• 16/12/2025
ALERTA

Es argentina y conquistó al inversor estrella de Elon Musk para revolucionar la salud mental con terapias psicodélicas

Con sede en Uruguay, la startup combina ciencia y tecnología para producir compuestos psicodélicos y transformar el tratamiento de la salud mental
06/10/2025 - 17:00hs
Una argentina conquistó al inversor de Elon Musk para escalar terapias psicodélicas

Hace tres años, Victoria Costa Paz se animó a acercarse a Tim Draper en un evento en Miami y le pidió un consejo. El legendario inversor de Tesla y SpaceX le dijo que necesitaba una "visión ridículamente ambiciosa" y pruebas de tracción. Hoy, esa charla se convirtió en una apuesta millonaria: Draper lideró una ronda semilla de u$s2,5 millones en Eywa Biotech, la startup fundada por Costa Paz que busca revolucionar la salud mental desde Latinoamérica.

La urgencia está a la vista. "Según la Organización Mundial de Salud, de la una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún trastorno mental. Esto deja en evidencia que los tratamientos actuales no están a la altura. Los antidepresivos tardan meses en hacer efecto y generan efectos secundarios que no solo quitan la depresión, sino también la capacidad de sentir alegría. Los psicodélicos están demostrando otra cosa: que con una o dos macro dosis al año supervisadas podés generar cambios profundos en el cerebro y en la vida de una persona", explica.

Para Costa Paz, la diferencia es crucial. "Los antidepresivos tapan síntomas y muchas veces te dejan con la sensación de estar alienado. En cambio, la psilocibina- el compuesto activo de los llamados hongos alucinógenos- genera neuroplasticidad: nuevas conexiones entre neuronas, nuevas formas de pensar y de actuar. Eso abre un terreno fértil para que la terapia psicológica realmente tenga impacto", afirma.

Ella misma lo comprobó en su entorno más cercano. Su madre, después de una sesión supervisada, con tan solo una macro dosisidejó de fumar sin haberlo planeado. "Es como si hubiera empezado a mirar la vida desde otro ángulo", cuenta.

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Fundada en 2022, Eywa Biotech ya cuenta con un equipo de diez profesionales en Uruguay

Para dar respuesta a los problemas de salud mental, junto a la científica uruguaya Paola Rodríguez Camarot, fundó Eywa Biotech en 2022. Desde entonces, ambas construyeron paso a paso un camino que parecía improbable. Con un equipo de 10 profesionales instalados en Uruguay, la empresa, que está basada en Estados Unidos, trabaja junto a la Universidad de la República y cuenta con la aprobación del Ministerio de Salud local.

Eywa trabaja en la producción de psilocibina y otras triptaminas con calidad farmacéutica. No se trata de hongos cultivados ni de extracciones artesanales, sino de biosíntesis: un proceso biotecnológico que permite obtener moléculas idénticas a las naturales, pero con precisión, control y escalabilidad industrial. "Nuestra misión es fabricar compuestos clínicos, accesibles y sustentables. Creemos que los psicodélicos abrirán un nuevo capítulo en la salud mental", asegura sin rodeos la emprendedora.

Australia y Canadá ya aprobaron el uso médico de la psilocibina y el MDMA para la depresión mayor y el estrés postraumático. Suiza, República Checa y Alemania se aplica en ensayos clínicos o para patologías muy puntuales. "En Argentina nunca se sabe lo que puede pasar, lo que en realidad me da muchas esperanzas porque tenemos muchos profesionales capacitados para facilitar terapias con psicodélicos. Es un país que le da mucha importancia a la salud mental, hay muchos psicólogos y psiquiatras. El ecosistema está, falta la regulación que acompañe", opina.

