Dos grandes grupos locales ya sienten el impacto de una medida de Trump
Como parte de la pelea comercial con el resto del mundo, Estados Unidos acaba de poner en vigencia los nuevos aranceles sobre el acero y el aluminio que ingresan a su territorio con una importante suba del 25% al 50%, a partir una decisión tomada por el presidente Donald Trump.
El nuevo arancel forma parte de una avanzada proteccionista de Trump que también alcanzó a otros países, como Canadá, México, Brasil y Corea del Sur. Sin embargo, para empresas argentinas como Aluar y Tenaris, que dependen fuertemente de ese mercado, la medida llega en el peor momento y obliga a repensar exportaciones, contratos y destinos.
Pero si bien la nueva tasa no se aplicará a todos los países, en el caso de la Argentina varias empresas exportadoras comenzarán a sufrir la nueva medida que acaba de entrar en vigor este miércoles 4 de junio con el objetivo de proporcionar un mayor respaldo a las industrias de Estados Unidos de acero y aluminio, además de mitigar las amenazas que estos envíos suponen para la competitividad local, con sus bajos precios y sus excedentes de oferta.
Se trata de la última medida de política arancelaria adoptada por Trump y que ha generado fuertes cuestionamientos en los mercados internacionales que habitualmente hacen negocios con la mayor economía del planeta.
Medidas de Donald Trump: reacciones en el mercado doméstico
A nivel local, la primera empresa en reaccionar a esta medida proteccionista norteamericana fue Aluar, considerada la mayor productora de aluminio de la Argentina y que tiene un importante mercado en Estados Unidos.
La compañía controlada por la familia Madanes Quintanilla envió un comunicado a la Comisión Nacional de Valores para informar los alcances que tendrá el anuncio del arancel del 50% que aplicará Estados Unidos a las importaciones del aluminio que produce en su planta ubicada en la ciudad chubutense de Puerto Madryn.
En la nota, la empresa admite que la suba del arancel "afectará los envíos de Aluar a ese mercado", y además adelanta que su directorio se encuentra evaluando el caso, aunque reconoce que, a la espera de mayores certezas, por el momento no es posible precisar los posibles efectos de dicha medida".
De igual modo, fuentes de la Cámara del Aluminio se mostraron confiadas en que "las negociaciones que está llevando adelante el gobierno argentino puedan alcanzar resultados favorables, de modo de acotar el impacto sobre las empresas argentinas y mantener la continuidad de sus operaciones".
Estas declaraciones hacen referencia a la comitiva que el presidente Javier Milei envió a Estados Unidos a negociar alguna solución al aumento de los aranceles que afectan a las exportaciones argentinas que está encabezada por el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, y la subsecretaria de comercio exterior, Carolina Cuenca.
Ambos funcionarios del equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, viajaron el fin de semana pasado a Washington, donde permanecerán hasta este viernes 6 de junio con la intención de retomar conversaciones con la Casa Blanca.
Según una nota publicada en el diario Clarín, la decisión del presidente norteamericano tomó por sorpresa al gobierno argentino después de la tregua que había declarado ese país por 90 días.
De fracasar estas conversaciones, en el caso de Aluar el impacto negativo sería importante si se tiene en cuenta que la empresa exporta entre el 37% y el 40% de su producción de aluminio a Estados Unidos, lo cual representa aproximadamente 180.000 toneladas por año y alrededor de u$s600 millones.
Aluar prevé confiar en la diplomacia
A nivel general, Aluar comercializa en el exterior el 75% de su producción de aluminio primario de alta calidad, que le generan a la Argentina ingresos por u$s1.000 millones al año.
Pero desde que el gobierno norteamericano comenzó con los anuncios de suba de aranceles, la empresa frenó casi en su totalidad los envíos a ese país por la incertidumbre que estas medidas causan.
Es más, según un reporte de Aluminum Import Monitoring (AIM), que es el sistema de monitoreo de importaciones que aplica Estados Unidos, las exportaciones mensuales de la empresa pasaron de 19.000 toneladas en marzo pasado a apenas 370 toneladas en abril y 3.700 toneladas este mes de mayo, cerca de 0,1 y 1% respectivamente de las licencias concedidas por Washington en los dos últimos meses.
