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Dueños de Edesur profundizan la crisis financiera en Argentina y son rescatados por casa matriz

El holding italiano debe sostener las operaciones de distribución y generación en un contexto fuerte caída de ingresos y menores ganancias
05/05/2021 - 11:08hs
Dueños de Edesur profundizan la crisis financiera en Argentina y son rescatados por casa matriz

A pesar de que el Gobierno acaba de permitir un aumento del 9% en las tarifas eléctricas, los dueños de Edesur atraviesan una compleja situación financiera que, en el corto plazo, no será paliada por el retoque de los valores en las facturas que todos los meses envían a sus clientes.

Se trata del grupo italiano Enel, cuya distribuidora de electricidad ofrece sus servicio a cerca de 2,5 millones de clientes, llegando a más de dos millones de hogares y abasteciendo a comercios y a grandes empresas. Su área de concesión es de 3.300 km2 y abarca la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.

Con el costo de la energía congelada durante 10 años en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner y otros dos años entre las gestiones de Mauricio Macri y la actual de Alberto Fernández, el holding debió ser asistido financieramente por la casa matriz europea que llegó a girar cerca de $10.000 millones en los últimos años con el fin de sostener la operatividad de la compañía y afrontar el cierre presupuestario de cada período.

Esta ayuda se vino dando como consecuencia de la postergación del ajuste tarifario previsto tras el acuerdo de un nuevo convenio con el anterior gobierno de Cambiemos que fue cancelado cuando el Frente de Todos llegó a la Casa Rosada.

En todos estos años, los fondos "importados" por Edesur le sirvieron para poder garantizar el nivel de servicio eléctrico, en un contexto de congelamiento tarifario que a partir de este mes de mayo parece haber culminado, luego de que las distribuidoras comiencen a aplicar el incremento del 9% autorizado por el Ministerio de Economía.

De todos modos, las empresas dejaron claro que el incremento queda lejos de cubrir las necesidades financieras para este año, tal como lo advirtieron durante la audiencia pública llevada a cabo a fines de abril pasado para discutir los nuevos cuadros tarifarios y en la que Edesur pidió un ajuste mayor al 80% como para poder compensar en parte los desequilibrios financieros causado por las políticas oficiales.

De hecho, en el último balance correspondiente al primer trimestre de este año, la empresa sufrió una fuerte caída de casi $6.400 millones de sus ingresos y un retroceso de su Ebit del 71%, a pesar de que el resultado de esos tres meses arroja una ganancia de $246 millones contra una pérdida de $172 millones del misimo período del 2020.

En la compañía atribuyen el resultado a una operación contable que surge de una diferencia entre los activos y los pasivos financieros y el impacto de la inflación en esa cuenta. Es decir, se trata de una ganancia contable que también incluye el cálculo del impuesto a las Ganancias.

Pero la verdadera situación de Edesur es otra, con una caja resentida, elevado endeudamiento, gastos crecientes y escasos recursos para poder continuar operando.

En el informe enviado por la distribuidora a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se detallan las cifras del período enero-marzo de este año. El paper refleja, por ejemplo, que sufrió una caída de ingresos del 31% debido al congelamiento y las medidas impuestas por los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y otras relacionadas con la pandemia (COVID 19). Es decir, llegaron a $14.300 millones cuando en los primeros tres meses del 2020 habían alcanzado los $20.765 millones.

Dueños de Edesur profundizan la crisis financiera que atraviesan en Argentina

Dueños de Edesur profundizan la crisis financiera que atraviesan en Argentina

Lo mismo ocurrió con el Ebit o resultado operativo, que alcanzó los $2.771 millones, contra los $1.617 millones anteriores también afectado por el congelamiento y por mayores costos por depreciaciones producto de las mayores inversiones realizadas.

En cuanto al Ebitda del primer trimestre de 2021 arrojó una pérdida de $162 millones, menor respecto de la de igual período del año anterior por una menor provisión de deudores de dudoso cobro, menores gastos de comercialización y administración y otros gastos operativos netos.

Y la deuda neta de Edesur disminuyó un 42% respecto de diciembre de 2020, debido a los mayores saldos de caja e inversiones corrientes.

