En un mercado inmobiliario prácticamente detenido, muchos desarrolladores empiezan a entender que la salida es generar valor agregado en cada obra. Y para esto es preciso ir en pos de lo que los compradores demandan hoy: confort, pero también tener viviendas de bajo impacto en el medio ambiente.

"Desde hace unos meses estamos trabajando en el desarrollo de proyectos sustentables, pero nos faltaba un marco de acción que nos ordene y que nos permita cuantificar las acciones que nosotros creíamos relevantes en cuanto al impacto que generaban", cuenta Santiago Vitali, de Grupo Klover y miembro de la Cámara de Empresarios de Desarrolladores Urbanos (CEDU).

¿Qué significa que están trabajando? Desde la CEDU crearon la Subcomisión de Mejores Prácticas Empresariales para "repensar nuestro modelo de negocio, entendiendo que los proyectos inmobiliarios generan un impacto inmediato en una zona, en una tierra, en un barrio, en una comunidad y que, a partir de ese impacto, debemos lograr un equilibrio en tres dimensiones: económica, social y ambiental, pilares para una sociedad y una comunidad sostenible", manifiesta Diego Lanusse, socio Fundador de EIDICO.

Con esta subcomisión, desde la cámara esperan poder ser referentes en lo que a construcción sustentable se refiere, ya sea elaborando un manual de planificación hasta la confección de un sistema de puntuación que permita evaluar cada proyecto. "Queremos que este reconocimiento se convierta en un hito digno de alcanzar, que fomente la libre cooperación, la interrelación entre compañías y la mejora continua en la gestión de empresas sostenibles", expresa Lanusse.

Por su parte, Hugo Torres, director de QE2 Construcciones SRL, nombra el reciente Informe sobre la Situación mundial de los edificios y la construcción en 2020, elaborado para la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción (GlobalABC), en el que "indican que gran parte del movimiento hacia edificios sustentables está llegando de la mano del mercado financiero, pues sus empresas están siendo las promotoras".

"Por ejemplo, según el mencionado estudio, a nivel mundial, de las 1005 empresas inmobiliarias, promotores, sociedades de inversión inmobiliaria y fondos, con más de 4.1 billones de dólares de activos gestionados, que presentaron datos al Global ESG Benchmark for Real Assets (GRESB) en 2019, el 90% ya ajustan sus proyectos a las normas de calificación de edificios ecológicos para la construcción y el funcionamiento", agrega Torres.

Los desarrolladores apuestan al triple impacto para reactivar el sector.

Industria que evoluciona

¿Por qué es importante que Argentina entre en el mundo de la construcción sustentable? Uno de los motivos es que se estima que hasta 2030 se invertirán más de 24 billones de dólares en edificios que alojen oficinas del mercado financiero. Y esto es solo una de las verticales del sector.

"Esto traerá diversos beneficios: por un lado mejorará la calidad del aire de los espacios interiores y eso impactará de lleno en la calidad de vida de los trabajadores, algo que hemos aprendido con la pandemia que es absolutamente esencial. Esto en el caso de las propiedades corporativas. Lo mismo sucederá con los espacios residenciales, en el que las personas tendrán mayor confort en diseño, y en salud", analiza el titular de QE2 Construcciones SRL.

Pero, además, aseguran todos los integrantes de la industria, ir hacia la construcción sustentable creará numerosos empleos. "A nivel mundial este sector fue severamente castigado, por lo que poder darle a la gente un punto de esperanza no es para nada desdeñable. Sobre todo si tenemos en cuenta que estamos descarbonizando los ambientes, y revalorizando cada obra, lo que implica subir el valor de los bienes raíces en general", observa Torres.

Tanto en proyectos corporativos como residenciales, los usuarios buscan que se valore la energía renovable.

Estas preocupaciones que están entre quienes lideran la industria, también la tienen los consumidores. Esto puede saberse gracias al estudio que FV, la marca de grifería, realizó junto a la consultora YOUniversal, en el que detectaron que el 50% de los encuestados están preocupados por el cuidado del uso del agua, la electricidad y el gas, el consumo de alimentos de productores locales y el uso de la bicicleta por sobre otros transportes.

Además, en cuanto a la ciudad del futuro, el 86% de los entrevistados cree que los espacios verdes ganarán importancia y compensarán la mayor polución que se estima habrá y afectará nuestra salud. Por otra parte, el 83% cree que el transporte y la movilidad eficiente serán claves en el diseño urbano, el 82% piensa que el cuidado de los recursos ambientales será muy importante y el 77% considera que habrá cada vez más interacción digital y por voz en todos los espacios de la ciudad y la vivienda.