Las liquidaciones superaron el acuerdo de precios

Es que mientras el compromiso que firmaron en mayo las empresas y el Gobierno se materializa en un puñado de prendas con descuentos de hasta 20%, en las vidrieras se ofrecen descuentos reales de hasta 75% sobre el valor regular de los precios de toda la colección otoño-invierno 2006.

Y como las liquidaciones se extenderán hasta el 1º de septiembre, cuando avancen sobre las perchas las colecciones de primavera-verano, durante estos dos meses la polí­tica de control de precios carecerá de sentido.

Así­ lo admitieron ejecutivos de más de una decena de productores de indumentaria para quienes, el adelanto de la liquidación de temporada neutralizó el efecto sobre los bolsillos de la canasta de precios bajos.

Esto, agregaron, implica que el efecto del acuerdo duró 30 dí­as. Y su fecha de inicio, el 5 de mayo, coincidió con un freno en las ventas de indumentaria que obligó a las marcas a adelantar la "barata" dos semanas, a partir del 15 de junio. Los directivos explicaron además las razones por las que este año las liquidaciones son más agresivas que en ejercicios anteriores.

Gabriela Daminian, gerente de marketing de la marca para preadolescentes Muaa, admitió que "las liquidaciones anularon el objetivo del acuerdo de precios".

En la misma lí­nea se expresó el dueño de la marca infantil Advanced, Alejandro Arias. "El público no se interesó demasiado por el acuerdo de precios. Si bien tenemos algunos productos, más básicos, con 20% de descuento, con la liquidación se anula el efecto atractivo que pueda llegar a a tener, porque compiten con prendas con hasta 40% de rebaja", dijo.

Pedro Russo, gerente comercial de Mimo&Co., también coincidió. "Hoy la propuesta de rebajas es más variada y atractiva, porque se pueden comprar prendas hasta por la mitad del precio regular. En cambio, los productos del acuerdo son pocos y tienen 20% de rebaja", dijo.

Pero este fracaso es sólo temporal. Los empresarios estiman que la canasta de precios bajos de la colección primavera-verano será más exitosa, ya que se pondrá a la venta en septiembre y hasta fin de año, cuando las vidrieras vuelvan a ofrecer descuentos agresivos para liquidar los excedentes del verano.

Incentivo
Los empresarios textiles explicaron que las ventas de esta temporada fueron flojas y menores a las del año pasado.
"En junio se vendió 12% menos que en el mismo mes del 2005. Esto, sumado a que el clima no ayudó, porque el frí­o no se instaló y la gente estuvo con la mente en el Mundial de fútbol, hizo que el nivel de stock ronde entre 8 y 10% del total de lo fabricado, en especial para las marcas de ventas masivas", dijo Russo, gerente de Mimo&Co.

Por esta razón es que las liquidaciones se adelantaron en un intento por incentivar el consumo y comenzar a reducir los excedentes. "Es que lo que no se vende antes de agosto va a parar a los percheros de los outlets el año que viene", explicó Russo.

Alejandro Arias, de Advanced, se alineó con esta hipótesis. "Este año la liquidación es más agresiva porque tenemos mas stock que el año pasado", dijo. Y explicó que esto se debió, entre otras cosas, a que se registraron inconvenientes productivos que generaron un cuello de botella en los talleres por aumento de la demanda productiva. Esto se tradujo en demoras en la confección de las colecciones y, por lo tanto, en el lanzamiento de la misma.

Otro empresario destacó que pese a que se empezó a vender más tarde que lo habitual, la demanda funcionó muy bien hasta el 15 de mayo, cuando se enfrió el consumo.

Otro factor que afectó la rentabilidad fue la postergación de las vacaciones de invierno. "Durante el receso escolar la gente compra más, especialmente los del interior del paí­s que vienen a Buenos Aires. Pero mientras habitualmente esta época del año era previa a las liquidaciones, este año llegarán en el pico de las liquidaciones", dijo Russo.