Eywa trabaja en un modelo mixto. Por un lado, produce el activo farmacéutico para otros laboratorios —un negocio B2B que le permitirá comenzar a vender sus compuestos a fines de este año—. Y al mismo tiempo desarrolla su propio producto final en tabletas, pensado para ser recetado por profesionales - B2C -. La expectativa es que esas tabletas lleguen al mercado hacia fines de 2026, tras completar la etapa de ensayos clínicos y validaciones regulatorias.

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La startup ya firmó cartas de intención con laboratorios de América Latina y de Canadá interesados

Aun sin ventas, la startup ya cuenta con algo igual de valioso: cartas de intención firmadas por laboratorios y centros de investigación de América Latina y Canadá. "Esa fue mi manera de mostrar tracción. No podía vender todavía, pero sí demostrar que había demanda real", recuerda.

Costa Paz no es científica de formación. Formada en negocios y graduada en Comunicación por la Universidad de San Andrés, trabajó en Coca-Cola, Santander y varias startups tecnológicas. Siempre la fascinó la biología, aunque sus test vocacionales le habían dicho que no siguiera ese camino. Con su socia y Eywa encontró la forma de unir ciencia y negocios. "Fundar una empresa de biotecnología, sin ser bióloga, es un sueño hecho realidad", confiesa.

Plata, plata: el desafío de financiar la visión

Levantar capital fue un desafío aún mayor. "Soy mujer, joven, argentina, trabajo con biotecnología y con drogas ilegales en muchos países. No era la fórmula más simple para atraer inversores", admite entre risas.

Antes de Draper, Eywa ya había sumado respaldos clave. La Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Uruguay premió a la startup con u$s75.000 y luego u$s135.000, y un fondo gubernamental le aportó otros u$s100.000 como su primera inversión en biotecnología. Más tarde, Eywa levantó u$s900.000 en una ronda pre-semilla con inversores ángeles y fondos especializados. El gran salto llegó ahora, con la ronda semilla de u$s2,5 millones liderada por Tim Draper, que consolida a la empresa como referente regional en la revolución psicodélica.

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Tim Draper lideró la ronda semilla de dos millones y medio de dólares en Eywa Biotech

Tras años de cruzar breves palabras en conferencias, en marzo pasado Costa Paz logró llegar definitivamente a Draper en Meet the Drapers, un programa televisivo al estilo Shark Tank que se filmó en Buenos Aires durante la Cygnus Tech Week. Allí, frente a Draper, su hijo Adam, Gabriela Cibils y Mario Pergolini como jurado, la emprendedora presentó el proyecto y ganó la competencia. "El capital es confianza, y construir confianza lleva tiempo. Yo me dediqué a eso: a mostrar avances, a conseguir cartas de intención de laboratorios. No vendía todavía, pero podía demostrar que había demanda real."

Con la ronda cerrada y Draper a bordo Eywa se prepara para los próximos pasos: la expansión comercial, escalar la producción con estándares Good Manufacturing Practice (GMP) y el desarrollo de nuevas formulaciones y patentes para salud mental, a la par, del desarrollo de un producto digital para psicólogos y psiquiatras que permitirá diseñar protocolos personalizados.

El futuro, asegura, recién empieza. Su objetivo es cerrar 2026 facturando u$s5.000.000 y expandirse hacia Estados Unidos, Canadá, Europa y Australia. Pero la verdadera visión, esa "ridículamente ambiciosa", que Tim Draper le recomendó tener, es "Ser la nueva farma, venimos a romper con todo para cambiar la forma en que el mundo entiende y trata la salud mental."

Lo que más entusiasma a Costa Paz no son las cifras ni los mercados, sino el impacto que Eywa Biotech puede tener en millones de personas. "Esta revolución llegó para quedarse. Queremos estar en el centro de ese cambio, ofreciendo tratamientos humanos, accesibles y con respaldo científico. No se trata solo de un negocio: se trata de transformar vidas", afirma. Con el respaldo de Tim Draper, la startup busca consolidarse como referente global en biotecnología aplicada a la salud mental.