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Crisis for export: la devaluación y recesión de Argentina también les pegan a empresas españolas

Desde los supermercados Dia hasta Telefónica se ven afectados por el hostil contexto inflacionario y volátil que plantea el mercado local
15/05/2019 - 10:33hs
Crisis for export: la devaluación y recesión de Argentina también les pegan a empresas españolas

El contexto recesivo e inflacionario que sufre la economía argentina no solo golpea a las empresas locales, sino que le provoca ciertos problemas a grandes grupos españoles con filiales en el país.

La caída del consumo, la suba de precios y costos, y las consecuencias negativas de la devaluación del peso frente a las monedas extranjeras también impactan en los ingresos de empresas originarias del país europeo. En especial, en las vinculadas con sectores sensibles a los vaivenes de los mercados, como las que operan en consumo masivo o en áreas con fuerte dependencia del humor social y del bolsillo de los consumidores.

Los casos de la cadena de supermercados Dia; la empresa de juegos de azar Codere; la concesionaria de autopistas Abertis; el holding de medios de comunicación Prisma; y hasta del grupo Telefónica, son algunas muestras del impacto que los problemas de la economía doméstica generan en los resultados de las corporaciones españolas.

Algunas de estas empresas forman parte del Ibex, el principal índice de la Bolsa española, por lo que la suerte que corran en Argentina se ve reflejada en sus resultados, muchos de ellos afectados por las variaciones del tipo de cambio.

Ya el año pasado, la tendencia inflacionaria local había afectado los balances y la cotización de las acciones de varias de estas empresas, más que nada por la espiral inflacionaria.

Hay que tener en cuenta que España es hoy el segundo país por inversión extranjera directa en Argentina, solamente superado por Estados Unidos.

De hecho, en el 2017 las empresas españolas representaron el 18% de las inversiones extranjeras totales, con cerca de 14.000 millones de euros volcados en la economía doméstica, según un informe del Banco Central de la República Argentina.

En los balances correspondientes al primer trimestre del año presentados por estas compañías en la Bolsa de Madrid se hacen referencias a la situación argentina. Y en algunos casos, hasta se deja constancia que los malos resultados están afectados por el entorno negativo del mercado local.

Dia, en problemas

El mayor ejemplo es el de Dia que, tras haber anunciado pérdidas por 144 millones de euros entre enero y marzo pasado, ahora se encuentra al borde del default, a pesar de que uno de sus principales accionistas busca quedarse con el control total de sus operaciones.

Se trata de Letterone, que el próximo 20 de mayo podría consagrar la Oferta Pública de Acciones (OPA) que lanzó con el objetivo de asumir el liderazgo a cambio de aportar millonarios fondos para refinanciar pasivos cercanos a los 500 millones de euros.

Pero mientras este grupo de origen ruso no logra cerrar el acuerdo con los bancos acreedores, Dia profundiza la grave situación financiera que viene atravesando desde hace -por lo menos- dos años. Hoy registra un rojo que es 128 millones de euros superior al del primer trimestre del año pasado y tiene un patrimonio neto negativo que arrastra desde el cierre del balance del 2018.

De hecho, los medios españoles advierten que si no revierte esta situación antes del 20 de mayo, el Consejo Directivo no tendrá más remedio que declarar la cesación de pagos y el pedido de apertura de su concurso preventivo de acreedores.

"De no llevarse a cabo una recapitalización, la situación podría deteriorarse rápidamente y la compañía podría verse forzada a presentar concurso de acreedores y/o iniciar el proceso de liquidación", asegura la propia cadena en su balance de resultados.

La salida propuesta por el fondo Letterone depende de que se conozca qué porcentaje del capital de Dia alcanzará una vez concluida la OPA, y de limarse las diferencias con las entidades acreedoras que se resisten a firmar el pacto, entre la que se destaca el Banco Santander.

Pero mientras estas negociaciones parecen estancadas, el negocio diario de Día mantiene su deterioro, del cual no se escapan sus operaciones en Argentina, donde su facturación se desplomó un 45%, sus ventas cayeron 22%, hasta los 223 millones de euros y su Ebitda ajustado se redujo a los 2,8 millones de euros.

Argentina es el tercer país por facturación de Dia por detrás de España y Brasil, con cerca de $1.600 millones el año pasado, cifra que representó el 16% del total de su negocio. Y tanto en este caso como en el de su performance en Brasil, donde también sufrió un fuerte retroceso, son para el directorio de Dia, producto del "endurecimiento" de las condiciones de los proveedores, del proceso "desfranquiciador" necesario y de los esfuerzos de inversión "para recuperar y mejorar la experiencia de compra de nuestros clientes".

La misma tendencia se refleja en otros mercados donde Dia opera. En el caso de España, sus ingresos cayeron 3,5%, bajando de los 1.000 millones de euros, con un Ebitda ajustado de 14,7 millones de euros que representa un 73,8% menos al del mismo trimestre del año pasado.

En la actualidad, la deuda de Dia oscila en los 1.700 millones de euros y los medios españoles recuerdan que a fin de año finaliza el plan de refinanciación acordado con los bancos acreedores el 31 de diciembre del 2018, y que dotó a la empresa de la liquidez para poder pagar a sus proveedores.

