Aval político a Evo y acuerdo energético

La apertura de la Asamblea Constituyente de Bolivia en Sucre fue ocasión también para que la delegación argentina, compuesta por cuatro ministros, entre ellos Julio De Vido y Felisa Miceli, avanzara en la negociación con el gobierno boliviano por el acuerdo energético que se concretará a fines de septiembre.

El ministro de Planificación Federal anticipó en Sucre que la semana entrante se reunirá con el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, y ratificó los términos centrales del acuerdo: "En la semana del (lunes) 14 arreglamos con el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, reunirnos para seguir estudiando los detalles del contrato que ya definimos firmar a fines de septiembre y que va a regir por los próximos veinte años, garantizando la provisión de gas por un volumen de 27,7 millones de metros cúbicos" diarios.

Ante la ausencia de Kirchner en la capital oficial de Bolivia, en contraste con la presencia de otros mandatarios latinoamericanos, el gobierno argentino intentó reforzar la delegación con ministros como De Vido, Miceli y sus pares de Exteriores, Jorge Taiana, y de Defensa, Nilda Garré.

Gas
Aunque las negociaciones centrales con Bolivia las lleva adelante el titular de Planificación, la presencia de Miceli en La Paz debe entenderse en el plano de la financiación de obras en la industrialización del gas en territorio boliviano, uno de los puntos que incluye el preacuerdo.

La Casa Rosada mantiene con Evo Morales una relación de relativa cercanía desde los tiempos en que el líder socialista emergiera triunfante del intrincado proceso político que vivió Bolivia en los últimos años. Pese a la sintonía, Kirchner buscó manejar una impronta propia, por fuera del eje La Paz-Caracas, y de los chisporroteos que surgieron entre Morales y Luiz Inácio "Lula" da Silva por la nacionalización del gas dispuesta en mayo pasado.

Taiana reforzó ayer el respaldo político a la administración del sindicalista cocalero, luego de recorrer la Casa de la Libertad de Sucre, donde se conservan la bandera original dejada por Manuel Belgrano, y los restos de Juana Azurduy: "Tenemos la satisfacción de participar en este momento histórico para Bolivia y vinimos a ratificar todo el apoyo y la cooperación del gobierno argentino", expresó Taiana.

No fue el único. De Vido evaluó que "Bolivia, tal como dijo el presidente Evo Morales, está en un momento refundacional y por eso quiero destacar el proyecto de Evo de respetar las diversidades del país dentro de un marco de integridad nacional".

Tras participar de la ceremonia que abrió la constituyente electa el 2 de julio, los ministros recorrieron los pasillos del citado edificio histórico, que además fue la sede en la que Mariano Moreno defendió su tesis de abogado.

La agenda bilateral argentino-boliviana "se ha venido profundizando a partir de una gran cantidad de programas que abarcan aspectos relacionados con la regularización migratoria, la cooperación en materia de educación y salud, la infraestructura fronteriza y la integración energética, entre otros", aseguró un comunicado oficial.

La comitiva argentina contó con otros integrantes del oficialismo, representantes del sector del Gobierno que manifiestan plena sintonía con Morales y Hugo Chávez, entre ellos Luis D’Elía, Edgardo De Petris y Jorge Ceballos. También formaron parte de la delegación el secretario de Obras Públicas, José López, y el intendente de José C. Paz, el ex duhaldista Mario Ishii.

Acuerdo por 20 años y muchos millones
El acuerdo sellado el 29 de junio en Hurlingham entre Néstor Kirchner y Evo Morales implica un ambicioso plan energético que demandará inversiones millonarias, a la vez que significa una apuesta al entendimiento político de los futuros gobiernos.
Luego de aquel encuentro en el Gran Buenos Aires, el ministro Julio De Vido y el embajador boliviano, Roger Ortiz Mercado, avanzaron el 31 de julio en detalles técnicos.

En concreto, se estableció un aumento inmediato en el gas que la Argentina importa de los yacimientos bolivianos cercano a 50 por ciento. El incremento fue desde u$s3,60 por millón de BTU a 5 dólares.
Hasta enero, la Argentina puede importar un máximo de 7,7 millones de metros cúbicos diarios, desde los 5 millones del primer semestre.
A partir de 2007 se pagará un nuevo precio de acuerdo con parámetros internacionales.
El gobierno de Néstor Kirchner financiará una planta separadora de gases en territorio bliviano, que podría costar u$s50 millones y operará la estatal YPFB boliviana.
El aspecto más importante del acuerdo es la construcción del gasoducto del Norte Argentino, que permitirá ampliar en 20 millones de metros cúbicos la importación diaria.
El lapso del acuerdo de provisión de gas firmado con Bolivia es por 20 años.
El gobierno de Evo Morales hará valer una cláusula que delimitará que "el mercado interno boliviano tendrá prioridad en todos los casos" y eventualmente se podrán reducir las exportaciones del recurso.