Una prepaga aumentará sus cuotas en función de la suba de los salarios
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Tras la desregulación de precios establecida por el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 del Gobierno nacional, la mayoría de las empresas de salud privada del país anunciaron fuertes aumentos para enero, en muchos casos superiores al 40% y 50%.
Este movimiento anticipa incluso nuevos incrementos en febrero, impactando directamente en los bolsillos de los asociados porque las prepagas definieron esquemas para recuperar sus ingresos ante el "cepo" que había establecido el kirchnerismo y aprovechar la liberación del mercado establecida por el gobierno del presidente Javier Milei para aplicar subas vinculadas con la inflación.
Pero existen casos de algunas prepagas que decidieron tomar como indicador de las subas a la evolución del salario de sus afiliados.
Un ejemplo es el de Boreal Salud, que tiene alrededor de 250.000 afiliados y brinda cobertura médica en el Centro, Cuyo, Noroeste y Litoral del país a partir de más de 30 sucursales distribuidas en esas regiones, además de contar con su propia red de doctores y profesionales, incluyendo centros médicos propios.
Sus servicios incluyen también una red de prestadores médicos y sanatorios; descuentos en farmacias, gastos de internación sin cargo, alta complejidad, plataforma de telemedicina, credencial digital y la App Boreal Móvil para autorizar consultas y prácticas médicas desde el celular, entre otros.
Al ritmo del RIPTE
La prepaga nacida en Tucumán ocupa el puesto 8 a nivel nacional por cantidad de asociados, según datos de la Fundación iSalud, y prevé alcanzar los 300.000 beneficiarios en 2024, además de contar con 31 sucursales distribuidas en 11 provincias.
En este contexto, sus ejecutivos decidieron que los aumentos de precios de sus tarifas se encuentren alineados a ritmo del índice que opera bajo el nombre de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Este sistema se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
Las variaciones de este índice intervienen en el cálculo de la movilidad jubilatoria y en el de las indemnizaciones por accidentes de trabajo y su publicación se realiza a los 45 días de finalizado el periodo correspondiente debido al tiempo que transcurre entre la recepción y el procesamiento de las Declaraciones Juradas que los empleadores presentan ante la AFIP.
Pero el RIPTE no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado privado, sino que fue elaborado como un insumo para determinar la movilidad jubilatoria.
De todos modos, en Boreal Salud decidieron tomarlo como indicador de las subas de las cuotas "para no afectar tanto el bolsillo de sus más de 250.000 afiliados", señalaron desde la prepaga, además de agregar que los aumentos desmedidos podrían saturar el sistema de salud público y afectar la situación laboral de miles de profesionales de la salud.
En base al RIPTE la empresa ha estado actualizando los ajustes hasta diciembre de 2023 y encarará la misma estrategia con la cual se conducirá en los meses de enero y febrero actuales.
Según un documento elaborado por la prepaga, esta decisión apunta a equilibrar la continuidad de servicios de salud de calidad con el resguardo del bienestar financiero de sus usuarios.
Según Mario Koltan, presidente de Boreal Salud, "hay empresas de medicina prepaga que están decididas y conscientes de perder, según lo han expresado públicamente, entre un 30% y un 40% de la cartera, con el concepto de que estaría sobredimensionado el sector".
Incrementos "desmedidos"
En cambio, el ejecutivo entiende que "esa no es la mirada, para las pymes de Argentina que vivimos, dependemos, funcionamos y crecemos sobre la base del mercado interno y para nosotros el mercado interno son los trabajadores registrados y ellos están sintiendo el impacto del aumento de los precios que es lo único que se liberó, pero no se ajustaron los salarios".
Advierte también que estos aumentos a los que considera "desmedidos" conllevan desventajas significativas en toda la sociedad.
Por una parte, sostuvo que una posible saturación del sistema público de salud debido a una eventual migración masiva de afiliados, amenaza la garantía del derecho de salud que está planteado y plasmado en la Constitución.
En este caso, la empresa cumple con los plazos del RIPTE, que viene con actualizaciones con atrasos de 60 días y su publicación se realiza a los 45 días de finalizado el periodo correspondiente debido al tiempo que transcurre entre la recepción y el procesamiento de las Declaraciones Juradas que los empleadores presentan ante la AFIP.
En este sentido, la prepaga aumentó 11,7% en octubre y otro 6,3% en noviembre por lo que sus ejecutivos advierten que en el caso del resto de las prepagas corren el riesgo de que algunas pocas sigan funcionando debido a que quedan pocos asociados en condiciones de seguir pagando cuotas tan altas, situación que podría impactar negativamente en la generación de empleo, afectando a diversas industrias ligadas al sector de la salud y comprometiendo la estabilidad económica de miles de profesionales de la salud.
El rol de los farmacéuticos
En el caso de los aumentos de las prepagas, los ejecutivos del sector también entienden que la industria farmacéutica juega un rol crucial en esta dinámica ya que los costos crecientes de los medicamentos, representando actualmente cerca del 40% del gasto en salud y exacerban la presión sobre las empresas de medicina prepaga, incluso generando una discusión sobre los honorarios de los profesionales de la salud, ya que no reside en la cantidad, sino en cuánto queda disponible después de enfrentar los elevados costos farmacéuticos. En ese sentido, Koltan explica la importancia de que el Estado intervenga estableciendo límites a los incrementos, a fin de preservar el acceso a medicamentos y salvaguardar el derecho constitucional a la salud.
"Los medicamentos, tanto en ambulatorio como en internación, tenemos indicadores de la Confederación Argentina de Farmacéuticos (COFA), que hubo un incremento del 130% entre el 10 de noviembre y el 27 de diciembre", agrega. Pero advierte que esos costos no se pueden trasladar "mecánicamente" y cuestiona que esta idea de liberar los precios no va acompañada con un acuerdo paritario que mejore el ingreso de la gente que nos elige. "Nos preocupa que no haya capacidad de afrontar los servicios con la calidad que pretendemos", argumenta el ejecutivo quien no está dispuesto a perder un 30% o un 40% de la cartera de su prepaga.
Pero entiende que "son realidades distintas y en el interior del país los trabajadores tienen un sueldo promedio de $400.000 o $410.000, y sobre eso tenemos que trabajar y garantizar los servicios de salud".
En ese sentido, entiende como esencial encontrar un equilibrio entre el acceso a medicamentos, servicios de salud de calidad y los costos asociados a estos insumos esenciales.
Agrega que es crucial "garantizar la salud como un derecho fundamental para todos los ciudadanos, siendo necesario un enfoque colaborativo y regulaciones que salvaguarden este derecho. En tiempos de desafíos económicos, es imprescindible encontrar la armonía entre el sustento de las empresas y el bienestar de la población, asegurando así un sistema de salud sostenible y accesible para todos".