Otro caso similar al de Día se reporta en el balance de Codere. Es decir, de la empresa de juegos de azar que tiene en Argentina su principal fuente de ingresos ya que el negocio local le representa más de un tercio de su facturación global.

La empresa controla nueve salas de bingo en la provincia de Buenos Aires y el Casino de Puerto Madero. Ya el año pasado se vio afectada por la situación argentina que la llevó a perder 40 millones de euros, frente a ganancias de 2,8 millones de euros registradas en el 2017.

Ahora, acaba de informar a la Bolsa española un rojo trimestral de 3,6 millones de euros que le representan un incremento del 33,3 % con respecto al mismo período del 2018, con ingresos que bajaron 6,7% y se situaron en 357,7 millones de euros. Éstos se vieron mayormente afectados por la depreciación de algunas divisas, en especial el peso argentino.

En su presentación a las autoridades bursátiles española, Codere explica que el resultado neto se vio afectado por el cambio en políticas y criterios contables como la nueva norma de capitalización de alquileres y aplicación del criterio de hiperinflación argentina. Advierte que de no haberse vista obligada a adoptar estas medidas, habría obtenido un beneficio de 2 millones de euros.

En el caso del resultado de explotación (antes del ajuste contable de inflación en Argentina) creció el 8,2 % y sumó 41,1 millones de euros, "gracias a la reducción de elementos no recurrentes y a que la positiva evolución de la mayoría de los mercados compensó el impacto de la devaluación del peso argentino".

Según Codere, los resultados del primer trimestre muestran el mantenimiento de la rentabilidad gracias al desempeño de países como México y España, con subidas de los ingresos del 9,3 y del 8,2 %, respectivamente, y la creciente contribución del juego a través de internet.

Además de la fuerte depreciación del peso y de la suba de impuestos al juego que sufrió en el país, la compañía obtuvo en este período ingresos de explotación por 357,7 millones de euros, que representan una caída del 6,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. Y que se deben a una reducción de 42 millones de euros en Argentina como consecuencia de la depreciación del peso frente a la moneda europea.

Al respecto, Vicente Di Loredo, director General de Codere, explica en el balance que "los datos reflejan el impacto de las mejoras operativas y de eficiencia implementadas, y la solidez de la compañía ante un entorno severo en cuanto a aumentos impositivos, especialmente en Argentina e Italia, y a la devaluación de las monedas latinoamericanas".

En una situación similar se encuentra el grupo de medios PRISA, dueño del canal Telefe en Argentina que informó pérdidas por 40,6 millones de euros. Si bien el rojo se debe más que nada la provisión de 51 millones de euros efectuada por un fallo judicial en España, el tipo de cambio ha tenido también impacto negativo en sus ingresos por 7,4 millones de euros y 3,4 millones en Ebitda, básicamente por la evolución de la hiperinflación en Argentina.

En cuanto al grupo Abertis, es dueña de las dos principales concesionarias de autopistas del país como son Autopistas del Sol (Ausol) y Grupo Concesionario del Oeste (GCO), con las que administra la Panamericana, el Acceso Oeste y la Avenida General Paz.

En su caso, las operaciones argentinas no le aportaron beneficios al holding que preside Florentino Pérez y que en el primer trimestre declaró beneficios por 282 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,9% respecto al período comparable de 2018. Lo hizo gracias a sus negocios en Europa y a los ingresos logrados en las autopistas chilenas y las de Brasil.

Telefónica y la economía "hiperinflacionaria"

En el caso de Telefónica, también se ha visto expuesta a la volatilidad local si se tiene en cuenta que en el 2017 el 6% del total de su facturación provenía de la Argentina, mientras que ahora el tipo de cambio redujo esa participación.

Ya en el 2018, la devaluación achicó en 16,7 puntos porcentuales el Ebitda del grupo, que en pesos creció un 38%. Y en el primer trimestre de este año sus resultados obtenidos entre enero y marzo pasados se encuentran afectados por el tratamiento contable del país como economía "hiperinflacionaria". Esto impactó negativamente en los ingresos reportados en 35 millones de euros, en 21 millones de euros en el OIBDA y en otros seis millones de euros en el CapEx en términos reportados.

"Los resultados se encuentran afectados por el tratamiento contable de Argentina como economía hiperinflacionaria", repite la compañía en su balance trimestral, en el cual también se advierte una caída de los accesos móviles del 2%, principalmente por el descenso de los planes prepagos.

La compañía evidencia una reducción de los planes con contrato, así como los clientes de banda ancha, que caen 9% por la pérdida de accesos de cobre ante el foco en el despliegue de fibra.

De todos modos, sus ingresos se mantuvieron crecientes y totalizaron 543 millones de euros, que representan un incremento del 40% interanual. Lo mismo ocurre con sus ingresos de servicio móvil, que alcanzaron ventas por 292 millones de euros en el trimestre, aumentando un 33,1% interanual y siendo apalancados por la suba del ARPU (ingresos por usuario, del 35,3% interanual) y de los accesos de contrato.

También los ingresos de venta de terminales crecieron un 28,1%, así como los aportados por la telefonía fija en un 54,1% interanual, como consecuencia del crecimiento de la fibra; de la actualización de las tarifas y de la apreciación del dólar.

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