Gigante agroindustrial busca quedarse con el 90% de la principal fábrica de fertilizantes de América del Sur
Durante años, el negocio de los fertilizantes fue para Adecoagro un costo relevante dentro de su estructura productiva. Hoy, ese insumo estratégico se transformó en el centro de una de las apuestas empresarias más ambiciosas de los últimos tiempos.
La compañía agroindustrial presentó una oferta vinculante para quedarse con el 50% de Profertil S.A. que todavía está en manos de YPF S.A., lo que la dejaría con el control casi total de la empresa que produce la mayor parte de la urea que consume el país.
Profertil es el productor más importante de urea granulada de América del Sur, tiene su base en Bahía Blanca, y desde ahí origina el insumo más importante de toda la cadena agropecuaria. Hasta ahora, la mitad de la empresa pertenece a YPF, y el otro 50% está en manos de Nutrien, una compañía canadiense dedicada a la nutrición de cultivos.
Hace pocos meses, Nutrien puso en venta su participación en Profertil, la que fue ofertada por casi en su totalidad por Adecoagro, gigante del mundo agroindustrial que posee 210.400 hectáreas de tierras de cultivo y varias instalaciones industriales distribuidas en las regiones más productivas de Argentina, Brasil y Uruguay, donde produce más de 3,1 millones de toneladas de productos agrícolas y más de 1 millón de MWh de electricidad renovable. De concretarse esa operación, la compañía quedará con ell 40% de esa participación, mientras que el 10% restante quedaría en manos de las cooperativas agrícolas nucleadas en ACA, que también hicieron su oferta.
Ahora, la fuerte jugada de Adecoagro pretende también comprar el 50% que posee YPF, y de esta forma controlar casi en su totalidad a este gigante de la producción de fertilizantes. La jugada no es menor. Implica un desembolso que ronda los 600 millones de dólares y se apoya en la operación previa.
El paso que ahora intenta dar Adecoagro va mucho más allá de sumar un nuevo negocio: apunta a capturar un eslabón crítico de la cadena agroindustrial y a modificar su rol dentro del sistema productivo.
Profertil, una planta clave para el agro argentino
Profertil es una empresa estratégica por donde se la mire. Su complejo industrial de Bahía Blanca produce urea granulada y amoníaco a gran escala y abastece una parte sustancial del consumo argentino de fertilizantes nitrogenados. La urea es un insumo clave para los principales cultivos del país, en especial trigo y maíz, y su disponibilidad y precio influyen de manera directa en la productividad agrícola.
Cada vez que se encarece el fertilizante en el mercado internacional o se complica el abastecimiento externo, el impacto se siente rápido en los costos del productor. Por eso, el control de una compañía como Profertil no sólo tiene un valor económico para quien lo ejerza, sino también implicancias estructurales para toda la cadena agroindustrial.
En ese marco, el interés de Adecoagro no es sólo financiero. El dominio de la principal productora local de urea implica pasar a tener una palanca directa sobre uno de los insumos más sensibles del negocio agrícola argentino, en un contexto donde los costos son cada vez más determinantes para definir la rentabilidad.
El repliegue de YPF y el nuevo escenario energético
El rol de YPF dentro de Profertil estuvo históricamente asociado a un insumo central, que es el gas natural. La producción de fertilizantes nitrogenados depende de manera directa del acceso a gas en condiciones competitivas. Durante años, la petrolera estatal aportó no sólo capital, sino también seguridad de abastecimiento.
Hoy el escenario es distinto. Con el desarrollo de Vaca Muerta, con un foco cada vez más marcado en la exploración y producción de hidrocarburos, y con un proceso de revisión de su cartera de activos, la salida de Profertil aparece alineada con la estrategia de concentrarse en el negocio energético puro.
En paralelo, la propia Profertil buscó en los últimos meses financiamiento en el mercado de capitales, en un contexto financiero todavía exigente para las empresas argentinas. Esa decisión muestra que la compañía se está preparando para un nuevo ciclo, tanto desde el punto de vista operativo como societario.
El rol de las cooperativas y la mirada del productor
La permanencia de la Asociación de Cooperativas Argentinas como socia minoritaria le agrega un condimento particular a la nueva estructura que podría quedar definida tras la operación. ACA representa a miles de productores y es uno de los actores más influyentes en la comercialización de granos. Su participación funciona como un puente directo entre la producción de fertilizantes y las necesidades del productor.
En un mercado cada vez más concentrado, la presencia de una entidad cooperativa puede ayudar a equilibrar intereses y a sostener un canal de diálogo entre la industria y el sector primario. También refuerza la idea de que el negocio de los fertilizantes no es sólo una cuestión industrial o financiera, sino un factor determinante para la competitividad del campo argentino.
Autosuficiencia, mercado y un debate que vuelve
No es la primera vez que la Argentina se plantea el objetivo de ser autosuficiente en fertilizantes nitrogenados. Cada crisis internacional, cada conflicto geopolítico que sacude los flujos de comercio, cada salto del dólar que encarece las importaciones reactiva esa discusión. Que ahora una empresa del propio sector agropecuario busque controlar a la principal productora local vuelve a poner ese debate sobre la mesa.
Desde el punto de vista productivo, contar con una base fuerte de producción local de fertilizantes puede mejorar la previsibilidad del abastecimiento y reducir la exposición a shocks externos. Desde el punto de vista del mercado, también se abren interrogantes sobre cómo se formarán los precios y qué grado de competencia existirá en adelante.
La decisión final está ahora en manos del directorio de YPF, que debe evaluar la oferta vinculante presentada. No se trata sólo de cerrar una operación financiera, sino de definir el futuro de uno de los insumos más sensibles del modelo agroexportador argentino.
Un movimiento que redefine la cadena de valor
Si la compra se concreta, Adecoagro dejará definitivamente de ser sólo un gran productor de commodities para convertirse también en un actor central del negocio de los insumos. Pasará a controlar un eslabón que históricamente estuvo por fuera del alcance de las empresas dedicadas a la producción primaria.
Profertil, por su parte, cambiará de socio mayoritario y quedará bajo el control de un jugador que piensa con lógica de productor, no de petrolera. Y el Estado, a través de YPF, se retirará de una actividad que durante años consideró estratégica para el desarrollo del agro.
En tiempos de redefiniciones económicas, apertura comercial y búsqueda de competitividad, la operación resume una tensión de fondo, que radica en quién debe controlar los insumos críticos de la producción y bajo qué lógica. Si ese control se orienta sólo por la rentabilidad de corto plazo o si incorpora una mirada de desarrollo productivo de largo aliento es una de las grandes preguntas que deja abierta esta movida.
Mariano Bosch, cofundador y director ejecutivo de Adecoagro, declaró al conocerse esta noticia: "Esta transacción marca un hito importante para Adecoagro, ya que amplía nuestra escala, diversifica nuestra cartera y fortalece el rendimiento a largo plazo de la empresa. Con el apoyo de nuestro principal accionista, aprovechamos las ventajas competitivas de Argentina para impulsar el crecimiento sostenible y la creación de valor para nuestros grupos de interés. La adquisición de Profertil posiciona a Adecoagro como un proveedor clave para el sector agrícola regional, integrando un negocio con sólidos fundamentos y una generación de caja constante. La ubicación estratégica de Profertil, con acceso directo a los competitivos recursos de gas natural de Argentina, refuerza aún más nuestro compromiso con la excelencia operativa y la resiliencia a largo plazo".