El directivo admitió que "hay una tendencia que se acrecienta con los años y es que se vende menos ropa en invierno, por cuestiones externas, como el clima". En este sentido, señaló que las marcas comenzarán a estabilizar la producción para evitar que se generen estos niveles de excedentes que las obligan a vender casi al costo la ropa abrigada.

Héctor Kolodny, director ejecutivo de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, recordó que la semana pasada se registraron temperaturas de 24 grados en pleno invierno. "Si no hace frí­o la gente no compra ropa de invierno. Y lamentablemente este año es más tibio de lo que se hubiera deseado. Y eso se traduce en que las ventas están por debajo de las expectativas que tení­an las empresas textiles", dijo.

Otro fenómeno que afectó el negocio de los textiles fue el Mundial. "Entre los empresarios creemos que las ventas de televisores que se registraron con vistas al Mundial afectaron el consumo de ropa, porque la gente se quedó con su presupuesto comprometido por los equipos de electrónica. Tení­an que elegir entre pagar cuotas de un TV o comprarse un abrigo", dijo Kolodny.

Lo más barato es lo menos fashion
Las vidrieras actúan como un imán para los consumidores ofreciendo, con tipografí­a furiosa, descuentos de hasta 75% sobre sus prendas. Pero cuando se ingresa al local no son pocos los que preguntan cuáles son los productos que se venden a mitad de precio o a 25% del valor regular. Y la decepción no tarda en llegar.

"Lo que se rebaja al máximo son las prendas que menos se vendieron porque no tuvieron mucha aceptación", explicó Russo, de Mimo&Co.
En su caso, el 96% de la colección es moda, tendencia. "Si algún diseño no se vendió, al año siguiente no se vende porque cambia la moda", dijo. En cambio, admitió que las prendas que se rebajan 10% o no se abaratan son las que se vendieron bien y se estima que se agotarán sin necesidad de empujar la compra con ofertas.

En este sentido, Héctor Kolodny destacó que "el comportamiento del descuento depende del stock de prendas que tienen las marcas.
Y añadió que las empresas se ven obligadas a liquidar la ropa más pesada de invierno, porque no se venderá al año siguiente.

En cambio, las prendas básicas, como las remeras de algodón y los jeans se pueden camuflar en la temporada siguiente sin que se note que son productos de temporadas anteriores.

Las prendas de cuero no se rebajan en ningún caso. Las marcas que comercializan camperas o tapados de cuero saben que pueden venderlas durante todo el año a precios regulares. Y esto es así­ porque se trata de productos muy aceptados por los turistas, que salen de compras en todas las estaciones del año.

Trampas
Otra estrategia de las empresas consiste en rebajar las prendas menos atractivas durante el inicio de la liquidación. Y mantener en precios regulares los productos más atractivos. "La gente entra preguntando por las rebajas y termina comprando productos a precios regulares, porque son los que más les gustan", destacó Gabriela Daminian, de Muaaa.

La fuente destacó que este fenómeno se notó claramente con los productos del acuerdo de precios. "A nosotros nos sirvió para vender más, porque las clientas entraban a ver qué productos estaban con 20% de descuento y se tentaban con prendan que no estaban incluidas en el acuerdo", admitió.

Los empresarios consultados por Infobae coincidieron en señalar que el acuerdo de precios resulta atractivo para el consumidor cuando se trata de marcas que venden prendas costosas. Para adultos, por ejemplo, en donde un descuento de 20% termina representando un ahorro significativo. En cambio, aclaran que cuando se trata de marcas de ventas masivas, la rebaja es inferior a los $10 y se pierde el estí­mulo por la compra.

En todos los casos, y pese a los cuestionamientos de su efectividad, las empresas están diseñando sus colecciones de primavera-verano contemplando un puñado de diseños para incluir en el acuerdo de precios.


VICKY ALVAREZ BENUZZI (VALVAREZ@INFOBAE.COM)
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