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La historia de Hair Recovery: elegida por los famosos, les devolvió el cabello a miles de argentinos

Dedicados exclusivamente a los tratamientos capilares, llevan más de 600.000 pacientes atendidos y 70.000 trasplantados entre Argentina y Latinoamérica
05/10/2023 - 16:36hs
La historia de Hair Recovery: elegida por los famosos, les devolvió el cabello a miles de argentinos

Flavio Mendoza, Nicolás Escarpino, Paulo Vilouta, y hasta el legendario Diego Armando Maradona pasaron por su consultorio. Es que en los últimos tiempos, la búsqueda de tratamientos para prevenir la pérdida de cabello o recuperarlo cuando la genética ya hizo lo suyo dejó de ser un tabú. Desde entonces, el doctor Nicolás Lusicic, fundador y presidente de la clínica Hair Recovery, viene desde hace 30 años brindando tratamientos de recuperación capilar en sus más de 40 clínicas. A la fecha operó a más de 70.000 pacientes y ayudó a más de 600.000 a recuperar no solo su cabello sino también, dice Lusicic, su confianza y autoestima.

Antes de dedicarse a la medicina capilar, el médico -recibido en la Universidad Nacional de Córdoba-, trabajó como cirujano general en el Hospital Piñero atendiendo emergencias de pacientes accidentados, apuñalados y baleados. Aunque reconoce que la emergentología le gustaba y fue una excelente escuela, ya en esa época también le empezó a interesar la plástica, quería que las cicatrices de sus pacientes quedaran lo más pequeñas y disimuladas posibles por lo que casi naturalmente se fue especializando en la cirugía plástica hasta que finalmente se superespecializó en medicina capilar.

Su primer referente fue el cirujano plástico Abel Chajchir, uno de los primeros médicos del país que empezó a realizar trasplantes de pelo cosiendo en la zona faltante una tira de piel con pelo que quitaba de otro lado de la cabeza del paciente. Aunque para los ‘70 se trató de una gran innovación, según Lusicic, la realidad era que no quedaban bien estéticamente y lucían poco naturales. "Con ésta técnica que se conocía como Colgajo, aparecieron el político cordobés José Manuel de la Sota, el actor Alberto Martín y Leonardo Fabio, aunque a él finalmente no le funcionó. Chajchir se hizo muy conocido en el mundo porque su técnica era interesante, pero debió haber tenido un criterio reparador y no estético", explica en diálogo con iProfesional.

Con la técnica de Chajchir, en los ‘80 con la de los Punch (que se trataba de una técnica similar, pero que en vez de las tiras de piel eran pequeños círculos) y más tarde con los microtransplantes fue que Lusicic empezó a formarse como cirujano plástico. "Empecé viajar para ir a congresos especializados y estuve 6 meses en Brasil formándome con Carlos Uebel, otro de los pioneros de trasplante capilar", repasa el médico para demostrar cuán importante fue para él la superespecialización.

En este sentido, cabe aclarar que Lusicic es uno de los médicos de la International Society of Hair Restoration Surgery (ISHRS), una sociedad norteamericana con sede en Chicago que nuclea a los 1500 especialistas en medicina capilar que hay en el mundo; un número pequeño si se lo compara con los 10.000 dermatólogos que llegan a juntarse cuando se organiza un Congreso de la especialidad. "Y somos menos aún los que nos dedicamos a esto de manera exclusiva. Normalmente los cirujanos plásticos hacen liposucciones, rinoplastias, lifting, etc. y en el medio, pelo. Nosotros decidimos enfocarnos seriamente en el cabello. Con el tiempo la medicina terminó dándonos la razón porque ahora tenés, por ejemplo, traumatólogos especializados en hombro, rodilla y el que hace una cosa no hace la otra".

Para 1996 cuando Lusicic fundó, junto a la médica Alejandra Susacasa, Hair Recovery, el mundo del implante capilar había evolucionado hacia los microtransplantes, ya no eran ni tiras ni círculos sino con pequeños pedacitos que permitían trabajar con más uniformidad. "Yo arranco a trabajar con esta técnica que nosotros llamamos "Microtransplantes Pelo por Pelo", que era más sencilla porque no requería internación ni anestesia general", cuenta el médico.

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Con los microtrasplantes capilares pelo por pelo, Hair Recovery logró una solución que le da naturalidad a la cabellera

Sin embargo, bajo el compromiso de estar siempre a la vanguardia y ofrecer a sus pacientes los mejores resultados, conforme fue avanzando la medicina y la tecnología, Hair Recovery fue también innovando e incorporando nuevos tratamientos capilares no invasivos como la mesoterapia y la aplicación de productos que previenen la caída del cabello y mejoran la salud del cuero cabelludo. "Nada de lo que hacemos en Hair Recovery tiene que ver con los masajes, remedios caseros o lociones mágicas. Todos nuestros tratamientos están científicamente comprobados y son avalados por la ISHRS", aclara Lusicic.

