• 11/11/2025

Piden la quiebra del mayor productor de papel de la Argentina

Un grupo empresario de origen brasileño presentó un reclamo ante la Justicia local por entender que la empresa no puede pagar sus deudas
10/09/2025 - 20:31hs
Celulosa Argentina

Una empresa de capitales brasileños acaba de sumar un nuevo problema al principal grupo foresto industrial de la Argentina, que viene atravesando un escenario de inestabilidad, con un futuro que por estas horas es incierto.

Se trata de Celulosa Argentina, que acaba de recibir un pedido formal de quiebra de parte de uno de sus acreedores como es Bbunker S.A, tal como la propia empresa argentina revela en una nota enviada este miércoles 10 de septiembre a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para informar sobre el hecho.

"En cumplimiento del Inciso 7 del artículo Tercero, Sección II, Capítulo I de las Normas de la Comisión Nacional de Valores, se informa que la Sociedad ha sido notificada, en el día de la fecha, del inicio de un pedido de quiebra promovido por BBUNKER S.A." (cuij 21-25447736-9)", sostiene el carta.

Ahora, la solicitud será tramitada en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 1ª Nominación de San Lorenzo, en donde además se lleva a cabo el proceso concursal de Celulosa Argentina, por lo que los apoderados de la sociedad, con el abogado Gonzalo Coda a la cabeza, anticiparon que "procederán a ejercer sus derechos de defensa dentro del marco del referido proceso".

Proveedor importante pide la quiebra de Celulosa Argentina

Bbunker es una empresa brasileña que ofrece soluciones y sistemas anticorrosivos para diversas industrias, incluyendo la de papel y celulosa y que además desarrolla soluciones para áreas como el blanqueo, la producción de dióxido de cloro y pisos de máquinas de papel, brindando sprotección a equipos clave en estas plantas.

Es también una de las principales proveedoras de insumos de Celulosa Argentina y pica en punta en cuanto a los reclamos de quiebra para este grupo local que, en abril pasado, puso en marcha un plan de reorganización operativa para intentar mejorar su complicada situación financiera en el marco de un proceso que seguramente terminará derivando en la venta total o de parte de su capital accionario.

Si bien no se dieron a conocer más detalles sobre el reclamo, no se trataría del único de estas características ya que otros acreedores de Celulosa Argentina se encuentran preparando iniciativas similares al no confiar en el plan presentado por la compañía local para reestructurar y pagar su millonaria deuda.

Controlada principalmente por Tapebicuá Investment Company, con un 66,4% del capital y que a su vez está integrada por los empresarios Douglas Albrecht; José Urtubey y Juan Collado, Celulosa Argentina pidió la apertura de su concurso preventivo de acreedores a principios de este mes de septiembre.

El mayor productor de papel, en situación terminal

Lo hizo agobiada por millonarias pérdidas, un EBITDA negativo de $20.146 millones y un patrimonio neto en rojo de $23.774 millones, lo que la dejó en situación de quiebra técnica.

En otra nota enviada a la CNV en agosto pasado, el propio Directorio de Celulosa Argentina reconoció que la empresa "sufrió una significativa caída en sus ventas, llegando al orden del 52% en el último semestre respecto del mismo período del año anterior".

La empresa admitió que "los costos de la operación han aumentado en forma significativa, en especial medidos en dólares, y no pudieron ser trasladados a precios debido a la falta de demanda y a la amenaza de la importación".

Esa combinación de factores le provocó una caída de la rentabilidad bruta del 17% y de la operativa del 31%, cuando un año antes los márgenes eran positivos en 25% y 14%., y una falta de liquidez que la llevó a paralizar sus plantas industriales de Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires), que actualmente permanecen inactivas.

En tanto, la subsidiaria correntina Forestadora Tapebicuá también interrumpió su producción por tiempo indeterminado, lo que afectó a más de 500 trabajadores y obligó al gobierno provincial a otorgar subsidios de emergencia.

Para intentar revertir el escenario, el el board de la empresa analiza alternativas que le permitan reestructurar su perfil de endeudamiento, mejorar su posición de liquidez y evaluar la potencial incorporación de nuevos socios.

