Un problema de salud y 7 años sin diagnóstico médico la llevaron a crear una innovadora startup
La healthtech Cromodata, plataforma de intercambio de datos clínicos reales, concretó en septiembre su primera ronda de inversión pre-semilla por u$s1,2 millones. La operación fue liderada por PharmStars Ventures, fondo respaldado por farmacéuticas globales, junto a Sancus Capital y una inversora ángel del sector salud. Este capital tiene como destino la expansión de su red de centros médicos, el fortalecimiento de su infraestructura de cumplimiento normativo y la apertura de mercados en Brasil y México.
Fundada con el objetivo de integrar datos de instituciones de salud con empresas farmacéuticas, tecnológicas e investigadores, la compañía asegura la anonimización y trazabilidad de la información bajo estándares como HIPAA y GDPR. Según datos de la empresa, América Latina alberga casi el 8% de la población mundial, pero aporta menos del 1% de los datos utilizados para el desarrollo de tecnologías médicas y terapias.
El origen: una falla sistémica y una experiencia personal
El modelo de negocio de Cromodata surge de una problemática estructural del sistema de salud y de la trayectoria de su CEO y cofundadora, Keila Barral Masri. Tras siete años sin diagnóstico médico y con síntomas diversos, ella identificó la fragmentación de la información clínica como una barrera para la atención eficiente.
"Nadie parecía saber qué era lo que tenía. Con el tiempo entendí que no se trataba solo de mala suerte o falta de voluntad médica, sino de un problema estructural que afecta a miles de personas en toda la región", explica a iProfesional.
Esta fragmentación impide que los datos de la región se utilicen para entrenar modelos globales. "Nuestros datos existen, pero no están conectados, no se hablan entre sí y no llegan a donde realmente pueden generar impacto", agrega la ejecutiva.
El equipo fundador se completa con Matías Karlsson, Juan Pablo Merea, COO, quien aporta la experiencia en infraestructura tecnológica y operaciones, y Harry, un perro de alerta médica que asiste a la CEO ante sus episodios de epilepsia refractaria. En sus inicios, la empresa se financió con recursos propios de la fundadora, quien liquidó activos personales para sostener la operación antes de recibir capital externo.
La operación de Cromodata se estructura sobre tres ejes: las instituciones de salud, la industria y los pacientes. Para los centros médicos, la plataforma permite transformar registros clínicos existentes en activos que generan ingresos adicionales, facilitando la reinversión en infraestructura. Para la industria farmacéutica y tecnológica, provee acceso a datos reales y representativos de la región, insumo necesario para validar investigaciones y entrenar modelos de Inteligencia Artificial.
"Cuando los datos de una región no están representados, las soluciones se desarrollan para otros cuerpos, otras enfermedades y otros contextos. Al integrar datos latinoamericanos en la investigación global, Cromodata contribuye a diagnósticos más tempranos, tratamientos más adecuados y sistemas de salud más eficientes", detalla Barral Masri sobre el impacto en los pacientes.
Triple impacto y proyecciones
Actualmente, la empresa opera con más de 47 centros médicos en Argentina, Chile, Uruguay, Perú, República Dominicana y Ecuador. Gestiona un volumen superior a los 20 millones de imágenes médicas y registros clínicos anonimizados. Su tecnología permite la integración de nuevos centros y la generación de datasets curados en plazos reducidos frente a los estándares tradicionales de la industria.
De cara al futuro, proyecta su crecimiento en dos direcciones. Por un lado, la expansión geográfica y la incorporación de nuevas fuentes de datos, como patología digital, laboratorio, genómica y enfermedades raras. Por otro, la respuesta a una demanda internacional creciente por datos diversos para entrenar algoritmos y validar estudios clínicos.
Para finalizar, la ejecutiva enfatiza la viabilidad económica como requisito para el impacto social. "Si una solución no es económicamente viable, tarde o temprano deja de existir. La rentabilidad, en nuestro caso, no va en contra del impacto. Es lo que nos permite escalar".
"El objetivo es que Cromodata se convierta en el hub de datos sanitarios de referencia de América Latina, capaz de sostener investigación de primer nivel", concluye Barral Masri.