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Un nuevo paradigma basado en la cooperación llega para irrumpir en la metodología de enseñanza online

La startup mendocina EGG puso en marcha un laboratorio social donde se aplican principios científicos para resolver los problemas educativos
12/05/2020 - 13:58hs
Un nuevo paradigma basado en la cooperación llega para irrumpir en la metodología de enseñanza online

En la revolución de la educación digital, la startup mendocina EGG puso en marcha un laboratorio social donde se aplican principios científicos de la cooperación humana para crear una metodología que resuelve los problemas educativos. En este contexto, es donde lanzan sus nuevos cursos de Marketing Digital y Programación con la propuesta de crear Aulas Latam, en donde se generan redes de cooperación como medio de aprendizaje y que se traduce en la transformación de grupos a equipos de trabajo de manera virtual, cambiando el paradigma de los cursos online.

La organización trabaja con un algoritmo y una app que permite que grandes grupos se organicen en equipos optimizados de 6 personas a través de una tecnología social. Cada día de clase, el equipo cambia en base a interacciones, perfiles y reconocimientos para potenciar el rendimiento.

Ignacio Gómez Portillo, fundador del proyecto, doctor en Física, docente e investigador de Conicet comenta: "Hace más de 6 años que creamos EGG con la idea de generar una tecnología educativa que mejore los procesos de aprendizaje virtual, transforme grupos en verdaderos equipos de trabajo y facilite la cooperación entre estudiantes. Y hoy puedo decir que hemos superado las expectativas, creamos una herramienta accesible, fácil de usar, segura y que a su vez, ha demostrado mejorar el rendimiento académico y el vínculo entre las personas."

Así es como con más de 500 alumnos, EGG une el campo de la ciencia y lo social, borrando la idea de que la educación virtual es aislada e individual, y potenciando las dinámicas de trabajo en equipo para Latinoamérica.

EGG une el campo de la ciencia y lo social
EGG une el campo de la ciencia y lo social

Acerca de EGG Educación

Es una organización que busca mejorar la educación del mundo para lograr una sociedad unida, igualitaria en oportunidades y libre. Hace más de 6 años ha puesto en marcha un laboratorio social que no deja de crecer, creando un método de enseñanza / aprendizaje inspirado en principios científicos de la Cooperación Humana, los sistemas complejos y las ciencias en general.

La tasa de ingreso de los alumnos que hacen el preuniversitario con la startup es en promedio 5 veces superior a la del resto del sistema. De esta manera Egg en los últimos 5 años ha crecido un 500% anual en cuanto a su cantidad de alumnos y estructura organizacional.

La semilla de Egg se remonta a los años en los que su fundador, Ignacio Gómez Portillo, comenzó a pensar la cooperación humana y el poder de la construcción colectiva. El problema inicial que lo preocupaba era la incapacidad de las sociedades en construir consensos. Por eso, Ignacio se preguntó: "¿Existirá una forma de construir un conocimiento que nos permita ponernos de acuerdo?". Así, descubrió que existían elementos que conectaba la Física, la Matemáticas y estas inquietudes sobre los seres humanos.

Como científico repatriado del Conicet, entendió que el mundo puede pensarse y estudiarse de mil formas, pero lo significativo es cambiarlo. Por eso, se propuso aplicar la ciencia que había creado a una población real para mejorar la vida de las personas en el ámbito de la educación.

Y hay ideas que tienen una fuerza imparable. Por eso, junto a su esposa Carolina Pérez Mora, puso en marcha ese pulso creativo y fundó un laboratorio social que en pocos años se ubicó al frente de la innovación educativa en la provincia.

Empezó con un desafío de vara alta: preparar estudiantes para el ingreso universitario más difícil de Argentina, la carrera de Medicina en Mendoza. Fue así que un pequeño grupo de 8 estudiantes que soñaba con ingresar a la universidad confió en esta propuesta innovadora y sentó la primera base de lo que hoy es Egg.

De a poco, el grupo fue creciendo y se perfeccionaron las reglas de trabajo. La idea era, antes que nada, promover la cooperación y elevar el nivel académico que deja la secundaria deficitaria de nuestro país.

Para eso, se reemplazaron ciertos ritos del aula para dar lugar a nuevos engranajes de interacción. Se instalaron mesas grupales, se estableció un régimen de rotación diario para que nadie repita ni su grupo ni su lugar, las exposiciones teóricas de los profesores se fueron reduciendo y la interacción entre los grupos se fue perfeccionando hasta el punto que pudimos probar que el sistema no solo creaba un ecosistema de vínculos duraderos sino que los estudiantes aprendían más y mejor.

Con el objetivo de formar nuevos programadores, el Gobierno de Mendoza destina fondos de BID a 5 instituciones que recibieron 100 becas. Al finalizar la cursada el gobierno evaluó a los estudiantes que terminaron el ciclo, y el resultado final muestra que Egg, gracias a su metodología, tuvo más aprobados que la suma del resto de las instituciones. Mostrando una vez más, que sus resultados son al menos 4 veces superiores a los del resto del sistema.

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