Qué plan aplicará una de las mayores productoras de acero para sobrevivir
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El pasado martes 11 de febrero, la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), mantuvo un tenso encuentro con el ministro de Economía, Luis Caputo, en la sede de la entidad fabril ubicada en la zona porteña de Retiro.
De la reunión participaron los principales referentes industriales quienes le dejaron al titular de la cartera de Economía una lista de reclamos que, de acuerdo a sus posturas, podrían servir para mejorar la competitividad y reducir el costo argentino y, de ese mod, equilibrar las condiciones internas frente a la importación.
Se trata de la principal preocupación industrial en la actualidad debido a que la apertura de las compras del exterior estaría generando problemas en varios sectores e incertidumbre en otros con relación al impacto que esa medida tendrá en las operaciones de una gran cantidad de empresas.
Un caso es el de la siderurgia, que además será afectada por la determinación de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio que ingresan a los Estados Unidos.
Si bien, el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, aclaró que los empresarios no pretenden protección ni condiciones especiales, sino igualdad de oportunidades para competir frente a un mundo, está claro que las compañías más importantes de este sector ya están siendo afectadas por este convulsionado escenario.
Acindar: acuerdo anti despidos
El ejemplo paradigmático es el de Acindar, cuyas ventas se encuentran en un 60% por debajo de su piso histórico, con una producción en caída por la falta de demanda de acero en la industria y la construcción durante el primer año de la gestión del presidente Javier Milei.
La situación llevó a los ejecutivos de esta compañía a planificar una hoja de ruta para evitar despidos y cierre de alguna de sus cinco plantas que opera en las ciudades de Villa Constitución; Rosario; San Nicolás; La Tablada y Villa Mercedes.
El arrastre de la crisis que ya sufrió el año pasado, cuando su producción se ubicó en 600.000 toneladas de acero, siendo la mitad de los 1,2 millones de toneladas del 2023, obliga a sus ejecutivos a tomar decisiones casi drásticas para evitar el fantasma del default.
Lo hacen a modo similar a lo que encararon en el 2024, cuando frenó en dos oportunidades sus plantas por la menor actividad.
Importaciones de China y Estados Unidos
En ese momento, la preocupación también involucraba al ingreso de productos chinos, por lo cual sus ejecutivos propusieron, al igual que ahora lo hace la UIA, una apertura comercial que proteja al sector con aranceles a la importación al gigante asiático al estilo de lo que adoptaron otros países como Brasil, Chile, Colombia y México.
En la actualidad, Acindar produce aceros largos para industria, construcción, agro, petróleo, energía, minería y automotriz y desde 2006, integra el grupo ArcelorMittal, principal productor siderúrgico mundial.
Sin embargo, en abril y julio del año pasado debió parar distintas áreas de sus plantas de manera más prolongada a las habituales y con ajustes en función del nivel de actividad.
A pesar de este plan, la compañía finalizó el 2024 con una caída del 25% versus 2023 y actualmente se encuentra operando al 60% de su capacidad instalada.
La empresa y el gremio repiten la fórmula
En ese marco y repitiendo el formato ya usado el año pasado de adelantar vacaciones y suspender personal, acaba de firmar con el gremio un acuerdo para dejar temporalmente cesantes a casi 1.000 trabajadores.
El año pasado lo hizo con 700 empleados, entre propios y contratados como consecuencia de que su producción se derrumbó por la caída de la demanda.
El convenio anterior tuvo vigencia hasta el 31 de diciembre pasado y ahora lo acaba de renovar luego de haber paralizado una de sus líneas de acería para reparaciones y mantenimiento.
En este contexto, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) aceptó renovar este acuerdo de suspensiones y vacaciones adelantadas que contempla para los primeros 200 afectados el pago del 80% de su salario en el mes que comience a regir la medida que regiría antes de que finalice febrero.
Luego, en abril, se les reducirá al 78% y después, de mayo a diciembre, al 75%, a lo cual se podría sumar la apertura de retiros voluntarios al estilo de lo que ya aplicó el año pasado, cuando logró reducir su staff laboral en 200 trabajadores.
"Son estas alternativas o dejar sin trabajo a un centenar de operarios", aseguraron fuentes empresarias a iProfesional, la misma muletilla utilizada por voceros sindicales que también hicieron mención del plan de reducción de costos adoptado por Acindar, que fue fundad en 1942 por la familia Acevedo, junto con el chileno Francisco Montesinos.
En 1946, Arturo Acevedo compró a Montesinos el 50% de la empresa y ese control familiar se mantuvo hasta el año 2004 cuando el empresario vendió todas sus acciones por casi u$s60 millones.
Impacto sectorial
En el caso de la medida "anti cierre" que acaban de adoptar sus actuales dueños, comenzará a aplicarse en los próximos días y todo indica que se mantendría hasta fines de este 2025 con la consiguiente reducción de los salarios a quienes sean afectados por este achique.
En el sector sostienen que otras empresas podrían seguir el ejemplo de Acindar para evitar despidos masivos, ya que, a la actual caída de la demanda, se le sumarían los efectos de la suba de aranceles anunciados por Estados Unidos.
En ese sentido, se espera analizar el impacto que esta situación tendría también en Tenaris y Aluar, otras de las grandes exportadoras de acero y aluminio, que se verían impactadas por la medida del presidente Trump.