Plan de salvataje

Todas estas variantes vienen siendo propuestas por la consultora financiera VALO Columbus, contratada por Celulosa para reconvertir y readecuar sus operaciones y su perfil financiero para poder mantener su capacidad plena, adecuar el mix de productos y mercados en función de la demanda y trabajar fuertemente en su perfil exportador.

De hecho, en mayo pasado, sus dueños llevaron a cabo una transacción que, en los hechos, involucró un cambio en el control para obtener fondos frescos que le permitan sostener sus actividades en el actual contexto de crisis que sufre la empresa.

Esto se debe a que los dueños de Tapebicuá aceptaron reducir sus tenencias directas e indirectas en la sociedad al 46,79% del capital a partir de la venta de acciones en el mercado del holding controlante de Celulosa con el fin de inyectar fondos a la sociedad.

Una tarea nada fácil si se considera que, en los primeros seis meses de este 2025, la empresa registró una pérdida integral de $172.634 millones, en contraposición a la ganancia de $37.831 millones obtenida en el ejercicio anterior.

El resultado refleja una significativa contracción en el desempeño operativo y financiero de la empresa que en el grupo atribuyen a diversos factores como una caída del 44% de sus ingresos.

En el holding entienden que semejante disminución está asociada a menores volúmenes de venta, caída de precios en términos reales, como consecuencia de no haber podido trasladar la inflación del ejercicio, y a la disminución de la competitividad exportadora.

El escenario disparó la puesta en marcha de un plan para contener y disminuir los costos fijos y variables que tampoco tuvo resultados positivos, si se observa que, por ejemplo, el costo de ventas de Celulosa se contrajo apenas un 14%, alcanzando $302.598,5 millones.

Esta desalineación evidenció una grave erosión de su margen operativo y un derrumbe de sus ingresos por actividades ordinarias de un 47%, mientras los costos de ventas no acompañaron esa caída, disminuyendo sólo un 16%.

Del mismo modo, su producción de papeles fue de 138.000 toneladas, cifra un 15,3% inferior a la del ejercicio anterior que se generó debido principalmente a la realización de trabajos de mantenimiento en su planta llevados a cabo en noviembre y diciembre del 2024.

También impactaron varias medidas que se tomaron para adecuar el volumen de producción a la demanda de mercado en los últimos meses de ejercicio que tampoco surtieron efecto, ya que en la actualidad la producción de Celulosa sigue frenada.

Situación inesperada

Como consecuencia de este dramático contexto, el resultado operativo global de Celulosa durante los primeros seis meses de este año, arroja una pérdida de $80.317,9 millones, frente a una ganancia de $64.649,6 millones en el ejercicio anterior.

Al mismo tiempo, los resultados financieros y otros egresos se triplicaron respecto al ejercicio anterior, alcanzando $37.592,9 millones y reflejando desvalorizaciones de propiedad, planta y equipo.

Todos estos números reflejan un escenario para Celulosa Argentina que, por estas horas, puede ser considerado como "casi terminal", a pesar que desde el Directorio de la empresa consideran a la situación como "atípica e inesperada", al tener en cuenta que la sociedad había tenido excelentes resultados en los ejercicios previos.

De hecho, la empresa había logrado mejorar significativamente su rentabilidad y su situación financiera de corto y largo plazo, mostrando también un notable desempeño operativo y financiero que no presuponían de manera alguna los eventos atípicos e inusuales que atraviesa en la actualidad.

Según los ejecutivos de Celulosa Argentina "los profundos cambios que ha instrumentado el Gobierno Nacional en materia fiscal, monetaria y cambiaria plantean desafíos que nos resultan aún difíciles de superar, principalmente en el último trimestre de este ejercicio y en los meses posteriores hasta la actualidad".

Además aseguran que, "a pesar de los significativos aportes de los accionistas, la situación ha empeorado de manera drástica, con resultados severamente afectados por una demanda local extremadamente débil en los sectores de la economía vinculados al consumo, dentro de los cuales encuadran los productos que comercializamos".

