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ALERTA

YPF se va de Profertil y acelera la búsqueda de un socio para su negocio agropecuario

La petrolera estatal aceptaría la oferta para vender sus acciones en la productora de agroquímicos y está a punto de sumar un accionista en YPF Agro
08/12/2025 - 13:40hs
YPF se va de Profertil y acelera la búsqueda de un socio para su negocio agropecuario

Desde que el gobierno libertario desembarcó en YPF y designó a Horacio Marín como su presidente y CEO, la mayor petrolera de la Argentina puso en marcha un ambicioso plan de reestructuración conocido como "Plan 4x4".

Este proceso tiene como objetivo principal enfocar a la petrolera estatal en sus negocios más rentables y concentrar la totalidad de los recursos financieros y técnicos en el desarrollo acelerado de la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta y la comercialización de combustibles.

​En este contexto de concentración en el core business energético, el directorio de la compañía ha tomado la decisión de desprenderse de una importante serie de activos, entre los que se encuentran activos en el sector de los hidrocarburos convencionales y también en otros negocios considerados secundarios y no estratégicos o maduros.

Este giro estratégico busca transformar a YPF de una operadora diversificada con presencia en campos convencionales de baja rentabilidad a una compañía global de shale de clase mundial, preparada para convertirse en la principal exportadora de energía de Argentina.

​La decisión de desprenderse de un porcentaje significativo de su portafolio de activos responde a una lógica puramente económica y de eficiencia operativa, quitándose de encima el llamado "lastre de los campos maduros" distribuidos en diversas cuencas del país (como la Cuenca del Golfo San Jorge, la Cuenca Cuyana y algunas zonas de la Cuenca Neuquina y Austral).

Se trata de áreas con altos costos operativos que requieren importantes inversiones de capital (CAPEX) solo para mantener niveles de producción estables, sin generar crecimiento significativo.

​Su rentabilidad es baja y absorben recursos mayores a u$s1.000 millones anuales en inversión y costos que son vitales para el desarrollo de proyectos de escala.

Plan de salida

Además, el foco absoluto de YPF es la puesta en valor de Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional más grande del mundo para aprovechar el potencial de exportación del Gas Natural Licuado (GNL) y shale oil.

​El plan prevé que la liberación de capital y los ingresos por las desinversiones que se estiman de unos u$s800 millones podrán ser reasignados a las áreas shale, donde la rentabilidad es exponencialmente mayor.

El proceso se articula en torno a dos grandes grupos de activos como son los yacimientos convencionales en Argentina y las operaciones no esenciales en el extranjero y en el sector de servicios.

El núcleo de la desinversión es la venta o cesión de más de 55 áreas convencionales de producción, proceso denominado "Proyecto Andes", que abarca yacimientos en provincias clave como Mendoza, Río Negro, Neuquén y Chubut.

La venta de estos activos fue organizado en paquetes para su licitación, buscando que empresas de menor y mediano porte (PYMEs petroleras, muchas de ellas argentinas) tomen la operación ya que poseen estructuras de costos más livianas y mayor flexibilidad y le pueden otorgar una mayor rentabilidad a campos que ya no son eficientes para un gigante como YPF.

​Pero este plan se complementa con la estrategia de simplificar la estructura corporativa de YPF saliendo de negocios que no se alinean con la producción de hidrocarburos upstream y la refinación esencial.

Nuevo reordenamiento

​Un caso es la venta de la filial de lubricantes en Brasil que ya fue concretada y que, si bien fue por un monto bajo de aproximadamente u$s2,3 millones, simboliza la salida de mercados y actividades periféricas.

La petrolera anunció además planes para desprenderse de filiales en Chile y de su participación en Metrogas que llega al 70% del capital, y en la que acaba de dar inicio a ese plan de salida con la contratación del Citi como banco encargado de encontrar inversores, en especial internacionales que muestren interés por la distribuidora de gas.

Ahora, el reordenamiento del portafolio de YPF podría sumar un nuevo capítulo si el directorio de la compañía acepta vender sus acciones en Profertil, la principal productora de urea (el fertilizante nitrogenado más utilizado) de Argentina.

El próximo jueves 11 de diciembre, habrá reunión de directorio de YPF y es más que probable que ese día los ejecutivos de la petrolera analicen y avancen con la venta del 50% del capital de la empresa agropecuaria que controlan.

