Fabricaciones Militares está cada vez más cerca de ser privatizada por Javier Milei
La decisión del Gobierno de promover privatizaciones de empresas públicas está muy cerca de concretarse en el ámbito castrense. El oficialismo ultima detalles para la privatización de Fabricaciones Militares, acción que fue reconocida recientemente desde el área de Defensa y se concretaría antes de que concluya este mes vía un decreto específico. El desembarco de capitales privados comenzó a tomar formar a partir de las visitas realizadas recientemente por representantes de las corporaciones CGS Defence, de República Checa aunque también participada por inversores estadounidenses, y la española Hispania Group. La directiva de Fabricaciones Militares anticipó a los operarios de sus distintas instalaciones en el país que la privatización es la única alternativa posible para la continuidad de la compañía.
La decisión de avanzar con el ingreso de privados internacionales a Fabricaciones Militares fue expuesta recientemente por Luis Petri, actual ministro de Defensa, quien en San Juan anticipó que se avanzará con esos cambios en tanto la empresa presenta "déficit y un desequilibrio financiero que hoy estamos reestructurando".
"Estamos evaluando todas las empresas del Estado. Las recibimos una situación desastrosa, calamitosa", dijo, tras ser consultado en territorio sanjuanino por la firma que produce armamentos. Ocurre que Fabricaciones Militares posee instalaciones en Jáchal, punto desde el cual provee de explosivos a las compañías mineras de esa región.
Fabricaciones Militares, muy cerca de la privatización de Javier Milei
En San Juan, la empresa perdió peso comercial luego de que la mina de oro Gualcamayo, propiedad de la estadounidense Eris, dejara de demandar cargas explosivas en tanto migró de la modalidad de explotación a cielo abierto a la opción subterránea.
"Se esperaba que (Fabricaciones Militares) anunciara que iban a reconvertir su fábrica o ampliaría su planta para comenzar a fabricar emulsiones, que es otro tipo de explosivo que se utiliza en la minería subterránea, y que Gualcamayo iba a demandar hacia el futuro. Pero la verdad es que no lo hicieron", afirmaron portavoces de la minera.
Además de Jáchal, la compañía dispone de plantas en Villa María y Río Tercero (Córdoba), San Lorenzo (Santa Fe) y Azul (provincia de Buenos Aires). Precisamente, en esta última ciudad buena parte del personal ha recibido a lo largo del año sendas propuestas de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para achicar los números salariales.
La unidad de Fabricaciones Militares en Azul lleva el nombre de Fanazul, posee alrededor de 85 empleados, y se mantiene sin producir desde inicios del mes de mayo. Fanazul, justamente, es una de las instalaciones que, junto con Río Tercero y Villa María, es del interés de CGS Defence e Hispania Group.
Ambas compañías tendrían por objetivo direccionar la fabricación de municiones y explosivos para el abastecimiento de los países miembros de la OTAN.
En torno a Fanazul señalan que el titular de la compañía de producción de armamentos, Hugo Pascarelli, adelantó al personal que Fabricaciones Militares pasará de Sociedad de Estado (SE) a Sociedad Anónima (SA) en el transcurso de las próximas semanas y como primer paso para la privatización que viene.
La fábrica de Río Tercero recibió la visita de funcionarios estadounidenses
En julio de este año, funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos recorrieron las instalaciones de la fábrica militar de Río Tercero, Córdoba.
La visita en cuestión ocurrió por fuera de los canales "tradicionales" y fue expuesta por los gremios que confluyen en esa planta. Esta denuncia redundó en un pedido de informes impulsado por representantes de Juntos por el Cambio y el Partido Justicialista en la Cámara de Diputados.
En concreto, el interés de los funcionarios del Departamento de Estado se concentra en la planta de metalmecánica instalada dentro de la fábrica.
Esa área, que en los últimos años fue redireccionada hacia la producción de trenes y vagones, tiene un pasado como fabricante de balas y municiones en general. La intención de los estadounidenses pasaría por volver a esa producción para, acto seguido, avanzar con un clúster de producción militar al que se integraría la fábrica de pólvora de Villa María, también en Córdoba.