Los fondos que la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (AGIP) liberó recientemente para el pago de parte de los salarios apenas si llegaron a un puñado de empleados de la cadena Garbarino.

Voceros de los trabajadores comentaron a iProfesional que sólo una parte de los 225 millones de pesos en cuestión llegó a los bolsillos y no precisamente a todo el plantel: empleados aseguraron que la firma depositó fondos únicamente en las cuentas de quienes no participaron de las tomas de locales o de aquellos que, incluso sin sistema o mercadería para vender, optaron por seguir manteniendo arriba la persiana del punto de venta.

"Por cómo hicieron los pagos, claramente optaron por usar los fondos como premio para algunos, los 'fieles', y castigo para los que exigimos que cubran la deuda de una vez por todas", comentó a este medio un representante gremial de la sucursal en Concordia.

El malestar por la maniobra se intensificó en las últimas horas y ya a nivel país. Desde la representación en el extremo sur de la Patagonia del gremio de Empleados de Comercio informaron que abonó sólo el 15 por ciento de cada sueldo correspondiente a agosto –Garbarino debe otros 3 meses previos– a menos de la mitad de los empleados de la firma.

Como expuso este medio a principios de semana, varios trabajadores del retail en Río Grande, Tierra del Fuego, reconocieron que "venden churros y raspaditas para subsistir. La cantidad de puestos de trabajo afectados en la provincia asciende a 300 personas. Lo único que hemos recibido todos los trabajadores han sido algunos subsidios de la provincia y módulos alimentarios del municipio".

Mientras tanto, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) volvió a postergarse la reunión que iban a celebrar distintos ejecutivos de la cadena con voceros los empleados. "La única noticia que tenemos para dar es mala: cerraron de forma definitiva las sucursales San Miguel y Lomas de Zamora centro", dijo a iProfesional un representante gremial. La zona Oeste es, para Garbarino, ya cosa del pasado.

El retail cerró sus puntos de venta en San Miguel y Lomas de Zamora.

La empresa además abandonó su local en la peatonal Rivadavia del centro de Quilmes y también en la principal zona comercial de Merlo. En el interior, acaba de poner fin a sus operaciones en la capital de Jujuy y aplicó la misma medida en San Juan y La Rioja.

Mientras tanto, quedó en la nada el pedido de financiamiento elevado por Carlos Rosales, titular del retail, al Ministerio de Desarrollo Productivo que encabeza Matías Kulfas.

"Era obvio que no iban a dar ayuda desde el Gobierno. Durante la pandemia la empresa recibió un auxilio de 6.000 millones de pesos y ese dinero se habría movido a otros negocios. El nuevo pedido para poner nuevamente en marcha a la compañía fue rechazado porque Rosales perdió toda credibilidad", disparó un referente de los trabajadores de Garbarino en el AMBA.

Tiempo de descuento

"Si no aparece algún inversor en el corto plazo, esto es, en 15 días, probablemente el caso ya no tenga solución. Estamos a pocos días de las PASO y a 45 de las elecciones. El Gobierno sigue sin intervenir cuando ya debió haberlo hecho hace rato. Estamos entrando en una instancia decisiva y definitiva", añadió el mismo vocero.

En simultáneo a la situación de desastre que atraviesa Garbarino, finalmente hay fecha de remate para el 51 por ciento de las acciones de Compumundo: se llevará a cabo el 15 de septiembre a las 11 de la mañana por cuenta y orden del Banco VOII.

La empresa omitió el pago a los empleados de sucursales cerradas.

Según trascendió, el valor nominal de cada una de las acciones –un total de 58.650.000– será de 1 peso y corresponderá a un voto por acción emitida por esta misma compañía, otros de los negocios del retail en "crac".

Por último, resta decir que las condiciones de pago de cada acción serán al contado, en efectivo y al mejor postor, aunque también se admite abonar por transferencia o cheque emitido por entidad bancaria domiciliada en la Ciudad de Buenos Aires.