Nuevo endeudamiento: Arcor lanza plan para atraer fondos en el mercado de capitales
El 5 de diciembre pasado, el Directorio de Arcor mantuvo un encuentro con la presencia de sus principales ejecutivos como Alfredo Gustavo Pagani; Mario Enrique Pagani; Víctor Daniel Martin; Alejandro Fabián Fernández; Nicolás Enrique Martin; Fernán Osvaldo Martínez y Alejandro Asrín.
La reunión fue organizada para analizar estrictamente la política de endeudamiento futuro que asumirá la mayor productora de golosinas del mundo durante el 2026.
De hecho, el encuentro se enfocó principalmente en temas de índole financiera y en la estrategia de capitalización de la compañía mediante nuevas emisiones de Obligaciones Negociables (ON).
En este sentido, el Directorio de la compañía cordobesa propiedad de la familia Pagani aprobó y formalizó la emisión de nuevos instrumentos de deuda bajo el programa global de ON de la sociedad y lo comunicó al mercado mediante un Hecho Relevante a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En la actualidad, la compañía tiene sede en la localidad cordobesa de Arroyito y, conjuntamente con sus subsidiarias, constituye un grupo multinacional que produce una amplia gama de alimentos de consumo masivo (golosinas, chocolates, galletas, alimentos, etc.) e industriales (papel virgen y reciclado, cartón corrugado, impresión de films flexibles, jarabe de maíz, ingredientes industriales y endulzantes de origen vegetal, etc.), en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Angola, y comercializa los mismos en una gran cantidad de países del mundo.
Además, viene llevando a cabo un proceso de incremento de su participación accionaria en Mastellone, en sociedad con el gigante lácteo francés Danone, que hasta ahora ha fracasado.
La intención de ambas empresas es la de quedarse con la mayoría accionaria de la dueña de la marca La Serenísima que todavía encuentra en poder de los herederos de Pascual Mastellone y del fondo Dallpoint, propiedad de Carlos Agote quien, a la vez, ocupa el cargo de CEO de la compañía y se opone a la oferta acercada por la dupla Arcor-Danone.
Financiar inversiones y recomponer pasivos
Más allá de esta batalla por ahora inconclusa, en el documento analizado en la última reunión de directorio, los ejecutivos de Arcor aseguran que el objetivo de las próximas colocaciones de ON es el de la captación de fondos en los mercados de capitales.
El dinero será destinado a financiar el plan de expansión y de inversiones de la compañía, tal como se ha delineado en documentos recientes.
Los fondos también serán usados para refinanciar pasivos y para capital de trabajo, aunque hasta ahora no se conocen más detalles de esas estrategias financieras y comerciales de la empresa.
De todos modos, en la reunión se analizó el prospecto y las condiciones de colocación de una nueva clase de ON, incluyendo la tasa, el plazo y las garantías asociadas, quedando facultados los ejecutivos para proceder con la instrumentación final de la colocación.
Uno de los primeros puntos analizados por los ejecutivos de Arcor fue la consideración de la colocación de On Clase 2 por u$s100 millones, bajo el régimen de emisor frecuente en el cual opera la empresa y que fue anunciado el pasado el 1º de octubre, denominadas en dólares, a una tasa de interés fija del 5,90% nominal anual y con vencimiento el 6 de octubre de 2026.
Al respecto, se aclaró que, tras haberse descontado u$s15,3 millones que corresponden a la integración en especie mediante la entrega de ON Clase 21, los fondos netos provenientes de la colocación ascendieron a u$s84,6 millones que forman parte del plan global actual por hasta u$s600 millones aprobado por la Disposición Nº DI-2025-118 del 2 de julio pasado.
Según el informe analizado en la reunión, los fondos netos obtenidos por esa colocación se afectaron a varios destinos como refinanciación de deudas y planes de negocios.
Nuevas emisiones
De hecho, se aclaró que esos recursos se usaron para la cancelación del capital e intereses remanente de las ON Clase 21 por u$s62,9 millones, más la suma de u$s1 millón en concepto de intereses devengados entre el 23 de mayo y el 22 de noviembre pasados.
En tanto, se informó que el remanente de fondos pendientes de aplicación asciende a u$s21,7 millones.
Otro de los puntos tratados se vincula a la emisión de nuevas ON bajo el régimen de emisor frecuente, teniendo en cuenta que la actual situación de los mercados de capitales, tanto el local como los internacionales, resulta conveniente considerar este tipo de endeudamiento.
Por eso, el Directorio de Arcor aprobó lanzar nuevas ON Clase 3 con un monto a colocarse que podrá alcanzar hasta $40.000 millones, ampliable hasta $80.000 millones o su equivalente en otras monedas o unidades de valor.
En este sentido, se votó que los títulos podrán emitirse a su valor nominal o con descuento o prima respecto de su valor nominal; que constituirán obligaciones de pago directas e incondicionales; tendrán fecha de vencimiento a los 12 meses a computar desde su emisión y devengarán intereses sobre su capital pendiente de pago a una tasa fija y/o variable, con pagos en forma trimestral, por trimestre vencido.
Emisiones constantes
En la actualidad, Arcor opera bajo un Programa Global de Emisión de ON autorizado por la CNV, por un monto máximo que ha sido ampliado a lo largo del tiempo hasta u$s1.200 millones.
El plan no se limita a una única colocación, sino a series constantes que la compañía lanza periódicamente para optimizar su estructura de capital y mantener liquidez y que suelen ser bien recibidas por los inversores, dada la sólida trayectoria y calificación crediticia de la empresa.
En la mayoría de los casos, el destino de los fondos es doble, centrándose en la solidez financiera y la eficiencia operativa.
