marcha de una opción que iProfesional anticipó en marzo: su propio 4G.

Esta opción, basada en tecnología LTE (Long Term Evolution), se basa en otorgar una mayor velocidad de conexión a la web, al mismo tiempo que posibilita descargas sin cortes.

En paralelo, el 4G LTE -al funcionar en una frecuencia diferente a la del 3G- abre la puerta al desarrollo de comunicaciones más baratas a través de la Voz sobre IP (VOIP).

Según datos aportados a iProfesional por la agencia Intuic, el estándar LTE "cuenta con una velocidad de descarga que supera los 40 Megabytes por segundo y permite subir datos a la red a 10 Megabytes por segundo".

El inconveniente radica en poder montar este estándar en la infraestructura que ya está funcionando.

"La red que posee es compatible con esta tecnología. Es decir, se podría operar dentro de las frecuencias que ya tiene. La intención es que la empresa no quede estancada y, llegado el caso, se discutirá con el Gobierno para que permita esta opción", aseguró a este medio un allegado a la empresa.

Sin embargo, este camino por el que piensa transitar es, cuanto menos, incierto y complicado, a ojos de los expertos del sector.

El dilema más leve, según Enrique Carrier, titular de la consultora homónima, es que ese plan de migración hacia otra tecnología está asociado a tener que efectuar un apagón para completar el proceso. "En Estados Unidos, cuando se dio el cambio con la compañía, se hizo de esa manera aunque la migración fue rápida", sostuvo.

El otro problema, bastante mayor, radica en que el cambio de los equipos -que además le demandará una cuantiosa inversión-está asociado al riesgo de no saber si hay buena disponibilidad de aparatos para ese LTE", completó.

"Cambiar 2 millones de terminales, por ejemplo a un precio de u$s100 cada una, obliga a desembolsar unos u$s200 millones. Esa cifra, deberá salir de la caja de una empresa que aún no ha podido sumar nuevos socios que aporten capital", afirmó el experto.

"Si no consigue dinero fresco, la operatoria se le hará muy cuesta arriba, por más factibilidades técnicas que evalúe. Lo más grave es que la empresa viene perdiendo clientes de banda alta que, como pasa en todo el mundo, utilizan teléfonos inteligentes y exigen cada vez mejores servicios de conectividad", agregó un ejecutivo del sector que pidió no ser mencionado.

En el rubro de las telecomunicaciones, no faltan las voces que afirman que Nextel tratará de continuar operando, como viene haciéndolo hasta ahora, "mientras logre mantener algo de rentabilidad".

De no darse este escenario, es probable que haga lo que ocurrió otras veces con otras operadoras: cuando el negocio deja de ser negocio directamente optan por desprenderse de sus antenas y tendidos para vendérselos a otro operador.

Este desmantelamiento aun no se ve en lo inmediato, pero podría ser una salida lógica (y hasta obligada) si no consigue los socios que quieran invertir en la firma o no logra mantener sus números en positivo.

Un "4G propio", en proceso de evaluación
Mientras tanto, fuentes cercanas a la compañía señalan que la empresa tratará de no perder el tren del 4G.

"Recién se acaba de definir quiénes competirán y la empresa comunicó que no participará. Eso implica replantear la estrategia y evaluar las posibilidades de operar bajo nuevos estándares. La situación en este momento es la del comienzo de una etapa de evaluación", aseveró un allegado a la firma.

Hace pocos meses, fuentes cercanas a Nextel hicieron saber a iProfesional que "en otros países la empresa no tuvo problemas en ganar las licitaciones para brindar 3G. En Argentina, como ese proceso no se dio, se empezó a trabajar en la idea de migrar hacia una tecnología todavía superior".

Por lo pronto, sin haberse presentado al proceso licitatorio, la compañía buscará no perderle pisada al 4G a partir de la "fórmula propia" mencionada (ofrecer el servicio dentro de las frecuencias que ya posee).

Claro que el interrogante pasa por saber si la firma cuenta con la espalda financiera suficiente para avanzar en esa estrategia.

"Se harían inversiones para llevar a cabo este proceso con desembolsos muchísimos más bajos que los exigidos en la licitación oficial. Nextel ya tiene su red construida, de modo tal que debería destinar capital para adaptar lo que ya está funcionando y reemplazar las terminales", destacaron fuente ligadas con la compañía.

"Haber ingresado en la licitación del Gobierno hubiera sido una irresponsabilidad, por el contexto en el que Nextel está inmersa y porque los requerimientos del Gobierno implicaban unos u$s1.500 millones. Lo más prudente fue no participar, porque esa inversión tendría que ser afrontada sólo con capital local", completó.

Otras firmas picaron en punta
En la licitación en la que avanzara la Secretaría de Comunicaciones para servicios de 4G, Telecom, Telefónica y Claro picaron en punta.

A un lado de la competencia quedaron Nextel y Cablevisión, la operadora del Grupo Clarín que también pretende hacer pie en el negocio de la telefonía.

Esta última impugnó el pliego y hasta reclamó la suspensión del proceso exigiendo la redacción de un nuevo marco.

Argumentó que la licitación fue orientada a cederle las bandas a las telefónicas, "de manera que consoliden su posición en el mercado".

En paralelo, Clarín denunció que el pliego "promueve la concentración del espectro y evita la competencia, impidiendo el ingreso al mercado de servicios de telecomunicaciones de nuevos prestadores".

En simultáneo, la empresa de medios criticó que se permita participar a Movistar y Personal, alegando que ambas operadoras "tienen vínculos societarios".

Por otra parte, Clarín rechazó la obligación de efectuar depósitos en dólares que estableciera el Gobierno para el proceso, destacando esta condición como una "grave afectación del derecho de igualdad de las licenciatarias nacionales que no poseen ingresos en divisas extranjeras ni cuentan con casas matrices que estén en condiciones de cumplir con esta exigencia".

Sorprendió en el sector la cuarta empresa que compró pliegos: Arlink, la proveedora de acceso a Internet de Supercanal, el cable del Grupo Vila-Manzano.

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