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ALERTA

Cómo hace la marca brasileña Tramontina para tener un año récord en Argentina pese a la caída del consumo

Con más de 22.000 productos, la marca busca que el consumidor argentino descubra todo su universo más allá de sus cuchillos y tenedores
09/11/2025 - 09:09hs
Tramontina afila su estrategia en Argentina: nueva oficina, más productos y un crecimiento histórico

Hace más de medio siglo que los argentinos pronuncian su nombre con familiaridad, como si fuera parte de la vida doméstica. Tramontina está en las cocinas, en los asados de los domingos, en los sets de cubiertos que se regalan cuando alguien se muda o se casa. Pero detrás de esa marca brasileña, hay una historia mucho más grande: un universo de 22.000 productos, nueve fábricas en el mundo y una nueva apuesta por la Argentina, donde acaba de abrir su primera oficina comercial. 

En su oficina porteña, rodeado de utensilios, muebles y herramientas que condensan más de un siglo de diseño industrial, Emiliano Baseggio, gerente general de Tramontina en Argentina, repite una idea que resume el nuevo rumbo de la compañía: "Queremos mostrar la verdadera magnitud del catálogo Tramontina. No somos solo los cuchillos: hay un mundo detrás que queremos acercar al público argentino."

La historia comenzó en 1911, en el pequeño taller de herrería que Valentín Tramontina y su esposa Elisa abrieron en Carlos Barbosa, en el sur de Brasil. Allí, Valentín hacía reparaciones y fabricaba herrajes. En 1930 llegó el primer gran éxito: la navaja Santa Bárbara, que marcó el inicio de un crecimiento sostenido. Con el tiempo, la empresa sumó fábricas, innovó en materiales y conquistó mercados hasta convertirse en un grupo con presencia en más de 120 países.

"Lo que define a Tramontina no son los números, sino la filosofía que nos guía desde el comienzo: hacer bien las cosas para inspirar el día a día de las personas", explica Baseggio. "Cada producto, por más simple que parezca, tiene el mismo propósito: mejorar la experiencia cotidiana. Ese espíritu sigue siendo nuestro motor, aunque hoy tengamos nueve plantas industriales y más de 10.000 empleados", añade

En Argentina, los productos de la marca comenzaron a llegar a fines de la década del ’70, a través de distribuidores seleccionados. Con el tiempo, los cuchillos y utensilios de cocina se volvieron parte del paisaje hogareño, al punto de que "Tramontina" pasó a ser casi un genérico para referirse a la calidad. "Estamos en las cocinas argentinas desde hace 50 años y ese es un vínculo indestructible", afirma el ejecutivo.

Pero la compañía quiere ir más allá. Este año, Tramontina dio un paso al inaugurar su primera oficina comercial en Buenos Aires, un movimiento estratégico que busca consolidar su relación con los distribuidores locales, agilizar operaciones y, sobre todo, ampliar el horizonte de productos disponibles en el país.

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Tramontina tiene más de 22.000 productos y presencia en más de 120 países

"La nueva oficina es un puente entre Argentina y nuestras fábricas en Brasil e India. Nos permitirá entender mejor las necesidades del mercado local, adaptar lanzamientos y ofrecer líneas específicas para los hábitos argentinos", detalla Baseggio. Entre esas líneas menciona los utensilios para asado y los accesorios para mate, dos íconos culturales que la marca decidió desarrollar especialmente para el público local.

La nueva etapa: expansión, cercanía e identidad renovada

La apertura de la sede porteña coincide con un proceso global de renovación de identidad, que comenzó hace dos años y actualiza el lenguaje visual y simbólico de la marca. "Es una evolución que conserva la tradición, pero se adapta a nuevas audiencias. Tramontina sigue siendo sinónimo de confianza y durabilidad, pero también quiere transmitir innovación y sustentabilidad", explica Baseggio.

Esa mirada se traduce en un catálogo diverso que abarca desde cuchillería, ollas y sartenes hasta muebles, porcelanas, herramientas, materiales eléctricos y electrodomésticos. Muchas de esas categorías todavía no tienen presencia fuerte en Argentina, pero forman parte de la estrategia de crecimiento a mediano plazo.

"Argentina es uno de los mercados más estratégicos de la región", subraya Baseggio. "El consumidor local valora la calidad y tiene una relación emocional con nuestras líneas más tradicionales. Por eso sentimos que este es el momento de estar más cerca, con estructura propia, para acompañar sus necesidades cotidianas y ofrecerles más opciones."

La nueva oficina incluye también un showroom exclusivo, donde distribuidores, clientes y socios podrán conocer de cerca las distintas soluciones del catálogo. "Queremos que la experiencia sea tangible, que se pueda ver cómo Tramontina se integra a la vida diaria, no solo en la cocina, sino también en el jardín, el taller, la oficina o los espacios comunes de una casa", dice el ejecutivo."Queremos consolidar nuestras relaciones con distribuidores y clientes a través del equipo local propio de Tramontina, crear flujos más ágiles, ofertas más ajustadas y procesos que sirvan de puente con nuestras unidades fabriles. El objetivo es consolidar nuestra presencia en el país de manera sostenible y con crecimiento constante", proyecta el gerente general.

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Tramontina emplea a más de 10.000 personas en nueve plantas industriales

La marca llega a esta nueva etapa con resultados alentadores. "Estamos en una trayectoria muy positiva y esperamos cerrar el año con un crecimiento superior al 50% respecto a 2024", anticipa Baseggio. "Incluso 2025 puede ser un año récord de facturación en estos más de 50 años que llevamos en el país. Solo tenemos que agradecer a los consumidores argentinos por la preferencia que tienen por nuestros productos."

A nivel global, Tramontina continúa expandiéndose. En 2024 inauguró filiales en India y Túnez, además de nuevas tiendas T Store en Perú, Chile y Sudáfrica. También fortalece sus centros de innovación y desarrollo, donde se investiga en materiales sostenibles, diseño circular y eficiencia productiva.

En paralelo, la compañía sostiene su compromiso con el entorno a través del programa Tramontina Transforma, que desde 2014 reúne todas las iniciativas ambientales y sociales. "Nos interesa crecer de manera sostenible, apoyando la educación, la alimentación y el desarrollo de las comunidades donde estamos presentes", apunta Baseggio.

Más de un siglo después de aquel taller donde los fundadores comenzaron a forjar el acero, Tramontina sigue transformando lo cotidiano con el mismo espíritu artesanal. Pero en Argentina, su historia entra en una nueva etapa: la de revelar todo ese mundo que estaba oculto detrás de los cubiertos.