ProCreAuto no arranca: se multiplican las denuncias, se frenan las entregas y suben los precios

Es otro "caballito" de batalla al que apostó el kirchnerismo y que, a juzgar por las críticas de los interesados en adquirir un 0Km, siembra serias dudas en cuanto a su operatividad. 

A poco menos de seis meses de puesto en marcha, el programa ProCreAuto -para la adquisición de vehículos a tasas más bajas que las de mercado y financiamiento a 60 meses- no hace más que alentar las quejas y cuestionamientos de quienes se acercan a los concesionarios.

A escasos días de la entrada en vigencia de la fase II del plan, esas mismas complicaciones son reconocidas incluso por funcionarios y organismos del Gobierno.

Por lo pronto, la Secretaría de Comercio Interior detectó agencias de autos y terminales que mantienen frenados más de 10.000 créditos otorgados por el Banco Nación, habida cuenta de los problemas vinculados con la entrega de unidades.

A tales complicaciones derivadas de la falta de stock, se suma el hecho de que hay automotrices que no han decidido no continuar en la segunda etapa del programa.

En otros casos, se solicita a los interesados que cambien lo preacordado en la primera etapa por un vehículo que forme parte de la segunda, lo que les acarrea una costo mayor.

También hay concesionarias que ya directamente no toman señas ni aceptan tal preacuerdo bajo el argumento de que no tienen la certeza de que van a recibir la unidad solicitada al precio estipulado o en los plazos previstos.

El reflejo de estos inconvenientes se encuentra en Defensa del Consumidor, en donde existen más de 800 denuncias presentadas, derivadas de inconvenientes para hacerse de la unidad y de los incumplimientos por parte de las agencias.

En respuesta, la entidad avanzó en la implementación de multas a las terminales -Peugeot fue la primera, luego continuó Renault- por infracción a la ley 24.240 de Defensa del Consumidor.

En paralelo, el mismo organismo comenzó con la citación a audiencias de conciliación en sus oficinas a las que deben asistir denunciantes, concesionarias y representantes de las automotrices.

Demoras de tres meses
Las demoras en las entregas ya se extienden a más de 90 días, aseguraron a iProfesional distintos particulares que ingresaron a ProCreAuto.

Esto, además de representar un dolor de cabeza para quienes solicitan los créditos, va en contra del reglamento del plan, que establece que la operación de compra y entrega debe hacerse efectiva dentro del los 30 días de aprobada la línea del Banco Nación.

"Al banco no le queda otra que prorrogar de forma automática los plazos. Porque, para mantener el beneficio, el interesado tiene que entregar un certificado que extiende la concesionaria y que indica que la operación ya fue realizada y sólo falta el vehículo. Muchas agencias directamente se niegan a dar ese papel por temor a alguna represalia oficial", comentó a este medio Luis F., adherente al ProCreAuto de Capital Federal.

En tanto, el Gobierno alega que no hay faltantes de autos y que lo que impera es una maniobra especulativa de las terminales y agencias para desalentar las compras financiadas a través del programa.

El certificado que exige Banco Nación no haría más que poner de manifiesto cuáles son las concesionarias que estarían incumpliendo con las entregas y por eso la reticencia a entregarlos. 

A tono con la posición del kirchnerismo, trascendió un informe de la Secretaría de Comercio en el que la dependencia en cuestión asegura haber constatado que algo más del 50% -sobre una muestra de 112 agencias relevadas- adujeron tener falta de stock o tener que entregar los vehículos en plazos muy superiores a los previstos.

En su sitio oficial, la propia Cristina Kirchner divulgó el siguiente gráfico que expone cuáles son los principales "nubarrones" que complican al ProCreAuto:

Tal como se puede apreciar, la Presidenta dio cuenta de que casi el 60% de los inconvenientes se deriva de la falta de 0km. En tanto, un 25% se vincula con la aparición de costos adicionales o incrementos en las cuotas estipuladas.

En falta
El faltante también es reconocido por la Asociación de Concesionarias de Automotores (ACARA). Hace pocos días, Dante Álvarez, directivo de la entidad, aseguró que "hay demoras de hasta tres meses en las entregas, dependiendo de las automotrices".