Profertil fue, durante más de dos décadas, un joint venture 50/50 entre YPF y la multinacional Nutrien (anteriormente conocida como Agrium/PotashCorp), que aportaba tecnología y know-how global en fertilizantes.

Sin embargo, la decisión de este grupo internacional de reestructurar su presencia en América Latina y concentrarse en otros mercados llevó a la puesta en venta de su 50% de Profertil.

​En septiembre pasado, el consorcio liderado por Adecoagro, en alianza con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), concretó la adquisición de esas acciones por u$s600 millones.

​Tras esta primera etapa, el tablero quedó configurado con YPF manteniendo su 50% y Adecoagro/ACA con el otro 50%.

A principios de diciembre Adecoagro ofertó otros u$s600 millones para sumar el 50% restante de YPF y, de ese modo, convertirse en el mayor accionista de Profertil, prometiendo llevar adelante la mega-inversión ya anunciada para duplicar su capacidad productiva y reforzar su compromiso con la sostenibilidad.

Decisión inminente

​Detrás de esta adquisición, se encuentra un actor inesperado como es Tether, el gigante del mundo cripto conocido por su stablecoin USDT, que actualmente es el accionista mayoritario de Adecoagro y cuya estrategia con esta operación apunta al control total para lograr una integración vertical completa de la cadena de valor.

La oferta vinculante ya está en manos de los principales ejecutivos de YPF y todo indica que no habría oposición a cerrar el deal antes de que finalice este 2025, más que nada porque la salida de Profertil también se enmarca en la clara reorientación estratégica de la petrolera estatal.

Históricamente, la participación en la planta productora de esta empresa ubicada en Bahía Blanca estaba ligada a la garantía de abastecimiento de gas natural, la materia prima esencial para la producción de urea y amoníaco.

​Sin embargo, con el boom de Vaca Muerta y el objetivo de la nueva administración de YPF de maximizar el valor de sus activos de upstream (exploración y producción), los negocios derivados y las participaciones minoritarias fuera del core energético han comenzado a ser consideradas como activos no esenciales.

En este sentido, todo indica que la desinversión completa en Profertil permitiría a YPF recibir u$s600 millones para ser reinvertidos en proyectos clave de hidrocarburos, principalmente en el desarrollo de sus bloques no convencionales, donde los requerimientos de capital son cuantiosos.

Ventajas de la venta

Además podría minimizar la exposición a la volatilidad del negocio agroindustrial para centrarse exclusivamente en la producción de petróleo y gas, el negocio con mayor rentabilidad y potencial de crecimiento para la compañía.

​Otra de las ventajas de la operación para YPF es la de alinear su cartera de activos con la meta declarada de concentrar recursos y esfuerzos en la transición energética y la exportación de GNL, donde Profertil no juega un papel directo.

​En cuanto a las premisas de Adecoagro para impulsar esta transacción se encuentra la de lograr una integración vertical y tener el control sobre estos insumos, en una jugada de largo plazo para el sector agroindustrial.

Ocurre que Adecoagro es una empresa diversificada con operaciones en agricultura, azúcar, etanol y lácteos que, de tomar las riendas de Profertil, podría asegurarse el abastecimiento de un insumo crítico a precios competitivos.

Se quedaría además con una planta que produce más de 1.3 millones de toneladas de urea granulada por año, siendo el principal proveedor de un fertilizante nitrogenado considerado esencial para cultivos de alta demanda, como el maíz y el trigo, pilares de la producción agrícola argentina.

De hecho, ​Mariano Bosch, CEO de Adecoagro, viene señalando que la transacción es una "oportunidad estratégica" que permitirá a la empresa reducir la volatilidad de sus costos de insumos y consolidar un esquema de producción agroindustrial más barato y de alta eficiencia.

Con esta adquisición, Adecoagro pasaría de ser un gran consumidor de fertilizantes a un productor dominante, potenciando la cadena de valor desde el origen (el gas) hasta el destino (la siembra).

​Adicionalmente, la consolidación de Profertil bajo control de capitales argentinos asegura una mayor estabilidad en el suministro de fertilizantes si es que los nuevos dueños de la empresa impulsan planes de inversión para aumentar la capacidad productiva de urea.

Nueva planta

A la par de estos movimientos corporativos, Profertil ha encarado la que se considera la "parada de planta" programada más relevante de su historia, en su complejo industrial de Bahía Blanca (Ingeniero White) que implica una inversión de u$s90 millones para instalar nuevos equipos y la modernización de la infraestructura.

