Ranking clave para tu bolsillo: cuál es el supermercado más barato y el más caro en diciembre
La misma bolsa de compras, con los mismos 10 productos básicos, costó casi un 10% más cara, según el supermercado elegido entre las seis principales cadenas que operan en la Argentina.
En la foto que tomó iProfesional sobre los precios online, Carrefour resultó el más barato y La Anónima, el más caro, con Jumbo bien cerca en el tramo alto de la tabla. En el medio, Coto, Día y Changomás se pelearon punto a punto por el bolsillo de la clase media.
Cuál es el supermercado más barato y cuál es el más caro
La comparación se hizo sobre una canasta de 10 productos idénticos, de primeras marcas y en presentaciones equivalentes: leche, aceite, harina, fideos, arroz, azúcar, yerba, pan de molde, detergente para platos y papel higiénico. La idea fue muy concreta: no comparar peras con manzanas, sino exactamente lo mismo en Carrefour, Coto, Jumbo, La Anónima, Día y Changomás.
Los valores relevados corresponden a los precios publicados en las webs de cada cadena, que en algunos casos pueden diferir de los precios de las góndolas.
Es decir: entre el supermercado más barato y el más caro hubo una brecha de $3.193. Medido en porcentaje, llenar el mismo changuito costó alrededor de un 9% más si se eligió la cadena más cara en vez de la más barata.
En el medio se vio otro dato interesante: Carrefour quedó muy cerca de la "canasta ideal", es decir, de lo que habría costado armar la compra yendo producto por producto al supermercado más barato en cada caso. Esa combinación perfecta habría salido unos $34.180, apenas por debajo del total de Carrefour.
Además, al mirar producto por producto, Carrefour lideró o empató como el más barato en yerba, pan y fideos; Changomás se destacó en leche, aceite y arroz; La Anónima fue la más económica en harina y papel higiénico, y Jumbo solo encabezó el ranking en azúcar.
Del otro lado, La Anónima y Jumbo se ubicaron muchas veces en el extremo más caro de la tabla, sobre todo en yerba, pan, leche y varios productos de almacén.
Las brechas más fuertes: la yerba, el gran símbolo
Aunque en pesos los montos parecen razonables uno por uno, las diferencias relativas entre cadenas fueron muy fuertes cuando se miró cada producto por separado.
Incluso en productos muy cotidianos, como azúcar, fideos o detergente, las diferencias entre la oferta más barata y la más cara de las seis cadenas se ubicaron en una franja de entre 10% y 16 por ciento.
Es decir, que cambiar de supermercado sin mirar los precios puede encarecer fuerte la compra, aun cuando el consumidor compre siempre las mismas marcas.
¿Por qué un mismo producto cuesta tan distinto según el súper?
La pregunta se impone: ¿por qué la misma yerba, el mismo pan o el mismo aceite cuestan tan distinto según la cadena?
Según explicaron fuentes del sector en diálogo con iProfesional, hay varios factores que empujaron estas diferencias:
- Estrategias comerciales diferentes:
Algunas cadenas apostaron a tener precios gancho en productos muy visibles (leche, fideos, detergente) y recuperar margen en otras categorías. Otras mantuvieron listas más homogéneas, sin grandes ofertas puntuales.
- Poder de negociación con proveedores:
Grandes grupos con mucho volumen y presencia nacional suelen obtener bonificaciones y condiciones comerciales mejores, que luego se vieron reflejadas —en parte— en los precios finales.
- Costos logísticos y ubicación:
En el caso de La Anónima, fuerte en la Patagonia y en zonas menos densamente pobladas, el costo del flete fue clave. "Mover mercadería en largas distancias, con menos volumen de ventas por sucursal, encareció el precio final en varios productos", señalaron desde el sector.
- Programas de fidelización y precios segmentados:
El avance de sistemas como Mi Carrefour o Plus de La Anónima instaló una especie de doble lista de precios: una para el cliente general y otra —más agresiva— para el consumidor registrado en el programa de beneficios.
"Hoy no existe un solo ranking. El resultado cambió según si el cliente miró solo el precio final, si aprovechó promociones bancarias o si está dado de alta en los programas de fidelidad", resumieron las fuentes.
