Súper y productoras de alimentos negociarán una baja en las listas de precios ya anunciados
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Luego de las denuncias del gobierno nacional contra varias productoras de alimentos por las subas de precios atadas a la salida del cepo, representantes de las principales compañías de ese sector y ejecutivos de las mayores cadenas de supermercados comenzarán a negociar un esquema de subas para los próximos meses.
Lo harán a partir del próximo lunes 21 de abril y con el objetivo de acercar posiciones tras las negativas de los dueños de los hipermercados de aceptar nuevas listas con incrementos de hasta un 12% en algunos casos.
De hecho, esos retoques fueron los denunciados por funcionarios oficiales como Luis Caputo, mediante su cuenta en X, desde la cual el ministro de Economía aseguró que las cadenas de supermercados rechazaron la mercadería con lista de precios de dos grandes empresas que presentaban subas de 9% a 12%.
"Hoy los supermercados grandes rechazaron la mercadería con lista de precios nueva de Unilever y Molinos con subas de 9% a 12%", escribió el titular del Palacio de Hacienda en la ex twitter, y cerró el mensaje con el emoji de aplausos repetido cuatro veces.
Sin embargo, no fueron solamente la multinacional alimenticia y el holding de la familia Perez Companc los que enviaron listados nuevos a cadenas como Coto; Carrefour; Changomás; La Anónima, entre otros supermercados, ya que lo mismo hicieron otras empresas como S.C Johnson; Aceitera General Deheza o Softys.
Todas lo hicieron argumentando que la devaluación encubierta que supuso el fin del cepo les "pegó" en el costo de varios insumos y componentes importados que utilizan en los productos que fabrican y que, por lo tanto, debían trasladar ese aumento al precio de venta con el que se envían a los depósitos de los hipermercados.
Sin embargo, se encontraron con un rechazo que no esperaban de parte de los dueños de dichas cadenas, quienes casi en bloque optaron por no convalidar esas subas rechazando las nuevas listas, lo cual desató un pequeño conflicto que desde la próxima semana se intentará saldar.
La reacción de Caputo a este escenario no fue objetiva sino que se enmarca en la decisión que bajó el propio Javier Milei a sus funcionarios para que se oculte "bajo la alfombra" los efectos no deseados del inicio de la llamada Fase 3 del plan económico, con la inauguración de un esquema de banda de flotación para el dólar y el acuerdo por los u$s20.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Contactos de Semana Santa
Durante este fin de semana largo de Pascuas, funcionarios del Ministerio de Economía mantendrán contactos con las grandes productoras de alimentos para "sugerir" a sus ejecutivos que moderen los aumentos derivados de la devaluación con el objetivo de quitarle presión a la tabla inflacionaria que deriva del análisis de los precios en las góndolas.
En el Gobierno saben que para los próximos meses el INDEC difundirá índices de inflación más cercanos o por encima del 4% que del objetivo libertario de alcanzar el 1% este año y lograr inflación cero en el 2026.
Por eso el mensaje de Caputo durante el segundo día de apertura del cepo, teniendo en cuenta que el dólar oficial no se disparó mientras algunas empresas pretendieron convalidar aumentos que, para las autoridades libertarias, "harán ruido en el IPC de abril y quizá de mayo", tal como lo admitió un funcionario a iProfesional.
Lo que desde el lunes próximo sucederá con los precios estará atado a las negociaciones que se abrirán entre productores y las cadenas de retail a partir de diferentes variantes que se tomarán en cuenta para llegar a una especie de acuerdo de precios para los próximos meses.
De todos modos, se aclara que no habrá faltantes en las góndolas ya que se seguirá enviando mercadería y, además, las cadenas cuentan con stock suficiente debido a que el consumo no muestra signos de reactivación y los consumidores siguen siendo cautos a la hora de gastar en un súper.
"Ya les dijimos que no a las listas de estos días, ahora vamos a abrir un canal de diálogo para negociar aumentos menores a los que presentaron porque entendemos que las medidas oficiales no justifican ciertas subas que se pretendieron imponer", explicaron en una de los grandes supermercados.
Para poder llegar a un acuerdo en ese sentido, las empresas deberán abrir sus costos ante los ejecutivos de los supermercados y mostrar en qué parte de la cadena de producción hubo presión sobre el costo derivado de la devaluación del dólar.
¿Más importaciones?
Con esa fotografía, se sabrá qué porcentaje del incremento de costos será convalidado por los súper para que sea trasladado al precio final de la mercadería, teniendo en cuenta que, según sostienen en los supermercados, la industria tiene margen y "colchón" para bancarse sin aumentos nuevos.
"Los fabricantes saben que no hay margen para un sablazo porque el mercado no lo puede pagar", argumentaron en otra de las grandes cadenas de supermercados, desde la cual también recordaron la facilidad que actualmente existe para poder importar alimentos del exterior.
"Traer fideos de Italia ya no es imposible", ejemplificaron para enviar un mensaje a los productores sobre que, si es necesario, les impondrfán topes a los aumentos que consideren injustificados ya que no van a convalidar listas especulativas a partir de la imposibilidad de aceptar subas masivas en un contexto de retracción del consumo como el actual.
En los relevamientos que llevan a cabo las asociaciones de consumidores locales ya se informa sobre la llegada de pan de Brasil; pastas de Italia; atún de Ecuador; papas fritas de Paraguay; aceite de España; espinaca de Bélgica; cervezas de Alemania y hasta lácteos de Uruguay que ya son parte del conjunto de productos ofrecidos en los estantes de los supermercados.
Pero esta creciente realidad no solamente se basa en ofrecer artículos más baratos a los consumidores, sino también a lograr una mayor oferta que haga de "freno" a las intenciones de los productores locales cuando tengan intenciones de modificar sus listas de precios.
Ganancias en crisis
Desde las empresas, aceptaron la apertura de un canal negociador que derive en el cambio de algunos incrementos en las listas que ya se enviaron que sean "más acordes" a lo que el mercado puede avalar y que les permitan en parte compensar los aumentos que sufrieron en insumos con precios atados a los vaivenes de la moneda norteamericana.
"Es cierto que se mandaron listas totalmente linkeadas con la devaluación anunciada por el Gobierno porque muchos de nuestros componentes tienen directa relación con la dinámica del dólar", reconocieron en una de las empresas apuntadas por el Gobierno.
Pero también recordaron que la industria sufre la caída del consumo desde hace por lo menos dos años, con balances y cuadros de resultados que reflejan fuertes pérdidas o ganancias cada vez menores, además de precios que en los últimos 12 meses no acompañaron los índices de inflación en sus aumentos.
"No queremos volver a lo de antes, cuando teníamos que enviar listas de precios casi semanales porque la inflación era galopante, pero tampoco queremos que nuestras empresas sigan perdiendo frente a las subas de costos", explicaron en otra importante productora alimenticia.
Lo que queda claro a partir de estas declaraciones es que, a partir del próximo lunes habrá retoques en los precios de casi todos los productos que se exhiben en las góndolas que serán menores a los informados en las nuevas listas enviadas por las compañías un día después de los anuncios del Gobierno.
Seguramente esos incrementos se negociarán en una bande de entre el 3% y el 6%, lejos de las pretensiones iniciales de un 9% a 12% como quería la industria, precisamente por la fuerte negativa de los súper a convalidar dichos porcentajes.