El astillero estatal Tandanor acumula 11 meses de deuda y golpea de lleno a las pymes navales

Tandanor enfrenta deudas de más de 11 meses con contratistas que integran las cámaras navales del sur bonaerense y la Cámara de la Industria Naval Argentina. En este sentido, la falta de pagos impacta de lleno a varias pequeñas y medianas empresas proveedoras de bienes y servicios del sur bonaerense.

Estas dependen en buena medida de los contratos con el astillero estatal y actualmente advierten sobre serias dificultades para mantener el empleo y la operatoria diaria.

El impacto de la crisis de Tandanor en la Armada

A la deuda financiera se añaden retrasos en los proyectos navales. La construcción de los remolcadores contratados en 2021, financiada por el FONDEF, debía completarse en tres años con 12 unidades. No obstante, hasta hace algunos meses, el avance global apenas alcanzaba el 15,6%. El primero de los remolcadores llegó al 86% de avance, mientras que el segundo y el tercero estaban en 29,9% y 14,1% respectivamente, sin entregas concretadas hasta el momento.

Sin embargo, pese a sus dificultades actuales, Tandanor sigue siendo un actor estratégico de la industria naval argentina. Con 21 hectáreas frente al Canal Sur del Puerto de Buenos Aires, 1.400 metros de muelles y un Synchrolift capaz de elevar hasta 15.000 toneladas, aunque la falta de dragado limita su capacidad, es el astillero de reparaciones más grande de Sudamérica.

No obstante, la magnitud de su infraestructura contrasta con una coyuntura en la que las deudas y los incumplimientos contractuales ponen en jaque tanto la ejecución de programas para la Armada como la sustentabilidad de la red de pymes navales.

Tandanor lanza su plan socio TND

Recientemente, la empresa anunció el lanzamiento del plan socio TND, un programa diseñado especialmente para armadores y agencias marítimas que apuestan por la planificación operativa, la eficiencia económica y el desarrollo sostenido de sus flotas. La propuesta se muestra como una herramienta estratégica en alianza con uno de los astilleros más importantes de la región, que busca fortalecer el vínculo de largo plazo con el sector naval.

La iniciativa funciona a través de un contrato de suscripción por embarcación, el cual asegura turnos para puesta en seco y reparaciones, facilitando el cumplimiento de los ciclos reglamentarios de mantenimiento. La modalidad de adhesión requiere de un pago fijo determinado según la eslora de cada buque, distribuido en veinticuatro cuotas mensuales, lo que permite a las empresas contar con condiciones financieras previsibles. Otro aspecto innovador es la posibilidad de transferir el contrato en caso de cambio de titularidad de la embarcación, lo que garantiza la continuidad del beneficio.

Por último, entre los principales atractivos del plan se destaca la asignación prioritaria de turnos mediante solicitud anticipada, un recurso fundamental para programar operaciones sin imprevistos. También se incluye la bonificación de la maniobra de puesta en seco y la aplicación de ventajas en maniobras adicionales durante la vigencia del acuerdo. A esto se agrega la opción de acceder a descuentos progresivos de hasta un 10% sobre el total de los trabajos realizados en el astillero, generando un esquema de beneficios que crece en función del volumen de trabajo contratado.