Cuando entran en juego las promociones, el ranking se da vuelta
La foto principal de esta nota se centró en precios finales sin promociones, para poder comparar "manzana con manzana". Pero la realidad diaria de las compras mostró otra capa igual o más importante: descuentos, 3x2, programas de socios y rebajas puntuales.
En esa liga, Changomás y Carrefour se volvieron muy competitivos, y Coto y Día ganaron terreno en productos específicos:
- En leche y aceite, las promociones 3x2 hicieron que Changomás quedara imbatible, con precios por unidad que bajaron más de un 30%, seguido de cerca por Carrefour.
- En fideos y arroz, los beneficios de Mi Carrefour y los descuentos directos de Changomás y Día recortaron fuertemente el costo final por paquete.
- En detergente y papel higiénico, Coto se destacó con rebajas del 25% y 35% que lo llevaron a ser el más barato en esos productos, aunque sin lograr revertir el resultado general de la canasta completa.
- En azúcar, la promoción del 10% de Día hizo que pasara del pelotón al liderazgo en ese producto, por debajo de Jumbo y del resto de las cadenas.
La conclusión es clara: si el consumidor no mira las promos, paga más. Pero incluso mirando las promos, no siempre el ranking es el mismo: la cadena más barata en precios finales, sin promociones ni descuentos, no necesariamente fue la que tuvo las mejores ofertas, y viceversa.
Un dato clave: la marca también pesa
Para este relevamiento, iProfesional eligió deliberadamente productos de primeras marcas y presentaciones equivalentes para evitar distorsiones. El objetivo fue construir una canasta comparable, que permitiera ver las diferencias de precios entre cadenas y no las brechas entre productos premium y opciones más económicas.
En la vida real, sin embargo, el consumidor tiene una herramienta adicional de ahorro: bajar de marca.
"En cada categoría hay segundas líneas, marcas propias o productos regionales que cuestan bastante menos que las marcas líderes", explicaron desde el sector. Combinar supermercado, promoción y marca puede hacer que el ahorro mensual sea muy superior al 9% que surgió de este ejercicio comparando solo primeras marcas.
Lo que dejó el relevamiento: mapa de ganadores y perdedores
Con todos los datos sobre la mesa, el ranking general dejó varias conclusiones:
- Carrefour resultó el supermercado más barato en la foto de precios sin promociones, y lideró o empató en varios productos clave (yerba, pan, fideos).
- Día quedó muy cerca, y se destacó por sus descuentos en azúcar y detergente, que lo ubicaron primero cuando se consideran las promos.
- Changomás fue muy fuerte en productos de almacén como leche, aceite y arroz, y ganó varias veces cuando se sumaron las promociones tipo 3x2 o los descuentos agresivos.
- Coto casi no apareció como el más barato en precios finales, pero ganó terreno en productos puntuales con promociones fuertes, como papel higiénico y detergente.
- Jumbo y La Anónima tendieron a ubicarse en el extremo caro de la tabla, con especial diferencia en yerba, pan y varios productos de almacén, aunque Jumbo dio la nota en azúcar al ofrecer el precio más bajo sin promociones.
La brecha de precios entre cadenas, para un mismo producto, llegó a rozar el 50% en la yerba y se ubicó en torno al 20% en leche, arroz y papel higiénico.
Elegir el súper también es una forma de ahorrar
El relevamiento mostró que, aun comprando las mismas marcas y los mismos productos, elegir una u otra cadena cambió fuerte el monto final del ticket.
Entre los seis grandes supermercados relevados, la canasta de 10 productos costó casi un 9% más cara en el más caro que en el más barato, sin contar promociones. Y cuando se sumaron descuentos y programas de fidelización, el mapa se volvió todavía más complejo, con cambios de liderazgo según el producto.
Para el consumidor, el mensaje es doble: por un lado, conviene saber qué supermercado suele ser más competitivo en la canasta habitual; por otro, mirar las promociones y, cuando el bolsillo aprieta, animarse a bajar de marca puede ser la diferencia entre llegar o no llegar a fin de mes.