En otro comunicado emitido en febrero pasado, Aluar confiaba en los resultados de las negociaciones entre ambos gobiernos para evitar un quiebre en sus exportaciones.
En ese momento, sus ejecutivos aseguraron que las exportaciones de aluminio argentino a los Estados Unidos no representan "algún tipo de amenaza para la seguridad nacional de ese país", ya que brindan un sustento confiable y permanente en un insumo clave de la industria norteamericana.
"Es justamente bajo estos aspectos destacados que en 2018 el gobierno norteamericano reconoció la singularidad de este vínculo comercial y concedió a la Argentina la posibilidad de acordar una cuota de acceso a su mercado", consignaba el comunicado de Aluar.
Ocurre que hasta ese año Argentina operaba bajo un esquema libre que permitía a la empresa exportar sin restricciones aduaneras.
Balanza negativa
Pero luego, en el 2019, el gobierno norteamericano impuso una severa normativa de controles, barreras y restricciones arancelarias (Sección 232 de la Trade Expansion Act) al aluminio importado lo cual obligó a negociar el ingreso de una cuota de exportación de 180.000 toneladas anuales, exentas de aranceles, que se mantuvo sin cambios hasta la actualidad.
En la empresa aseguran que esa cuota, tomada como promedio de las exportaciones de Aluar de los años anteriores, representa menos del 4% del consumo de aluminio primario en ese mercado (que necesita importar más del 80% de su demanda).
Además, para poder acceder a dicho régimen de excepción, la compañía ha debido promover una muy exigente adecuación de sus procesos logísticos de exportación, realizando inversiones para alcanzar y mantener los estándares y auditorías presenciales realizadas por la Aduana norteamericana en nuestra planta industrial.
En términos generales y en relación con el vínculo comercial que une a los dos países, aun considerando las exportaciones de Aluar, en los últimos 30 años la balanza comercial global entre ambos ha sido siempre superavitaria para Estados Unidos, con excepción de ínfimos saldos favorables a la Argentina en años de restricciones de divisas para la importación (postcrisis 2001 y también en el año 2024 con un saldo casi neutro). Concretamente, el promedio del saldo comercial de los últimos 10 años fue de u$s2.400 millones anuales superavitarios para Estados Unidos.
Techint: Paolo Rocca y Tenaris, también afectados
En el caso del acero, Tenaris, del grupo Techint, es la empresa argentina más afectada por las medidas de Trump, en especial la filial radicada en Texas, que debió empezar a pagar 25% de arancel por el ingreso las de barras de acero con las que fabrica tubos sin costura para la industria petrolera y que ahora deberá aceptar un incremento de dicho índice al 50%.
A nivel global, Tenaris se dedica a la producción de tubos de acero y servicios relacionados, principalmente para la industria energética, pero también para otras aplicaciones industriales.
La empresa que controla Paolo Rocca es líder en la fabricación de tubos sin costura para la industria del petróleo y gas y también produce tubos con costura (soldados) y ofrecen servicios como tratamiento térmico, roscado y acabado.
Con 8.300 empleados en todo el país, el Centro Industrial de Tenaris en Campana posee una capacidad de producción anual de 1,3 millones de toneladas de tubos que abastecen a la industria del gas y el petróleo, exportada en un 75% a 18 países.
En el caso de Estados Unidos, la empresa exporta principalmente tubos de acero, tanto sin costura como con costura, que son utilizados en la industria energética, especialmente en la industria petrolera y gasífera, tanto en instalaciones terrestres como marinas (offshore y onshore). Además de tubos, Tenaris ofrece servicios relacionados con la industria energética y otras aplicaciones.
En este segmento y según datos del INDEC, la Argentina coloca en el país del norte aceros especiales y bienes intermedios para la industria automotriz y de maquinaria pero en pequeños volúmenes que no superan las 20.000 toneladas mensuales.