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Un proyecto promueve mejorar el transporte fluvial de la región

El proyecto abarca el tramo comprendido entre Puerto Cáceres (Brasil) en su extremo Norte y Puerto Nueva Palmira (Uruguay) en su extremo Sur
31/01/2020 - 12:17hs
Un proyecto promueve mejorar el transporte fluvial de la región

La Hidrovía Paraguay-Paraná es un Programa definido a lo largo del sistema hídrico del mismo nombre, en un tramo comprendido entre Puerto Cáceres (Brasil) en su extremo Norte y Puerto Nueva Palmira (Uruguay) en su extremo Sur.

Los países que comparten este sistema fluvial (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) promovieron en una primera etapa la realización de estudios para determinar la factibilidad económica, técnica y ambiental de los mejoramientos necesarios para garantizar el uso sostenible del recurso hídrico.

Estos países crearon el Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), a través del cual celebraron diversos convenios con organismos internacionales para la ejecución de estudios sobre la vía navegable.

Objetivos del programa

Mejorar las condiciones de navegabilidad del sistema Paraguay-Paraná hasta alcanzar un óptimo de utilización durante las 24 horas, los 365 días del año, adaptar y redimensionar la flota y mejorar la infraestructura de los puertos allí emplazados, acorde a los requisitos actuales de intercambio comercial en el área de influencia.

El Programa fue concebido para actuar en dos aspectos principales relacionados con el transporte hidroviario: los operacionales (transporte) y los vinculados con el mejoramiento o adecuación de la infraestructura (vía fluvial y terminales), en un tramo de 3.442 kms., comprendido de Norte a Sur desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Puerto Nueva Palmira (Uruguay).

Desde el punto de vista ambiental, el transporte hidroviario requiere un menor consumo de energía por carga (eficiencia energética) y, en el caso particular de la hidrovía Paraguay-Paraná, un mínimo de intervenciones en el río (dragado de mantenimiento), debido a sus condiciones naturales de navegabilidad.

El abaratamiento de los costos de transporte y la modernización portuaria, más las oportunidades de crecimiento económico concomitantes, hacen de la ejecución del mismo un factor decisivo en el desarrollo integral de la región.

Si además se tienen en cuenta las relaciones del sistema Paraguay-Paraná con los corredores bioceánicos existentes y los proyectos para futuros emprendimientos en el Alto Paraná (que permitirán conectarse con la Hidrovía Tieté-Paraná), la hidrovía podrá constituirse en el primer corredor Norte-Sur de la región que, tomando como elemento esencial el transporte, permita llevar a la realidad la integración de los países de la Cuenca del Plata.

Según Jorge Samarín, principal referente de Meridian Group y Marítima Meridian, "el desarrollo de una hidrovía constituye una necesidad permanente. Deben plantearse acciones puntuales para la mejora con continuidad. Es la vía de acceso y transporte a distintos puntos de la región; promoviendo y proyectando visibilidad a las distintas áreas así como sus producciones regionales".

"Asimismo", agrega, deben considerarse los beneficios que presentará una hidrovía desarrollada, en relación a mejor competitividad en la región sobre los costos de transporte y de logística que representan un alto porcentaje del precio final de los bienes. Otro motivo a favor del desarrollo de las hidrovías como vías de transporte, es el reducido impacto ambiental que ofrece el transporte fluvial en contrapunto al transporte carretero y ferroviario. También ofrece flexibilidad a la integración intermodal de transporte.

La mejora de la hidrovía y la integración plurinacional de los distintos países involucrados en la misma, hará más atractiva la región para distintos operadores logísticos de primer nivel, en especial desde el punto de vista de rentabilidades mejoradas.

En conclusión, entre las principales contribuciones que generará la ampliación de la hidrovía, figuran sin duda la descongestión de las vías actuales, el menor consumo de energía (menos consumo de combustible, reduciendo la huella de carbono), la bajísima accidentalidad y por supuesto la posibilidad de que las barcazas naveguen todos los días del año, las veinticuatro horas del día, con un calado de diez pies como mínimo.