"No todas las marcas responden igual ante la demanda de unidades", remarcó.

En paralelo, y tras el lanzamiento del ProCreAuto II, también se multiplicaron las quejas de aquellos que, con la aprobación del crédito hasta el 24 de septiembre -fecha en la que venció la primera parte del plan- no obtienen el reconocimiento del mismo en las concesionarias.

En este sentido, particulares consultados señalan que al no tomarse en cuenta los trámites para la primera etapa, las agencias lo que hacen es obligar al interesado a reiniciar la compra.

El problema para el usuario radica en que la fase II de la iniciativa incluye modelos más caros que ProCreAuto I.

Además, en la segunda parte se redujo la cantidad de modelos de 42 a 24.

A esto se suma que las terminales dejaron de ofrecer los más baratos y se enfocaron en líneas mucho más costosas.

El siguiente cuadro muestra los modelos que participan de la iniciativa del Gobierno en su segunda etapa:

Algunos de los cambios más notorios que implementaron los fabricantes:

1. La línea Peugeot 308 retiró dos modelos para ingresar cuatro opciones con precios hasta un 20% más caros.

2. Lo mismo sucedió con el Citroën C4, con vehículos que cuestan $240.000 en vez de los $208.000 de la primera parte.

3. En el caso de Renault, eliminó los tres modelos más baratos de Clío Mío (todos de tres puertas) y también dejó fuera del programa al utilitario Kangoo. Los valores parten de los $110.000 hasta los $238.000.

4. Toyota también subió los precios: para la pickup 4x2 cabina simple el incremento ha sido del orden del 5% ($235.000).

5. Ford dejó de promocionar al Focus 5 puertas y mantuvo dos modelos de pickup Ranger, pero con aumentos de más del 6%. Así, la cotización de estas últimas no baja de los $260.000.

6. Volkswagen también incrementó cerca de un 5% la Amarok 4x2, por la que ahora deben desembolsarse unos $240.000. Su propuesta más barata, el Suran 1.6, parte de los $171.000.

Quejas en primera persona
La disputa en torno a la falta de vehículos por parte de las terminales o concesionarias y el incremento de precios de la fase II, hacen que se multipliquen las quejas entre quienes confiaron en la propuesta oficial.

Marcos E., un particular que sufre estos embates, detalló a iProfesional las distintas complicaciones por las que debe atravesar: "Todo es muy confuso. El ProCreAuto I venció el 24 de septiembre y el Banco Nación recién me otorgó el crédito el día 29. Esto generó un gris que hace que no se sepa cuál plan es el que aplica y qué precio le corresponde al auto que yo quiero comprar". 

"Además, está la confusión y el desorden en las concesionarias. Mientras que algunas te piden una seña, otras te dicen que no tienen autos del plan y algunas te dicen que esperes hasta noviembre porque habrá más stock. En el interín, los precios, equipamientos y modelos cambian, así que uno se queda sin saber qué hacer", agregó.

No es, por cierto el único afectado: hay 12.200 autos que aún se deben de Procreauto 1.

Otro de los afectados, Matías M. señaló: "El Banco Nación te informa que tenés 30 días para cerrar la compra o, en todo caso, que solicites a la concesionaria una carta compromiso de que te van a dar el auto. Pero la agencia no te la da. Por ende, tenés que rogar que el banco te prorrogue ese lapso de tiempo hasta ver si el auto que querés comprar sigue estando".

Fuentes de la industria comentaron a iProfesional que la escasez de vehículos no responde tanto a una estrategia de los fabricantes de esperar mejores precios ante una eventual suba del dólar. Más bien, aseguran que obedece a las dificultades que enfrenta la industria para terminar los vehículos por faltante de autopartes provenientes Brasil.

"Como el Banco Central no entrega dólares suficientes para la compra de piezas importadas, entonces las automotrices no pueden hacerse de los insumos que necesitan y así no pueden cumplir con la demanda. Es como un círculo vicioso", señala el directivo de una automotriz que pidió reserva de identidad.

