Detectan la existencia de unas 30 aseguradoras "truchas" en el país
"Cuando hay una denuncia fehaciente actuamos como organismo de control, haciendo la presentación correspondiente en la Justicia y alertando a la población. Pero no tenemos poder de policía para ir a las oficinas donde se desempeñan y, por ejemplo, clausurarlas", advierten desde el ente que comanda el superintendente Miguel Baelo.
La lista de operadores no autorizados que la súper publica en "Alertas a la población" de su sitio web (www.ssn.gov.ar) incluye nombres sorprendentemente similares a los de compañías que sí están habilitadas y venden seguros legalmente.
- Uno de esos casos es Prudenxia que tiende a confundirse con Prudencia Seguros, una compañía que actúa tanto en seguros generales como en praxis médica desde 1923.
- Otro caso es el de Asociación Mutual de Seguros San Patricio, que se asemeja con San Patricio Seguros de Vida y Salud.
- Otra empresa trucha fue bautizada í“rbita, en semejanza con Orbis Seguros, una compañía con fuerte presencia en el seguro de taxis, e Instituto del Norte con El Norte Seguros, la aseguradora de origen cordobés que fue fundada en 1938.
Empresas que no cubren nada
Según la Superintendencia, las siguientes empresas no son aseguradoras:

"Estas empresas actúan en todo el territorio, muchas están en Capital Federal pero también hay una alta proporción que actúan en el interior del país vendiendo supuestos seguros a gente de bajos ingresos", afirman fuentes de la súper. Otra particularidad es que cambian asiduamente de domicilio y de nombre, lo cual dificulta su rastreo.
"Es oportuno señalar que si bien no se trata de una modalidad delictiva totalmente novedosa, su tratamiento resulta de particular y actual interés porque está adquiriendo una magnitud y asiduidad preocupantes", señala un trabajo realizado recientemente por la doctora Cora Smolianky, subgerenta de Asuntos Contenciosos de la superintendencia.
El asegurador es, de por sí, un rubro sensible en materia de estafas ya que, por tratarse de una cobertura a futuro, el usuario paga de buena fe durante mucho tiempo y sólo se entera de la estafa cuando denuncia un siniestro y se da cuenta que no tiene cobertura.
Fraude
En ese contexto, este tipo de ventas fraudulentas era bastante habitual en los ’90 con pólizas de seguros de vida offshore que se contrataban con empresas que operaban en Buenos Aires, pero decían tener su sede en las islas Caimán o en otros paraísos fiscales.
En este caso los empresarios truchos se servían de la moda de contratar pólizas en el exterior, un servicio que vendían muchas grandes compañías internacionales "en voz baja" a sus clientes.
Fuentes del mercado aclaran que la compra de pólizas offshore es ilegal en la Argentina, pero eso no quita que una aseguradora responda a su asegurado ante un siniestro, como de hecho lo hacen las compañías que operan legalmente en sus mercados de origen.
Otra de las formas
Otra de las formas de la sofisticación es la aplicación en distintos sectores de la economía. Uno de ellos se da con la venta de protección y capitalización a futuro de los seguros de automotores combinados con familiares.
Más sofisticación
Otra práctica que resulta de gran problemática e incluso que ostenta una mayor sofisticación se da, explica un trabajo de la superintendencia, cuando el contrato se celebra con un asegurador autorizado por la superintendencia, pero se terceriza la intermediación o la cobranza de manera tal que los asegurados pagan las primas a comercializadores que no son productores autorizados por el organismo y el dinero no ingresa en las entidades, con lo cual, llegado el caso de producirse el siniestro, la aseguradora declina toda responsabilidad por no haberse pagado las primas.
Cambio
Actualmente, con la posibilidad de vender protección y capitalización a futuro bastante deteriorada, la estafa viró hacia los seguros automotores, combinado familiar e integral de comercio.
"Ofrecen coberturas con precios inferiores a los de mercado, la diferencia va entre 20 y 25%, y además toman riesgos que la gran mayoría de las aseguradoras autorizadas no toma como vehículos con más de veinte años de antigí¼edad", señala un productor con muchos años de experiencia en el mercado que se ha topado con algunos pseudocolegas.
