La inflación le sigue ganando a los precios de la mayor alimenticia local
La crisis económica que todavía afecta a gran parte de la sociedad y la falta de recomposición del consumo que sigue mostrando síntomas recesivos, golpea fuerte a una de las mayores alimenticias de la Argentina.
Se trata de Molinos Río de la Plata que, luego de haber sido criticada por el ministro de Economía, Luis Caputo por haber subido los precios, registró una fuerte caída de sus ventas durante los primeros meses de este 2025.
Por lo menos, así surge de analizar su balance general correspondiente al período que de enero a marzo pasados, y en el cual evidenció ingresos netos por $199.548 millones, lo que implicó una caída del 25,9% en términos reales respecto del mismo período del ejercicio anterior.
Resultado negativo para la mayor alimenticia del país
Si bien la compañía propiedad de la familia Perez Companc alcanzó un incremento de su volumen de ventas en el mercado local de 6,1%, la fuerte caída de precios en términos reales le generó problemas financieros, ya que sus ajustes llegaron a un 8,4% nominal, mientras la inflación registrada por el INDEC fue de 55,9%, en el mismo período.
"Con costos de venta unitarios aumentando nominalmente por encima de los precios (24% vs 8,4%), el resultado neto fue negativo por $5.460 millones" se destaca en el informe que la alimenticia envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
De los datos se puede inferir que, ante un escenario de consumo aún deprimido, en el que las principales consultoras de mercado registraron una caída de 8,6% trimestre contra trimestre, Molinos mantuvo su enfoque de preservar el adecuado posicionamiento de sus marcas.
"Se trata de procurar ofrecer la mayor accesibilidad posible a los consumidores en cada una de las categorías en las que opera", se señala en el paper.
De hecho y como resultado de esta estrategia, la compañía asegura haber vuelto a registrar un incremento generalizado en la participación en el mercado interno, y una fuerte suba del 32% de sus exportaciones.
Para el directorio de Molinos, el negocio local muestra un entorno "de gran presión competitiva", lo cual obliga a la empresa a optimizar la ejecución de su plan de negocios intensificando su gestión y la revisión de sus costos operativos y gastos centrales.
Enfrentar desafíos
Con este objetivo, la compañía lleva a cabo la implementación de lo que sus ejecutivos llaman "un estricto programa de control", con el que buscan generar eficiencias y mejoras en todos los procesos operativos.
La estrategia también se basa en el supuesto de una posible recuperación del ingreso de los hogares que le permita equilibrar paulatinamente el desfasaje registrado entre el aumento de precios y los costos de venta.
"Enfrentando los desafíos de corto y mediano plazo, continuaremos enfocados en el consumidor, sus marcas, la productividad y la eficiencia para seguir acompañando a los argentinos con productos cada vez más saludables, ricos, prácticos y accesibles", anticipa el informe de Molinos que se puede encontrar en la web de la CNV.
El proceso que encara este año la que es considerada la mayor empresa alimenticia de la Argentina se complementa con el objetivo de dejar de ser solamente una productora y comercializadora de alimentos para expandirse hacia otros segmentos también ligados al consumo masivo.
Si bien participa en el sector alimenticio desde 1902 cuando todavía era propiedad del grupo Bunge & Born y se encontraba instalada en un molino harinero en el Dique III del barrio porteño de Puerto Madero, ahora sus accionistas decidieron que amplíe a todas las categorías de consumo masivo o todo lo que se puede consumir en el hogar y solamente alimentos y bebidas alcohólicas sino también a otras categorías como productos de higiene, tocador, limpieza, alimentos para mascotas, entre otros nuevos segmentos.
La idea es sumar negocios a los que ya opera y que la llevaron a contar hoy con 2.600 colaboradores y 14 plantas productivas a través de las cuales fabrica las marcas más famosas del sector como Matarazzo, Lucchetti, Granja del Sol, Gallo Snacks, Bodega Nieto Senetiner, Gallo, Cocinero, La Salteña, Exquisita, entre otras.
También es propietaria de Terrabusi; Calsa; Patitas; Favorita; Don Vicente; Preferido; Vitina; Lira; Ideal; Blancaflor; Nobleza Gaucha; Minerva; Cruz de Malta; Arlistan y Máximo, para citar algunas otras.
Ampliar el core business
Es decir, actualmente participa en los sectores de pastas secas y frescas; premezclas dulces y saladas; tapas de empanadas y tartas; arroz; snacks; rebozadores; aceites y aderezos; harinas; vinos; congelados e infusiones, en casi toda la cadena de productos alimenticios de la mesa de los consumidores.
Sin embargo, luego de que su directorio aprobó la reforma del Estatuto Social en su artículo 3°, la empresa tiene previsto ir sumando nuevos segmentos como los de explotación de toda clase de molinos, elevadores de granos, silos y otras instalaciones para almacenar granos y semillas; compra, venta, canje, permuta o adquisición por cualquier título, comercialización y/o reventa, distribución, suministro, depósito y almacenaje de insumos agrícolas, tales como fertilizantes, agroquímicos, gasoil y otros combustibles líquidos e hidrocarburos.
También tiene previsto sumar la industrialización, preparación, venta, distribución, transporte, depósito y/o almacenaje, de productos de consumo masivo en general como aceites, infusiones, secos, frescos, congelados, refrigerados, lácteos, derivados de la industria frigorífica y/o bebidas, incluso alcohólicas.
Del mismo modo, busca competir en la producción de alimentos para el consumo animal; artículos de cuidado e higiene personal y/o para el cuidado de la salud y la limpieza del hogar.
También la compra, venta, cría, engorde, invernada, comercialización y transporte de ganado; elaboración, compra, venta, canje, permuta, comercialización, reventa, distribución, suministro, depósito y/o almacenaje de combustibles líquidos y/o hidrocarburos, propios o de terceros.
La reforma de su estatuto incluye además la generación, producción, comercialización y venta de energía eléctrica; compraventa de acciones, títulos debentures y demás valores mobiliarios, operaciones de afianzamiento financiero, comercial o de otro tipo; (xii) operaciones financieras; la exportación e importación, que se relacionen con el objeto social, pudiendo actuar en negocios y/o industrias derivadas, subsidiarias y/o complementarias y/o afines de los anteriormente mencionados.
La decisión de ampliarse a "nuevos horizontes" se tomó tras varios años de escenarios negativos que Molinos Río de la Plata vino atravesando, más que nada durante los gobiernos kirchneristas, con la imposición de cepos a los precios de sus marcas y la disparada de la inflación, entre otros motivos de macroeconomía.