Celulosa Argentina, considerada como la mayor compañía foresto industrial del país cerró la venta por u$s22,5 millones de tres de sus sociedades contraladas y una serie de inmuebles que pasarán a manos de un grupo austríaco.

La compañía, integrada desde el desarrollo forestal hasta la fabricación, comercialización y distribución de productos de valor agregado acaba de oficializar la operación con la empresa Afort Tape Gmbh que, a su vez es propiedad del grupo industrial europeo SPS Walholding GmbH.

La transacción involucra la venta del 100% del paquete accionario de las sociedades Rudaco S.A.; TC Rey S.A. e Iviraretá S.A., operación que venía negociando desde fines de marzo del año pasado, en pleno inicio de la pandemia del Covid-19.

Según comunicó la empresa a la Comisión Nacional de Valores (CNV), el precio por la transferencia de las acciones luego de los ajustes y deducciones previstas en el contrato y por el consumo de madera entre el 1 de octubre del 2019 y el cierre de la operación quedó establecido en la suma de u$s16.888.185.

De manera adicional, su subsidiaria Forestadora Tapebicua ha transferido 3.152 hectáreas ubicadas en el departamento correntino de Santo Tomé ("Ñu Porá", y Unión. El precio por esta transferencia se estableció en u$s2.131.006 más IVA.

En el caso del Ñu Pora será cedido en las próximas semanas mientras que Unión se transferirá una vez que el grupo austríaco obtenga los permisos y autorizaciones gubernamentales del Registro Nacional de Tierras Rurales y de la Secretaría de Zonas de Seguridad de Fronteras.

En su comunicado, Celulosa Argentina explica que los fondos que recibirá por la venta de estos activos serán destinados a recomponer el capital de trabajo que se utilizó para cancelar deuda financiera vencida y levantar los gravámenes que existían sobre los activos transferidos a efectos de poder llevar adelante la operación.

"El saldo, una vez liberadas otras garantías sobre los activos transferidos será empleado como capital de trabajo y para el capex", agrega.

Es decir, buscará reforzar sus principales actividades como son las de salud e higiene, y ajustar la caja, mientras que otra parte de los fondos irá a mejorar el perfil productivo, financiero y económico de la compañía.

Default y canje

En diciembre del 2019, la empresa había entrado en default técnico por no haber pagado los intereses de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que había emitido.

Sin embargo, un mes después salió de esa situación financiera complicada, tras una colocación de deuda con la que logró la total conformidad de los acreedores remanentes y de esa forma completar el canje de sus ON y el pago de una deuda remanente por u$s2,04 millones.

Celulosa Argentina es controlada por Grupo Tapebicuá.

En una primera etapa, la compañía había abierto un canje voluntario para estas letras, que alcanzó un 91,77% de adhesión, pero se declaró en default al no poder pagar la deuda con quienes no ingresaron a la operatoria, con vencimiento el 5 de diciembre.

En esa ocasión, informó a la Bolsa porteña que reabriría el canje, para sumar a inversores que habían quedado fuera del proceso. Ese trámite alcanzó una adhesión del 96,6% de los inversores que adquirieron un nuevo papel, amortizable en seis años, que no tuvo quita de capital o cambio de tasas.

Celulosa Argentina es una empresa que cotiza en la bolsa porteña y es controlada por Grupo Tapebicuá, una firma fundada por Douglas Albrecht, Collado y José Urtubey, vicepresidente de la UIA.