"Es decir, se nos pide que cumplamos con ProCreAuto pero, a su vez, no podemos importar autopartes porque el Gobierno no tiene dólares, lo que hace que no podamos terminar las unidades y quedemos en falta", disparó.

De hecho, trascendió que el secretario de Comercio, Augusto Costa, increpó a un ejecutivo de Renault: "Si no cumplís con los precios y plazos pactados te voy a aplicar todas las multas que hagan falta".

En las redes sociales, el malestar está a la orden del día (ver imagen):

Más reclamos en Twitter:

Otro aspecto polémico que se da en torno al ProCreAuto II refiere a las denuncias en torno a los costos adicionales que algunas concesionarias le cobran a los beneficiarios del plan.

En este sentido, Defensa del Consumidor multó a varias agencias por cobrar hasta $10.000 extra a quienes adhieren a la línea de crédito.

El incremento en cuestión incluso fue impuesto a quienes ya contaban con el préstamo para cerrar la operación a través del ProCreAuto I.

También sucede que por renovar los créditos que fueron entregados previos al 24 de septiembre, cuando finalizó la primera parte, se les cobra un extra por la actualización en el precio de los vehículos.

Mercado deprimido
Tal como diera cuenta iProfesional, el mercado automotriz aún no ha podido recuperarse de la devaluación, impuestazo y pérdida de poder de compra del salario.

Sobre este último punto, durante varios años y hasta 2013, la evolución de los precios de los autos jugaba a favor de los argentinos, dado que en cada período necesitaban menos salarios para subirse a un 0Km.

Considerando como referencia un Volkswagen Gol Power -con motor 1.4, aire y dirección-, uno de los más accesibles del mercado, en 2011 se requería el equivalente a 10 salarios.

A fines de 2013 se llegó a uno de los momentos más convenientes: para acceder a ese mismo vehículo (valuado en $66.500), se necesitaban apenas 8,9 ingresos.

Sin embargo, tras la abrupta suba de precios, en la actualidad pasaron a requerirse de 11 ingresos promedio para poder subirse a esa unidad (ver cuadro).

Es decir que la relación precio/salarios volvió a ubicarse en el nivel más alto de los últimos cuatro años.

Este encarecimiento, sumado a los problemas que acarrea ProCreAuto y a la caída de expectativas, dio lugar a un verdadero desplome en los patentamientos.

De hecho, en octubre cayeron un 40% y marcó su peor registro para ese mes desde el 2009.

Las ventas de unidades nuevas anuales llegan a 615.000, mientras que para el mismo período de 2013 ya se habían patentado unas 844.000, lo que significa una caída del 27% en lo que va del año.

De este complejo panorama también dieron cuenta las estadísticas ADEFA, que muestran que hay que retrotraerse al año 2009 para encontrar cifras de fabricación, exportaciones y ventas a concesionarios más bajas que las actuales. 

Las mayores restricciones al acceso de dólares impusieron un límite a la recuperación del mercado y de la producción. Las terminales estuvieron casi un mes sin acceder a las divisas y finalmente acordaron un cupo de apenas u$s100 millones mensuales para el pago de autopartes al exterior.

Desde las compañías señalan que requieren de al menos cinco veces más que ese tope para poder operar normalmente.

Bajo la óptica del economista Gonzalo Dalmasso, de Abeceb, las perspectivas se han deteriorado considerablemente en los últimos meses.

Según este analista, "para dejar atrás la crisis, el sector no necesita créditos públicos. Requiere dólares".

Por lo pronto, las intenciones del Gobierno de incentivar el consumo privado en un contexto recesivo, se enfrentan con la cruda realidad de la falta de divisas.

En la recta final del año y en un período en la cual estacionalmente se registran los menores niveles de patentamientos, desde Abeceb ajustaron las proyecciones a la baja y ahora estiman que 2014 cerrará con 685.000 unidades vendidas.

De concretarse esta cifra, esto implicará que el mercado se achicará en 270.000 unidades respecto de 2013 (caída de casi el 30%), tocándose además el registro más bajo de los últimos cuatro años.