¿Se complica la cosecha?: la guerra en Ucrania pegó en el canal mayorista y aceleró el faltante de combustible
Se suman las complicaciones para las pretensiones agroexportadoras del Gobierno. Al conflicto renovado que mantiene el oficialismo con distintas organizaciones del campo, tras el reciente tire y afloje en torno a las retenciones, ahora se añadió una variable que podría afectar la cosecha que tanto aguardan las arcas del BCRA: el faltante de combustibles por efecto del movimiento ascendente de los precios.
¿Cómo es esto? El contexto que transita el mercado de los hidrocarburos a raíz de la guerra que libran Rusia y Ucrania redundó en un incremento en los valores internacionales de productos como el gasoil. Argentina importa parte del combustible que utiliza sobre todo en el agronegocio y la industria.
Y las últimas compras arribaron al segmento de la venta mayorista con sus precios ajustados al escenario externo. Esto es, mucho más arriba de lo que cotiza el combustible en las estaciones de servicio.
La diferencia generó una sobredemanda que los puntos de expendio ya no alcanzan a cubrir, también por la existencia de cupos de entrega de este tipo de productos. De ahí el obstáculo para la intención oficial de promover una cosecha récord de soja y maíz.
Diferencias de precios en el combustible
La última semana, desde el transporte de carga elevaron la voz ante la profundización del faltante. Fuentes de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) señalaron que el precio del gasoil a granel aumentó hasta un 27 por ciento según la provincia versus el 12 por ciento al que escaló en las estaciones de servicio.
"Al incremento en el precio se suma la falta de disponibilidad del combustible", indicó la entidad a través de un comunicado.
"En este contexto, teniendo en cuenta que más del 90 por ciento de la carga de la Argentina se mueve en camión, y que nuestra actividad resulta esencial para el desarrollo económico y social del país, hacemos un llamado a las autoridades pertinentes para encontrar una solución consensuada al tema", añadió.
Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, la confederación que integra a los expendedores de todo el país, remarcó ante iProfesional la gravedad del faltante que atraviesan las estaciones de servicio.
"Hay desabastecimiento y cada vez se está poniendo peor. Dicen que es mentira y esto es así. Es un sinsentido ocultar que estamos sin producto. No se entiende", dijo.
Para luego añadir: "Hemos pedido reuniones con Darío Martínez y Roberto Feletti, secretarios de Energía y Comercio, y no nos dan esta posibilidad. Estamos desilusionados porque sabíamos que iba a pasar esto. El Gobierno no nos atiende, no demuestra interés".
"Sin combustible ¿la cosecha con qué la van a levantar? El canal que abastece el agro ya tiene 35 por ciento de aumento", acotó, dando cuenta del desfasaje de valores existente entre las estaciones de servicio y el canal mayorista.
El faltante se agudiza en el interior
Por el lado de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garajes y Afines (CESGAR) de Rosario, el titular del gremio, Daniel Giribone, declaró que el faltante del gasoil comenzó hace cuatro meses. Sin embargo, aclaró que empezó a notarse en las últimas semanas a partir del incremento que aplicaron los mayoristas.
"Lo que sucede es que los mayoristas lo venden a precio actualizado a los grandes consumidores como pueden ser los transportistas o generadores de energía. Es por eso que los transportistas recurren a las estaciones de servicio con cupos para poder cargar a menor costo", afirmó.
En las provincias dominadas por el agronegocio no faltan los expendedores que reconocen que, desde que se profundizó la guerra Rusia-Ucrania, no dan abasto para atender la demanda de gasoil. A eso hay que sumarle que, también desde hace meses, el segmento del expendio viene sufriendo problemas de abastecimiento por los cupos impuestos por algunas compañías.
"De cada diez días del mes, tres se pierden porque no hay naftas para vender", se quejaba ante iProfesional, hace escasas semanas, empresarios ligados a la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines (CECA) de San Juan y su similar en San Luis.