La crisis por la que atravesó la Argentina en el 2018 y las perspectivas negativas para lo que resta del año que recién empieza están obligando a varios de los grandes grupos empresarios y financieros de España a dejar el mercado bursátil local.

Lo hacen para evitar que la inestabilidad financiera del país termine por afectar la exposición de sus acciones en mercados de mayor relevancia como el Ibex español o el NYSE de Nueva York, entre otras bolsas internacionales. Un par de semanas atrás, el banco Santander Río terminó de perfeccionar su salida de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires con un menú de ofertas para los accionistas locales.

A la entidad financiera se le acaba de sumar Repsol. La petrolera también la acaba de comunicar a las autoridades de la Comisión Nacional de Valores (CNV) la decisión de deslistar la cotización de sus acciones del recinto bursátil argentino que en durante esta jornada se ubicaban en el orden de los $630 cada título.

Se trata de la petrolera española que hasta el 2012 fue accionista mayoritario de YPF. Ese año, el gobierno kirchnerista en manos de Cristina Fernández decidió expropiar la compañía y expulsar del control a Repsol y sus socios locales de la familia Eskenazi.

Se inició, de ese modo, un período de negociaciones que terminó un año después cuando los ejecutivos del holding español aceptaron los u$s5.000 millones que el kirchnerismo ofreció a modo de compensación por el proceso expropiatorio.

El acuerdo hizo desistir a Repsol de continuar con un juicio ante el Ciadi, el tribunal arbitral del Banco Mundial que dirime conflictos entre compañías y Estados.

Ahora, la petrolera comunicó a sus accionistas locales su retiro del régimen de oferta pública en Argentina, que se concretará en los próximos días.

También informó que ya cuenta con la autorización del directorio de la CNV para abandonar el Merval mediante la Resolución Nº 19.963 emitida por el organismo el 28 de diciembre pasado. “La cancelación de la autorización para efectuar oferta pública se hará efectiva a partir del décimo día desde la última de las publicaciones previstas en el artículo 10 del Capítulo I del Título III de las Normas de la CNV”, aclara Repsol.

A partir de ese momento, los tenedores de acciones de la petrolera española que supo ser dueña de YPF podrán mantener su tenencia a través de la Caja de Valores S.A., sin necesidad de transferirla a un depositante extranjero. También propone que de manera alternativa a quienes prefieran desprenderse de sus títulos valores con posterioridad a la efectivización del retiro de cotización en Argentina, un procedimiento no obligatorio y voluntario para facilitar la venta de esos títulos en el mercado español.

El mecanismo a usar involucra a la Caja de Valores y a la filial local del BBVA Banco Francés para que puedan recibir el cobro en Argentina mediante el siguiente proceso:

a) Los accionistas de Repsol en Argentina instruirán a sus depositantes la transferencia de las acciones a BBVA Francés.

b) Los depositantes transferirán las acciones, a través de Caja de Valores, a una cuenta corriente creada especialmente en el BBVA Francés para la recepción de las acciones y el derecho de cobro.  En este caso, el banco acumulará las acciones recibidas entre el lunes y el viernes de cada semana que a su vez deberán ser liberadas por Caja de Valores el primer día hábil de la semana siguiente.

c) Ese primer día hábil de la semana siguiente, la entidad local transferirá las acciones a la sucursal del BBVA de España a través de Iberclear que se acreditarán en una cuenta custodia para ser vendidas en la Bolsa de Madrid.

d) El BBVA venderá las acciones en una o más transacciones el día de su recepción o a más tardar al día siguiente, determinando un precio promedio ponderado aplicable a las acciones vendidas durante esa rueda.

e) A los dos días hábiles posteriores a la venta de las acciones en la Bolsa de Madrid, el BBVA liquidará a BBVA Francés el monto resultante en dólares para lo cual utilizará el tipo de cambio spot de referencia publicado por el Banco Central Europeo del día en el que se vendieron las acciones.  Además, el banco realizará el canje de los dólares “transferencia” por dólares “billete”, para su posterior transferencia a Caja de Valores.

f) Al día hábil siguiente, BBVA Francés acreditará el dinero en la cuenta que a tal efecto indique Caja de Valores, neto de los gastos y costos por la intermediación y venta de las acciones en el mercado español.

g) La Caja de Valores acreditará los fondos correspondientes a cada acción vendida, dividiendo el monto total recibido de BBVA Francés a prorrata.

Además, Repsol se hará cargo de todos los gastos y costos en los cuales deban incurrir los tenedores argentinos para la intermediación y venta de sus acciones en el mercado español durante el plazo de tres meses a partir de la fecha en que se haga efectivo el retiro de cotización.

Una vez vencido dicho plazo, y por un plazo adicional de nueve meses, los accionistas locales podrán continuar vendiendo los títulos en el mercado español a través de BBVA pero asumiendo los gastos y costos por la intermediación y venta.

Si bien el monto de acciones en cotización de Respol en la bolsa local no es relevante, las fluctuaciones negativas que la crisis local le provoca a esos títulos llevó a la ex dueña de YPF a retirarse de la bolsa porteña. De hecho, en el último año el valor de sus acciones aumentó 115% pero siguiendo el valor del dólar.

En varias oportunidades el valor de las acciones de Repsol en el Ibex español sufrieron fuertes caídas producto de la devaluación de las monedas de países emergentes como la Argentina y también por la espiral inflacionaria en la que ingresó la economía local.

Lo mismo ocurrió con otras empresas del país europeo cuyos balances están más expuestos a la depreciación del peso como Prosegur, Codere, Día, BBVA, el Santander o Telefónica. De hecho, en el caso de la empresa de telecomunicaciones debió frenar una posible salida a la bolsa porteña por las mismas causas.

Según una nota publicada en noviembre pasado por el diario español Cinco Días asegura que debido a la situación financiera local, las cotizantes españolas en Argentina sufrieron un fuerte impacto en sus cuentas de resultados.

El informe del medio extranjero destacaba que hasta noviembre pasado las ganancias de las empresas españolas se redujeron en 800 millones de euros y los ingresos en otros 1.000 millones de la misma moneda.