Tras haber comprado el 20% de las acciones que no controlaba en la sociedad dueña del Sheraton Libertador, el grupo IRSA comenzó la búsqueda de una nueva cadena hotelera que reemplace a la marca propiedad, desde el 2016, del grupo Marriot.

La marca dejará de estar en la marquesina del establecimiento hotelero ubicado en la esquina de la avenida Córdoba y Maipú a partir del 30 de abril próximo.

Ocurre que, a través de IRSA Inversiones y Representaciones, el grupo desarrollador inmobiliario le compró a Sheraton ese porcentaje el 28 de febrero pasado. Pagó por ese 20% de Hoteles Argentinos S.A (HASA), solamente u$s1,5 millones, una suma poco considerable si se tiene en cuenta la envergadura de las inversiones que habitualmente realiza el holding que lidera Eduardo Elsztain y de la magnitud de sus activos.

Como consecuencia de esa adquisición, IRSA pasó a ser titular del 100% del capital social de HASA y salió a buscar otro operador hotelero para el Libertador.

IRSA desembarcó en este hotel en marzo de 1998, cuando le compró al Citicorp Equity Investment el 100% de la sociedad por u$s25 millones.

Dos años después le vendió el 20% del capital a la cadena Starwood, en ese momento dueña de la marca Sheraton, por u$s4,7 millones. Se trata del mismo porcentaje accionario por el cual ahora pagó u$s3,2 millones menos para volver a controlar.

Desde el grupo IRSA confirmaron la decisión a iProfesional y destacaron que se encuentran en conversaciones con varias cadenas hoteleras internacionales para que reemplacen a Sheraton en el Libertador.

También recordaron la experiencia lograda por el holding en el negocio hotelero y sus otras asociaciones en esta actividad como la que poseen con Intercontinental en el establecimiento ubicado en el barrio de Monserrat, en la calle Moreno al 1000.

O la que mantienen con la familia Sutton en el Llao Llao, donde IRSA posee el 50% del capital de la firma que opera el hotel de lujo de Bariloche en la que desembarcó en junio de 1997. El hotel es actualmente administrado por Compañía de Servicios Hoteleros S.A., que también opera el Alvear Palace Hotel de los Sutton.

En el caso del Intercontinental, en noviembre de 1997, el grupo adquirió el 51% de las acciones a la familia Pérez Companc. Y en la actualidad es operado por Intercontinental Hotels Corporation, una sociedad estadounidense que posee el 24% del hotel porteño.

Si bien los voceros de IRSA prefirieron no brindar más detalles sobre las negociaciones para reemplazar a Sheraton, es posible que tanto Intercontinental como los Sutton se encuentren interesados en participar de un posible acuerdo para hacerse cargo de los servicios del Libertador.

Se trata de un hotel de 193 habitaciones y siete suites, ocho salas de reunión, un restaurante, un centro de negocios, spa y gimnasio con pileta de natación. Fue construido entre 1975 y 1977 y pensado como el primero de una serie de hoteles que iban a estar en manos de la sociedad HASA. También fue preparado especialmente para alojar a los turistas que llegarían a Buenos Aires para presenciar el Mundial de Fútbol Argentina 1978.

En un comienzo contó con tres subsuelos, planta baja y 20 pisos, sumando 212 habitaciones y un salón de convenciones para 800 personas. En 1987 fue comprado por el grupo Fiduc y pasó a ser explotado por la cadena Kempinski. Luego, en 1998 fue adquirido por IRSA, que vendió en marzo de 1999 el 20% del hotel a la cadena Sheraton y comenzó a operar como Sheraton Libertador Hotel.

En el caso de la cadena norteamericana se trata de la segunda operación de venta de sus acciones en un establecimiento hotelero que concreta en el país en un año. La anterior transacción fue en enero del 2018, cuando vendió la propiedad del Sheraton de la zona porteña de Retiro al fondo inversor Pointstate Capital.

Se trata del Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center que fue construido entre 1969 y 1972, y se transformó en el primer edificio del conjunto urbano Catalinas Norte.

Tiene una altura de 91 metros, 24 pisos y posee 742 habitaciones, incluyendo 33 suites, y sus instalaciones suman dos piletas, dos canchas de tenis, Business Center, restaurantes y bares.

En este caso, la diferencia con la venta del Libertador se da en que la cadena extranjera seguirá manteniendo el gerenciamiento y la operación comercial del edificio ubicado frente a la plaza Fuerza Aérea Argentina.

El nuevo dueño es un fondo con sede en Nueva York que en Argentina posee cerca del 13% del capital de la desarrolladora inmobiliaria TGLT. También participó de la compra del 82% del capital de la constructora Caputo por u$s109 millones y posee el 7% de Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, además de participaciones minoritarias en los bancos Macro y Supervielle, Transportadora de Gas del Sur (TGS) y hasta en YPF. Recientemente comenzó a adquirir en los mercados papeles de Mercado Libre.

Además forma parte del capital accionario de Plaza Logística, empresa especializada en invertir en parques industriales, y en Genneia, dedicada a las energías renovables, cuyo principal accionista es el banquero Jorge Brito, el dueño de Banco Macro.