Durante el primer trimestre, la demanda acumulada de energía eléctrica en el área de concesión de Edesur disminuyó 4,8% con, alcanzando 4.822 GWh. En el caso del consumo de las grandes demandas de la distribuidora demanda no residencial mayor o igual a 300 k, ha evidenciado incrementos en febrero y marzo del orden del 10% y 37%, respectivamente.

Las ventas acumuladas (3.900 GWh) se redujeron en un 7,6% con respecto a igual período del 2020 (4.221 GWh) por retracción de la demanda e incremento de las pérdidas de energía.

Al respecto, Claudio Cunha, CFO de Enel en Argentina, explicó que el sector eléctrico es esencial en esta emergencia sanitaria y muy necesario para el crecimiento del país, por lo cual requiere una solución urgente por parte del Gobierno para seguir sosteniendo el suministro eléctrico.

"Las empresas de distribución de energía, como Edesur, son muy intensivas en inversiones. No existe otra forma de sostener la mejora del servicio que requieren nuestros clientes, sin recursos tarifarios o subsidios", aseguró el ejecutivo.

A pesar del preocupante escenario, la compañía mantuvo sus inversiones. De hecho, las incrementó un 7% durante el primer trimestre del 2021 en comparación con el primer trimestre del 2020. "Las inversiones de los últimos años han permitido la continua mejora en la reducción de la duración promedio de los cortes", argumentó el ejecutivo.

Generación en caída

Una situación similar se evidencia en otro de los negocios de Enel relacionado con la generación de electricidad y en el cual el grupo italiano está presente a través de Generación Costanera.

Si bien la compañía invirtió $679 millones entre enero y marzo, también registró un desplome de su resultado final, con ingresos que llegaron a los $1.892 contra los $3.575 del primer trimestre del año pasado, representando un retroceso del 47%.

En el caso del Ebitda, cayó 64% y se ubicó en los $808 millones, mientras que su resultado operativo se derrumbó un 113% al alcanzar los $155 millones, versus los $1.184 anteriores.

En cuanto al resultado del período fue de una ganancia de $77 contra los $1.414 millones del primer trimestre del 2020, lo cual refleja un desplome del 105% causado por una menor ganancia operativa, mayores costos financieros netos y una menor ganancia por el ajuste por inflación, parcialmente compensado por un menor cargo por el impuesto a las ganancias.

En el primer trimestre deel año, el resultado de Central Costanea fue de una ganancia de $77 contra los $1.414 millones del primer trimestre del 2020
En el primer trimestre, Central Costanea ganó $77 contra los $1.414 millones de igual períiodo del 2020

"En febrero del 2020, el Gobierno redujo la remuneración de las empresas de generación a través de la Resolución 31 de la Secretaría de Energía, luego, suspendió la aplicación del ajuste mensual previsto en la misma, y, producto principalmente de este congelamiento, tuvimos una caída en los ingresos de casi 50%", destaca Cunha, para quien Enel Costanera "juega un rol importantísimo para el abastecimiento de energía en el AMBA".

Por dicha razón, reclama a las autoridades el restablecimiento de lo que estipula la regulación vigente, garantizando con eso la provisión de energía en forma adecuada.

Ocurre que la caída en los ingresos de la compañía se explica principalmente por la aplicación de la resolución a la que hace referencia Cunha y que, entre otros aspectos, mantiene los valores remunerativos de la energía y potencia en pesos. Adicionalmente el ajuste por inflación de dichos valores fue suspendido posteriormente.

Pero, como en el caso de Edesur, el holding italiano también mantendrá en Central Costanera la política de inversiones destinadas al mantenimiento de las unidades generadoras, con el propósito de optimizar la disponibilidad y confiabilidad de la planta.

Esto, según Cunha, es a pesar de que la energía generada por Costanera en el trimestre disminuyó un 15% a 1.639 GWh, respecto de los 1.917 GWh del mismo período del 2020, como consecuencia del menor requerimiento de despacho por parte de CAMMESA, principalmente, de los ciclos combinados.

De hecho, en el mismo período se registró una disminución de la demanda de electricidad del país del 2,65% con respecto a igual lapso del año anterior, debido al contexto macroeconómico.

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