Para la venta utilizan productores que conocen perfectamente las características del producto que están ofreciendo y lo promocionan a través de volantes en la vía pública, correo electrónico y contacto directo.
"Debemos destacar que el ilícito no se configura cuando frente a un siniestro el asegurado advierte que sólo tiene una ‘cobertura ilusoria’, sino en el mismo instante de la ‘venta’ porque es obvio que si el asegurado hubiera sabido del riesgo de no estar cubierto, sin duda no hubiera pagado por el simple ‘cartoncito’ que simulando un certificado o constancia de cobertura o una póliza le entregan a cambio de las primas pagadas", sintetiza en su artículo la funcionaria de la superintendencia.
Cada vez más vendedores no autorizados se animan a engañar al asegurado
Desde la Superintendencia sostienen que lejos de ver una tendencia a la disminución en esta clase de delitos, cada vez existe mayor cantidad de seudo vendedores y que, en algunos casos, muchos de ellos acceden a cubrir los siniestros sólo para no ser descubiertos.
Consultada por Infobae, la subgerente de Asuntos Contensiosos de la Superintendencia de Seguros, Cora Smolianski, sostuvo que "no se trata de una nueva modalidad" y que, a pesar de ello, un número cada vez mayor de comercializadores falsos se suma a la práctica de este engaño.
-¿Desde cuándo la Superintendencia viene detectando la venta fraudulenta de seguros?
-Esta no es una modalidad nueva pero se ve una proliferación de comercializadores no autorizados que engañan a asegurados tanto con supuestas coberturas que no son acordadas por entidades de seguros, como también con intermediaciones que no son efectuadas por productores o sociedades de productores inscriptos ante la Superintendencia. Es una modalidad delictiva que adquirió recientemente una alarmante difusión, y, evidentemente el negocio en cuestión deja importantes ganancias ya que se trabaja en la marginalidad, sin técnica ni control alguno y sin pagar impuestos.
-Por las investigaciones realizadas, ¿de qué modo operan estas "compañías"?
-Esta clase de "vendedores" de seguros suelen actuar encubiertos, simulando empresas que operan bajo nombres de fantasía que en ocasiones son similares a los de entidades autorizadas con la consiguiente confusión que ello significa para el público desprevenido y domicilios precarios, que cambian asiduamente para eludir los reclamos. Incluso, en algunos casos, para proteger la continuidad del negocio, evitando la intervención de la Superintendencia, si se trata de un siniestro de escasa relevancia, suelen pagarlo y absorber el costo. No pasa lo mismo, por ejemplo, con la Responsabilidad Civil.
-¿Se sabe cuántos damnificados existen?
-Es dificultoso acceder al universo real de afectados ya que en ocasiones las denuncias son poco precisas pero además, como expliqué anteriormente, según el caso, si el siniestro es de escasa envergadura y si el damnificado tiene habilidad como para "presionar" al comercializador no autorizado, es posible que éste le abone alguna suma de dinero para eludir el accionar tanto de la autoridad de control como de la Justicia
-¿Qué puede hacer la Superintendencia, como órgano de control, contra estas organizaciones?
Desde la Superintendencia se difunden alertas a la población pero que no alcanzan a frenar el accionar de estos grupos. También hemos trabajado intensamente con el Consejo Federal del Consumo. La Superintendencia asumió un fuerte compromiso con la comunidad de manera tal que, en uno de los casos de mayor gravedad, no sólo ha efectuado la pertinente denuncia penal sino que se erigió en parte querellante.
-¿Quiénes están autorizados a vender seguros?
-Sólo pueden asegurar personas jurídicas e intermediar en seguros personas físicas o jurídicas autorizadas a esos efectos por la Superintendencia de Seguros de la Nación. En el caso que intervenga un productor asesor de seguros o una sociedad de productores existe una intermediación y, la experiencia demuestra, son de vital importancia debido a la especial confianza que en estos operadores depositan los asegurados. Incluso, en ocasiones los asegurados ni siquiera conocen con exactitud la entidad aseguradora que acordó sus coberturas.
Mí“NICA FERNíNDEZ (ESPECIAL PARA INFOBAE)
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