​El objetivo es asegurar el suministro continuo y más confiable de fertilizantes nitrogenados, además de afianzar la seguridad y la eficiencia operativa.

El plan incluye una inversión de hasta u$s1.500 millones para construir una segunda planta que permitiría duplicar la producción de urea, permitiendo a Profertil abastecer la totalidad del mercado argentino y generar un superávit para exportar a países como Brasil, uno de los mayores consumidores mundiales.

El proceso de YPF Agro

​Pero a la venta de sus acciones en Profertil, la petrolera estatal le suma otra acción vinculada con su estrategia de salir de manera paulatina del negocio agropecuario.

La petrolera pretende mantener su participación en este sector a través de su controlada, YPF Agro, aunque con un peso menor al que actualmente posee en esa sociedad de la cual controla la totalidad del capital.

La creación de esta unidad de negocios en el 2001 formó parte de una respuesta para potenciar el sector más productivo del país como es el agropecuario.

En ese momento los ejecutivos de YPF entendieron que la capilaridad y la capacidad logística de la petrolera podría transformarse en una oportunidad única para trascender su rol tradicional.

La visión central era clara: el productor agropecuario no necesitaba sólo gasoil para su maquinaria, sino también una solución integral que le permita simplificar la provisión de todos los insumos críticos en un solo lugar, con la confianza y el respaldo de una marca nacional consolidada.

De ese modo, YPF Agro comenzó a integrar bajo su paraguas no solo los combustibles y lubricantes esenciales, sino toda la paleta de insumos necesarios para la producción de alimentos como una amplia gama de fertilizantes (granulados y líquidos) necesarios para reponer la fertilidad del suelo; servicios de muestreo y diagnóstico de suelos para aplicar dosis precisas.

La verdadera fuerza de YPF Agro reside en su red de distribución y su apuesta por la tecnología que se diferencia de otros distribuidores del sector: por su red capilar y de proximidad, garantizando la entrega de combustibles, lubricantes e insumos directamente "en la tranquera" del productor, un factor logístico crucial en tiempos de siembra y cosecha.

Mantener la marca

Además, el equipo de ingenieros agrónomos de YPF Agro no solo comercializa productos, sino que también brinda un soporte técnico y agronómico especializado, esencial para tomar decisiones de manejo de cultivos sitio-específicas.

​Ahora, la idea de la YPF de Marín es la de sumar un socio de peso a esta división mediante la venta de hasta el 50% de su paquete accionario a un socio agroindustrial especializado.

Para alcanzar este objetivo, la petrolera estatal ya contrató al Rabobank, un banco cooperativo internacional de origen neerlandés que se especializa globalmente en el sector agroalimentario.

La medida también pasa por permitir a YPF enfocarse prioritariamente en su core business delegando la gestión operativa del negocio agropecuario, que es altamente especializado, a un socio experto.

La estrategia apunta a generar mayores ganancias a través de "empresas satélites mixtas" y simplificar ciertos procesos comerciales, aunque manteniendo la marca y el respaldo de YPF.

La operación se ha valuado preliminarmente en torno a los u$s600 millones, la misma suma que Adecoagro le ofrece a la petrolera de Marín para quedarse con sus acciones en Profertil.

De hecho, el propio CEO y presidente de la petrolera viene insistiendo en que la idea de la operación se basa en "crear una empresa mixta, donde nosotros dejamos la marca mientras que alguien más la opere".

En este sentido, los ingresos generados por la venta de esa participación también se destinarán a financiar el crecimiento exponencial de la compañía en Vaca Muerta, especialmente en proyectos de shale oil y GNL.

Interesados de peso

En el caso operativo, se prevé un cambio en la modalidad comercial de YPF Agro, eliminando progresivamente la operativa de canje de granos por insumos, y enfocándose en ventas de contado o con otras herramientas financieras, simplificando así su gestión.

Además, el socio estratégico que ingrese a la compañía permitirá que YPF Agro gane en eficiencia operativa y continúe expandiendo su participación en el mercado, manteniendo el liderazgo en el suministro de combustibles y otros insumos al campo.

Hasta ahora, importantes players del sector agroindustrial y de finanzas agrícolas, tanto nacionales como internacionales han mostrado interés en participar del proceso.

Entre esos grupos se destacan Grobocopatel Hnos. SA; Allaria Agrofinanzas SA; Lartirigoyen & Cía. SA; CHS Inc. y ADM Agrícola SA, que ya han sido invitados por el Rabobank al proceso de licitación.