El Gobierno prevé $1.500 millones para reactivar el tren al nordeste

El Gobierno invertirá $1.500 millones en 2017 para iniciar la obras que volverán a llevar el tren al nordeste argentino, zona que supo recorrer hasta principios de los años 90 el desaparecido Ferrocarril General Urquiza.

Fuentes gubernamentales confirmaron que la partida contemplada en el Presupuesto 2017, aprobado por la Cámara de Diputados en la madrugada del jueves, será utilizada para iniciar las obras que permitirán el regreso del transporte.

Si bien aún no fueron revelados los detalles del plan oficial, el tren volvería a contemplar los ramales que unen las provincias de Entre Ríos, Corrientes y las ciudades misioneras de Posadas, Garupá y Apóstoles con la estación Lacroze en la Capital Federal.

El Ferrocarril General Urquiza dejó de circular a partir de marzo de 1993 cuando el entonces gobierno de Carlos Menem discontinuó los servicios de trenes interurbanos de pasajeros, lo que impactó negativamente en cientos de pueblos.

El diputado nacional por Misiones Luis Pastori (UCR) dijo que las obras iniciarán por la reparación y recambio de vías, dado que gran parte del tramo está en malas condiciones debido al total abandono de 23 años.

Pastori señaló que las obras podrían iniciarse para restablecer servicio de carga en una primera etapa y luego avanzar sobre el transporte de pasajeros, dado que también se deben adquirir las formaciones.

Trescientos vagones de carga originarios de China llegaron el 29 de octubre pasado a la Argentina justamente para ser destinados a la reactivación del ferrocarril de cargas, informó el Ministerio de Transporte.

La cartera que conduce Guillermo Dietrich precisó que 200 unidades serán asignadas a la línea San Martín, que une la zona de Cuyo con Buenos Aires, y 100 más para la línea Urquiza, que recorre la zona de la Mesopotamia.

Los $1.500 millones permitirían avanzar con el 15% de la obra total que, según proyectó Pastori, tendría un costo total de $10.000 millones en años, según relevó Noticias Argentinas.

Esta obra es esperada por los gobernadores, pero principalmente por los ciudadanos del Nordeste argentino que vieron desaparecer pueblos completos cuando en los años 90 el Gobierno argentino suprimió el ferrocarril Urquiza.