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Asume nueva conducción en Mastellone, con la consigna de una reconversión comercial y financiera

La láctea dueña de La Serenísima acaba de reemplazar a sus principales ejecutivos para encarar un fuerte proceso de reconversión comercial y financiera
29/11/2018 - 15:31hs
Asume nueva conducción en Mastellone, con la consigna de una reconversión comercial y financiera

Con el objetivo puesto en recuperarse de las pérdidas que viene acumulando en los últimos dos años, producto de la fuerte caída del consumo y de las consecuencias que la devaluación tuvo en su deuda en dólares, Mastellone acaba de designar una nueva cúpula.

Carlos Marcelo Agote y Ernesto Arenaza son los elegidos para comandar una nueva etapa que intenta adoptar la empresa láctea de manera paralela al mayor poder de control que viene asumiendo Arcor, que ya posee el 42,66% del capital accionario.

Ambos llegan con el mandato de encarar un fuerte proceso de reconversión comercial y reestructuración financiera a partir de la actual situación de debilidad que ostenta Mastellone en el negocio lácteo.

En el caso de Agote, acaba de ascender de la vicepresidencia primera a la presidencia de la compañía en reemplazo de José Arturo Moreno. Mientras que Arenaza asumirá en puesto que hasta ahora ostentaba Juan Osvaldo Uhrich como CEO de Mastellone Hermanos.

De esta forma, el control ejecutivo de una de la dueña de La Serenísima pasa a manos del representante de uno de sus accionistas minoritarios como es el fondo inversor Dallpoint Investments y que tiene presencia en el directorio de la láctea desde 1999.

Se trata de un hombre de negocios con pasado más que nada financiero si se tiene en cuenta que también trabajó en Manufacturers Hanover Trust Company en Argentina y Nueva York y en Greenwich Investments.

Tendrá a partir de ahora la responsabilidad de reemplazar a un ejecutivo histórico de Mastellone como es Moreno, quien ahora se retira de la empresa luego de haberse desempeñado durante 43 años en diversos puestos jerárquicos y habiendo sido el reemplazante el 22 de julio del 2013 del propio Pascual Mastellone, como presidente del Directorio.

Por su parte, Arenaza se venía desempeñando como subdirector generaldesde que regresó a la compañía en 2016 luego de un corto período como presidente de una empresa fabricante de motos.

Ambos deberán convivir con los representantes que Arcor ya colocó en el directorio de Mastellone. Es decir, con Gustavo Macchi, gerente General de Finanzas, y Emmanuel Marchant, de origen francés y que proviene del grupo Danone, socio de Arcor en Bagley.

La empresa de la familia Pagani viene incrementando sus acciones en la láctea desde que en diciembre del 2015 pagó u$s50 millones por entrar en el capital de la dueña de La Serenísima.

La operación se concretó mediante una combinación de emisión de nuevas acciones y la venta por parte de algunos de los accionistas de Mastellone Hnos al propio Arcor. En ese momento, la alimenticia nacida en Arroyito se quedó con el 24,99% de las acciones de Mastellone pero con la posibilidad de incrementar su participación hasta un monto igual pero no superior al 49% hasta el 2020 como así también hacerse con el 100% entre 2020 y 2025. De hecho, en junio pasado adquirió otro 2,4% del capital de la empresa láctea elevando su participación al 42,65% del total.

De todos modos, los cuatro ejecutivos deben enfrentar el oscuro panorama que le toca vivir a la empresa, afectada por la crisis que atraviesa la industria láctea y también por los problemas de la macro economía como son la fuerte recesión, la volatilidad financiera , la caída de la producción de alimentos. Un escenario que hasta ahora provocó la pérdida de 2.300 empleos y la acumulación de balances negativos en la mayoría de las empresas del sector lácteo.

De hecho, en lo que va del año, Mastellone acumula pérdidas que superan los $3.400 millones y con perspectivas de cerrar el 2018 con una de los mayores rojos de su historia.

En el 2017, su desempeño fue diferente. Incluso, cerró el ejercicio con ganancias por $1.156 millones, en gran parte favorecida por la debacle que atraviesa SanCor, su principal competidora, que acaba de vender otras tres plantas y que sigue achicando su estructura como forma de sobrevivir a la crisis del sector y a su propia crisis.

Sin embargo, este año los resultados de Mastellone fueron afectados por la combinación de una fuerte y abrupta devaluación del peso y la caída en los niveles de consumo de productos lácteos en el mercado interno, en relación con otros productos de la canasta familiar.

En el caso de la devaluación, le impactó en los resultados económicos netos del período a causa del registro de la diferencia de cambio generada por la valuación de la deuda financiera en dólares de la compañía, lo cual le ha generado una incipiente presión sobre los costos, especialmente de las materias primas.

En lo que respecta a las actividades comerciales, la empresa sufre por caída del consumo doméstico de productos lácteos, que ha tenido consecuencias en los volúmenes vendidos en lo que va del año.

Para el año próximo, en la compañía estiman crecer en la industrialización y comercialización de productos, subproductos y derivados de la leche con sus marcas La Serenísima, La Armonía, Ser y Finlandia.

Sin embargo, condicionan el futuro a la evolución de la situación macroeconómica general y el comportamiento de las principales variables que tienen impacto en sus negocios. Más que nada, la situación del consumo en el mercado interno que es la que concentra la mayor preocupación.