Una parte se usa para precancelar o refinanciar deuda financiera existente, generalmente deudas bancarias o series anteriores de ONs con condiciones menos favorables o vencimientos inminentes, lo cual le permite a Arcor estirar plazos y potencialmente reducir costos financieros.
También se contempla el uso de fondos para cubrir las necesidades operativas de corto plazo, como la compra de materias primas, el pago a proveedores y la gestión de inventarios, asegurando la continuidad y expansión de sus procesos productivos.
En el caso de las recientes colocaciones de Arcor han sido estructuradas en múltiples clases para atender tanto a inversores minoristas como institucionales, ofreciendo alternativas en pesos y en dólares.
El plan de emisión de ONs se enmarca en una política financiera que busca mantener un equilibrio entre deuda en moneda extranjera y local, con un porcentaje significativo de su deuda total compuesta por estas obligaciones negociables.
Es decir, como una estrategia financiera continua que utiliza el mercado de capitales para mantener una estructura de deuda saludable, refinanciar pasivos y asegurar el capital de trabajo necesario para sostener su liderazgo en la región.
Resultados preocupantes
A la luz de los resultados del último balance presentado por Arcor a la CNV, la necesidad de fondos parece imperiosa ya que su balance correspondiente a los primeros nueve meses de este 2025 mostraron resultados nada alentadores para la fabricante de tradicionales marcas de golosinas y chocolates como el Bon o Bon.
Durante ese período, la empresa reportó ganancias netas por $97.772 millones que contrastan fuertemente con las que logró en igual período del año pasado y que llegaron a los $378.245 millones.
Es decir, entre un balance y otro, Arcor vio cómo su rentabilidad se derrumbó en $280.473 millones, además de haber registrado ventas por $3.509 millones que también son menores a los $3.884 millones que recaudó en el mismo lapso del 2024.
El informe asegura que las ventas en Argentina representaron el 67,8% de las consolidadas del grupo, mientras que las generadas en el extranjero, representaron el 32,2%.
En cuanto al desempeño general de los negocios, se destaca la obtención de un resultado operativo que evidencia un estancamiento en sus negocios ya que este índice es el que mide la rentabilidad de la actividad principal de la empresa, es decir, la diferencia entre los ingresos generados y los costos y gastos operativos, sin incluir elementos financieros o fiscales.
En el período actual, ese número fue de $237.574 millones, equivalente al 6,8% sobre ventas, mientras que en el lapso período del año anterior fue de $234.194 millones, equivalente al 6% sobre ventas.
De todos modos, para el directorio de Arcor se trata de una cifra que "refleja la solidez del modelo de integración vertical de la compañía, una gestión eficiente de costos y el control riguroso de los gastos estructurales".
Por culpa de la devaluación
Con respecto a sus negocios de consumo masivo en Argentina, el reporte observa una importante recuperación en los volúmenes de venta de ciertas categorías de golosinas, chocolates y galletas, mientras que el segmento alimentos mostró una disminución.
Por otro lado, se destaca el incremento en las ventas de las divisiones de Agronegocios y Packaging, lo que permitió alcanzar volúmenes totales superiores a los registrados en el mismo período del año anterior.
La empresa señala además que, como consecuencia de la desaceleración de la inflación y la evolución de la cotización del peso frente al dólar, se produjo durante el 2025 una devaluación en términos reales que ocasionó que los resultados financieros arrojaron una pérdida de $98.698 millones cuando en el mismo período del año anterior este resultado fue una ganancia de $421.751 millones.
Pero a pesar de esta situación, Arcor mantuvo su nivel de inversiones que fueron destinadas, entre otros objetivos, a máquinas e instalaciones por $3.812 millones; muebles, herramientas, vehículos y otros equipos, por $10.093 millones; terrenos y construcciones, por $995 millones; obras en construcción y equipos en tránsito por $135.459 millones, acumulando un total de $150.359 millones.
Para analizar sus planes futuros teniendo en cuenta el actual escenario negativo, el directorio de Arcor anticipa que las acciones de la compañía "continúan alineadas a la visión de ser una empresa líder en alimentos y golosinas en Latinoamérica.
Además, aseguran que seguirán profundizando la visión digital para potenciar los negocios y desarrollar capacidades en tecnología y talento digital y que mantendrán la estrategia de los últimos años, centrada en sus principales negocios como los de Packaging, Agronegocios y Alimentos de Consumo Masivo.
Asimismo, la empresa continuará con su política de priorizar la liquidez, mantener una gestión eficiente del capital de trabajo y una estructura de financiamiento sólida.
El objetivo es el de asegurar el cumplimiento de sus obligaciones, sostener el crecimiento de las operaciones actuales y concretar nuevos proyectos de inversión orientados a la expansión sostenida de sus actividades.
Insistir por Mastellone
Mientras tanto, sus ejecutivos mantienen la esperanza de quedarse con la totalidad del capital de Mastellone Hnos. junto con Danone de Francia, tal como ya lo anunciaron el pasado 28 de abril.
Ese día, ambas empresas comunicaron que hacían uso de la opción de compra y venta de acciones de la dueña de La Serenísima celebrado entre Arcor, Bagley Argentina S.A. y Bagley Latinoamérica S.A. y los accionistas mayoritarios de la láctea.
Para oficializar el deal, se envió una notificación de ejercicio de la opción de compra del 51% del paquete accionario de Mastellone que fue rechazado por los fundadores de la láctea y por el fondo Dallpoint Investment.
Ambos notificaron por escrito su desacuerdo con los términos incluidos en la notificación y en la actualidad, los involucrados continúan ejecutando los mecanismos de resolución previstos en el marco contractual.
Sin embargo, tanto Arcor como Bagley Argentina S.A. y Bagley Latinoamérica S.A., consideran que el precio de ejercicio notificado "se ajusta estrictamente a lo establecido en el mencionado contrato".