El grupo de empresas de la familia Madanes que comprende a las firmas Aluar y Fate tuvo por estos días que soportar la "doble vara" con la que el Gobierno viene manejando su relación con el sector corporativo.

Por un lado, logró que su fabricante de aluminio ubicada en la localidad de Puerto Madryn recibiera ayuda oficial para que pueda reactivar el desarrollo de la cadena de valor del aluminio primario.

Por otro, debió paralizar las operaciones de su productora de neumáticos que se ve afectada por las restricciones impuestas por el Banco Central para cancelar los pagos de sus importaciones.

"Una de cal y una de arena", tal como lo definieron empresarios consultados por iProfesional en el marco del 57 Coloquio de IDEA que se está desarrollando en el predio ferial porteño de Costa Salguero y en donde se vienen multiplicando las críticas a la forma elegida por el Gobierno para vincularse  con el sector corporativo.

En el caso de la ayuda oficial para que Aluar reciba electricidad a menor costo y pueda mejorar de ese modo el precio de sus insumos los ejecutivos la calificaron como positiva por entender que le permitirá a la empresa que dirige Javier Madanes Quintanilla cumplir con una serie de compromisos de inversión muy importantes, generar más puestos de trabajo y ayudar al desarrollo de la cadena productiva del aluminio.

En ese sentido, coincidieron con la mirada de Kulfas para quien se trata de una decisión estratégica al punto que quedó plasmada en una carta de intención firmada por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el CEO de la compañía, Javier Madanes Quintanilla, durante una reunión en Casa Rosada de la que también participaron el jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro; el secretario de Energía, Darío Martínez, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.

En concreto, la ayuda que recibirá Aluar será plasmada en la eliminación de recargos y sobrecostos de la energía que recibe de la central Futalefú, como los transitorios del despacho, del combustible, de la importación desde Brasil y los relacionados con los contratos Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), además de los cargos por reserva de potencia y los sobrecostos de compras conjuntas.

Esto ayudará a poner en plena operación la planta de Aluar y obtener divisas anuales por u$s550 millones como promedio, "lo que se traduce en un circulo virtuoso de desarrollo para el país, con inversión, producción, exportación, trabajo y previsibilidad", tal como sostuvo Darío Martinez durante la reunión.

El Gobierno aplica la "doble vara" en su relación el grupo Aluar-Fate

De esa forma, la empresa se comprometió a aumentar en 106.000 toneladas su producción con un incremento de hasta u$s250 millones en la generación de divisas y la incorporación de 600 nuevos trabajadores.

El propio Madanes Quintanilla señaló que el acuerdo alcanzado ayudará a alcanzar el objetivo del superávit en divisas y a lograr una fuerte inversión dentro de la matriz energética de la planta de Aluar que abastece al 95% del mercado Interno de neumáticos y exporta el 77% de su producción principalmente a Estados Unidos, Brasil y Japón, generando un aporte neto positivo de su comercio exterior a la balanza comercial argentina, por esas exportaciones y por la sustitución de importaciones de aluminio primario, de unos u$s550 millones anuales.

Neumáticos y cepo

Sin embargo, casi al mismo tiempo que celebraba este convenio, el empresario debió salir a negociar con el Gobierno una salida al problema sufrido por Fate que impacta en el abastecimiento para terminales automotrices y reposición, haciendo crecer los precios ya alto de los neumáticos.

El problema de la productora de neumáticos se generó a partir de la Comunicación A 7375 del BCRA que le prohíbe a las empresas que adquieren bienes del exterior efectuar pagos de sus importaciones tanto con la modalidad de pago anticipado como de "Pago Vista" o por bienes ya embarcados.

A través de una carta enviada a sus clientes y firmada por su gerente Comercial, Miguel Abelardo Caray, gerente Comercial, Fate advirtió sobre la imposibilidad de recibir la materia prima necesaria para sostener su producción por lo cual se ve obligada a reprograma parte de sus entregas.

Las empresas de la familia Madanes se vieron beneficiadas y afectadas a la vez por dos medidas diferentes

"Nos comprometemos a realizar los mayores esfuerzos a nuestro alcance para normalizar el abastecimiento lo antes posible, esperando no tener que comunicar en el corto plazo la imposibilidad total de abastecimiento", describe  el ejecutivo de Fate en su nota en la cual califica a la situación como "imprevista e inevitable".

El cortocircuito con el Gobierno fue tal que obligó a la intervención del secretario de Industria, Ariel Schale, para alcanzar un acuerdo con la compañía que despeje el horizonte de dudas y no resienta el acuerdo que, por otro lado, el grupo y el Gobierno habían alcanzado para Aluar.

El propio Madanes le dijo a iProfesional que la empresa quiso anticiparle a sus clientes sobre posibles retrasos, pero anticipó que el problema quedará resuelto en los próximos días.

"En el caso de la difusión de la medida que recorta los pagos a la vista estamos mencionando los efectos que podría causar una demora prolongada en la aplicación de esta medida pero estamos trabajando con muy buenas perspectivas junto al Banco Central para asegurar que no exista desabastecimiento de ningún insumo crítico que afecte la actividad", aseguró el empresario. 

Sus palabras repercutieron en el seno de la propia autoridad monetaria que preside Miguel Pesce desde donde se envió un comunicado sobre posibles inconvenientes en la línea de producción de Fate por falta de insumos importados. 

"La empresa manifestó que no registra ningún atraso en la producción ni debió paralizar ninguna línea de producción", señaló la carta del BCRA que también hace referencia a un pronunciamiento de la cámara sectorial "que se encuentra en conversaciones con el BCRA".

Lo que no se explica en el comunicado del Central es la forma en la cual Fate podrá "saltar" los lineamientos de una norma general que refuerza más el cepo y la dolarización preelectoral.