A comienzos del milenio, con el avance de la farmacología, Hair Recovery fue incorporando tratamientos para la prevención de la caída del pelo y de mantenimiento; procedimientos que además les permitió sumar como pacientes a las mujeres que hasta ese entonces solo tenían los baños de crema para tratamiento del pelo debilitado.

Entre los tratamientos de prevención y mantenimiento fueron pioneros en Mesoterapia, Plasma Hair y Nutrifol; técnicas ambulatorias de 15 minutos que implican la colocación de medicamentos en el cuero cabelludo para ir directo a las raíces del pelo. Además de Finasteride, una opción vía oral para la alopecia androgenética y su línea exclusiva de productos como champús, ampollas, vitaminas y hasta pelo en polvo.

Aunque Lusicic invita a realizar una consulta con un especialista sin cargo para evaluar y presupuestar de acuerdo a las necesidades reales, cuenta que en Argentina estos tratamientos pueden costar entre los u$s1.500 y $s3.000 dependiendo de la cantidad de cabello a trasplantar o el procedimiento de prevención que se realice. En el exterior, compara, arrancan de los u$s5.000 y están más cercanos a los u$s7.800 en España y Estados Unidos.

Pelo por pelo, Hair Recovery se expande

A la primera clínica Hair Recovery la inauguraron sobre la Avenida Córdoba de la Ciudad de Buenos Aires y aunque los resultados eran evidentes, para Lusicic y Susacasa (su socia y esposa) demostrarlo fue todo un desafío. Siendo aun dos jóvenes de no más de 30 años tenían que salir a demostrar la efectividad de sus tratamientos a un público resignado o desilusionado después de haber intentado con lociones o masajes y claro está, no existía la ayuda viral de las redes sociales.

La pregunta que los profesionales se hacían era si alguno de los pacientes que se acercaron sin demasiadas expectativas se animarían a contarles a otros su positiva experiencia en el quirófano de Hair Recovery. "Sí", fue la respuesta y no sólo se prestaron a sacarse fotos (en papel) para mostrar el antes y el después de la cirugía, sino que para estupor de los médicos, hasta se creó una especie de club de caballeros en el que los pacientes que habían pasado por la cirugía se reunían para mostrarles y contarles su experiencia a los que aún dudan de la veracidad del método. "Nos juntábamos los viernes y charlábamos entre todos y mostrábamos las fotos. La gente salía del showroom y se anotaba para operarse porque claro, acababan de ver algo que nunca habían visto", recuerda.

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Bajo el modelo de franquicias, Hair Recovery solicionó la necesidad de proximidad a los pacientes

"Los tratamientos de prevención y manteamiento requieren una frecuencia semanal, lo que también significó un desafío porque si bien para ese entonces teníamos 10 clínicas entre Buenos Aires, Mendoza, Rosario y Córdoba; necesitábamos aún más proximidad con los pacientes y entonces lanzamos las franquicias Hair Recovery", explica Lusicic.

Muchos de los franquiciados Hair Recovery, cuenta el presidente de la clínica, son ex pacientes encantados con los resultados y médicos de su equipo que decidieron independizarse sin abandonar el expertise de la marca.

Hoy Hair Recovery, que certifica normas de calidad ISO, tiene más de 40 clínicas operativas entre Argentina, Paraguay, Ecuador y República Dominicana y, próximamente, adelantó Lusicic, estarán desembarcando en Miami (Estados Unidos), Bogotá (Colombia) y Madrid (España).

Desde el punto de vista empresarial, confiesa el médico, el comienzo de Hair Recovery estuvo guiado un poco por intuición y otro poco tocando de oído las experiencias y desafíos que conocieron de sus respectivas familias que eran empresarias. "Eso nos ayudó a arrancar con la marca registrada y patentada. Para 1997 ya teníamos nuestra página web y teníamos una dirección de correo; herramientas que nada tienen que ver con lo que se conoce ahora, pero que eran lo último en esos años. Al comienzo trabajamos con una consultora, pero de a poco fuimos armando un organigrama interno con un gerente general y los diferentes departamentos. En cuanto a la formación, aunque nunca hice una carrera empresarial de grado, con los años fuimos haciendo cursos o capacitaciones y participando de encuentros empresariales", cuenta.

Eso sí, aunque devenidos empresarios, Lusicic y Susacasa siguen operando semanalmente como el primer día.