Quebró la cadena argentina que hizo famosas las hamburguesas de entraña

Se presentaban como "la cadena argentina que revolucionó el mercado con la hamburguesa de entraña", y sus dueños explicaban que, dentro del negocio de las hamburgueserías no eran una cadena de fast food más.

Nacieron en el 2007, con el auge del fenómeno de las hamburguesas artesanales en Argentina y lograron forjar su propio camino y posicionarse como una de las más grandes y reconocidas del país, gracias a una apuesta audaz y muy local como era la hamburguesa de entraña.

​Se trata de la marca Deniro, que fue impulsada por los socios Nicolás Sánchez y Esteban Siderakis y que tuvo un despegue y expansión explosiva durante la última década, luego de haber inaugurado un pequeño local en el barrio porteño de Belgrano.

El boom del negocio se basó en la estrategia diferencial con respecto al corte de carne usado para elaborar sus productos, con la entraña (skirt steak), como emblema en un sector dominado por el blend de cortes y las técnicas americanas de smash burger.

De esa forma, Deniro decidió utilizar uno de los cortes más emblemáticos de la parrilla, conocido por su sabor intenso, su ternura y su grasa infiltrada que la cadena lo convirtió en el medallón de 200 gramos que los diferenciaría de toda la competencia.

Expansión barrial

El objetivo era ofrecer una "hamburguesa con ADN de asado" que resonara inmediatamente con el paladar local, además de basar su estrategia de expansión llevando esta experiencia gastronómica fuera de los polos de moda como Palermo o Recoleta para establecerse directamente en los barrios.

El objetivo era competir con los negocios locales en lugar de con las grandes cadenas, acercando un producto de calidad a nuevos públicos, una combinación que determinó el rápido éxito de la cadena, cuya expansión se basó en franquicias, llegando a ser catalogada como la cuarta más grande del país por cantidad de locales, con más de 30 a lo largo del país.

​Además, contaba con una planta de producción centralizada que estaba ubicada en Mataderos) desde donde elaboraba y distribuía sus productos que no solamente se limitaban a las hamburguesas, sino también a los panes artesanales, ​los aderezos y salsas especiales que le daban la identidad a varios de sus productos insignias como el combo Gran Deniro, que incluía cheddar, pepino agridulce, cebolla y la salsa especial de la marca.

También la Caprichosa, que llevaba ingredientes contundentes como panceta y cebolla caramelizada; la ​Bien Cheta; la Chingadazo o La Costanera, que combinaban sabores que iban desde el queso azul hasta el guacamole y el jalapeño.

​La marca también complementó su propuesta con sides abundantes (papas grandes) y alianzas con cervecerías artesanales para ofrecer maridajes que realzaran el sabor intenso de la carne de entraña.

En su apogeo, sus dueños llegaron a considerar un ambicioso plan de expansión, enfocándose no solo en crecer en la región del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), sino también en consolidar su "crecimiento federal" en más provincias de Argentina.

Proceso judicial en marcha

Sin embargo, nada de eso ocurrió ni podrá ocurrir si se tiene en cuenta que este miércoles 10 de diciembre, el Juzgado Nacional en lo Comercial Nro. 27, a cargo de María Virginia Villarroel, Secretaría Nro. 54, decretó la quiebra de Deniro Hamburguesería (CUIT 30716119447), y designó al síndico Juan Manuel Ausa para llevar adelante el proceso.

La magistrada dispuso también que los acreedores deberán enviar las peticiones de verificación y los títulos pertinentes justificativos de sus créditos a la casilla de correo electrónico estudioyaryurarivello@gmail.com hasta el 2 de marzo de 2026.

Además, el síndico deberá presentar su informe individual el 16 de abril del 2026 y el general el día 1 de junio de 2026.

Otra de las medidas tomada por la jueza Villarroel es la de intimar a la sociedad y a sus propietarios para que pongan a disposición del síndico la totalidad de los bienes "en la forma que sea más apta para que dicho funcionario tome inmediata y segura posesión de los mismos".

En el mismo sentido, le prohibió a la empresa recibir pagos e intimó a sus dueños para que en el plazo de 48 horas "constituyan domicilio en esta jurisdicción bajo apercibimiento de tenerlo por constituido en los estrados del Tribunal".

Fraude y estafas varias

La cadena llegó a esta instancia luego de una fuerte controversia y un notable declive en los últimos tiempos, involucrando denuncias de estafa, problemas legales, clausuras y la sombra de un posible cese de operaciones en un contexto turbulento.

El principal factor que marcó la caída de Deniro fue el cúmulo de denuncias de fraude y estafa por parte de múltiples franquiciados y proveedores contra los dueños y socios principales de la marca.

Se llegaron a reportar ventas de franquicias a precios elevados en dólares, prometiendo altas rentabilidades y una rápida recuperación de la inversión pero, una vez abiertos, las franquicias se encontraban con un modelo de negocio que, según los denunciantes, no cumplía las promesas, con costos de insumos más altos de lo pactado y un soporte insuficiente de la marca.

Las denuncias también indicaron que los socios habrían emitido cheques sin fondos por montos millonarios (se mencionan cifras de hasta $150 millones) y dejaron a muchos franquiciados sumidos en deudas.

De hecho, algunas víctimas afirmaron que los dueños ofrecían recomprar las franquicias a un monto mucho menor del pagado y, en muchos casos, ni siquiera pagaban las cuotas acordadas.

Clausuras y desobediencia

​A estos problemas financieras y denuncias de estafa, la marca enfrentó graves inconvenientes operativos y legales con las autoridades, como la su planta de Mataderos que fue clausurada al menos cinco veces por orden de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y de la Fiscalía N° 38 debido a diversas irregularidades en su funcionamiento.

A pesar de las sanciones, se denunció que la empresa continuó operando ilegalmente, desobedeciendo las órdenes de las autoridades y conectándose ilegalmente a servicios.

​Antes de la quiebra decretada durante esta jornada, la empresa ya acumulaba demandas judiciales por daños y perjuicios, un estado de cesación de pagos y deudas millonarias a franquiciados y proveedores.

También varios ex empleados han presentado demandas laborales contra la empresa, como la de la ex-encargada Celeste Soledad Costa (mencionada en un documento judicial de agosto de 2025), que demandó a Deniro Hamburguesería S.A.S. y a Isidoro Ángel Siderakis (posible familiar o asociado de Esteban Siderakis) por la falta de registración laboral y diferencias salariales.

Existen además varios expedientes abiertos, como el de Vamaniluma S.A.S C/ DENIRO Hamburguesería S.A.S. Y Otros S/. Beneficio de Litigar Sin Gastos (mencionado en un documento de febrero de 2023), que demuestran la actividad legal en el fuero comercial.