En ese sentido, el reporte admite que Celulosa ha sufrido una significativa caída en sus ventas en el último semestre, llegando al orden del 52% si es comparado con lo logrado en el mismo período del 2024, y refleja un volumen de ventas en el mercado interno que cayó un 32% en toneladas.

Si bien las exportaciones aumentaron un 104%, tienen una rentabilidad mucho menor a la que la firma obtiene en el mercado interno, tornando aún más grave la situación si se tiene en cuenta la significativa necesidad de capital de trabajo adicional que evidencia Celulosa como consecuencia de cambios en el comportamiento de pago de la cadena de valor y del incremento de los inventarios por las menores ventas, todo lo cual redunda en un aumento paulatino de la necesidad de financiamiento que todavía se mantiene.

Sin crédito

En este sentido, las fuentes de apalancamiento utilizadas por la empresa para cubrir dichas necesidades fueron las disponibles en el mercado, en su mayoría de corto plazo y a un costo elevado, que medido en dólares alcanzaba niveles de entre 35% y 45% anuales, siendo la contracara del "carry trade".

"Como resultado de todo ello, la mayoría de los acreedores de corto plazo procedieron a acelerar la cancelación de sus posiciones, generando una presión creciente sobre la caja y la estructura financiera de la compañía", advierte el reporte en el cual también se mencionan la falta de capacidad de la sociedad para el pago de las obligaciones negociables y de los cheques de pago diferido.

"Estas circunstancias tuvieron como consecuencia principal la retracción absoluta del crédito, tanto financiero como comercial, debiendo pasar a operar bajo una modalidad de pago contra entrega, al contado o mediante cesión de cheques de terceros", agrega el documento de la empresa.

Si bien dicha operatoria se pudo mantener durante varias semanas, la falta de capital de trabajo volvió inviable el financiamiento de la operación, debiéndose parar la producción en las plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate.

A pesar de este drástico escenario, iProfesional pudo saber que el board de Celulosa se encuentra negociando el ingreso de uno o varios grupos como nuevos socios a la empresa.

Las negociaciones estarían avanzadas, teniendo en cuenta la urgente necesidad de fondos que tiene la empresa y que son necesarios para recomponer su capital de trabajo y permitir retomar el normal funcionamiento del negocio.

En la compañía, admitieron las conversaciones y aseguraron que si bien los tiempos de este proceso son inciertos, "consideramos que es probable que concluya de manera exitosa".

Buscar fondos frescos

De manera adicional a estas conversaciones, los ejecutivos de Celulosa mantienen contacto con los acreedores financieros para informarlos sobre esta difícil situación y solicitando continuar en la situación de "espera" en la cual se encuentran.

"La recepción ha sido de acompañamiento, dado que resulta evidente que el ingreso de fondos frescos que permitan retomar la producción es indispensable para que la sociedad tenga capacidad de repago de sus obligaciones", agrega el reporte enviado a la CNV.

La empresa también "le pone fichas" a las políticas del gobierno nacional para continuar bajando paulatinamente la inflación, normalizando el mercado cambiario, y contribuyendo a mejorar el nivel de la actividad económica de Argentina.

"Confiamos también en que se observen bajas en la enorme carga fiscal que soporta el sector productivo agroindustrial en toda su cadena de valor", señala el informe en donde el Directorio y la Gerencia General de la sociedad aseguran "seguir evaluando alternativas orientadas a la reestructuración de los pasivos, incluyendo la búsqueda de nuevos socios o inversores que contribuyan a recomponer el capital de trabajo".

Además. se muestran atentos a "cualquier otra herramienta legal que coadyuve a preservar la continuidad de la sociedad, la integridad de sus activos, y la estabilidad de sus fuentes laborales".

Lo cierto es que en la actualidad, el escenario para Celulosa no es prometedor, más si se tiene en cuenta que su patrimonio neto negativo la coloca dentro de las causales de disolución previstas en el art. 94, inciso 5, de la Ley General de Sociedades Nº 19.550.

Sin embargo, su Directorio asume que el proceso que se encuentran llevando a cabo "con sus mayores esfuerzos tendrá una conclusión exitosa y que la Sociedad retomará sus actividades productivas en un tiempo prudencial".

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