• 29/12/2025
ALERTA

Era abogada corporativa súper exitosa pero largó todo para crear un negocio textil muy rentable

Buscaba textiles para su casa, dejó la abogacía y terminó creando una marca que hoy proyecta expandirse a través de franquicias y en la región
29/12/2025 - 07:06hs
Llegó desde Brasil por amor, caminó hoteles con una valija de 40 kilos y armó un negocio exitoso

El amor hizo que Melissa Domit llegara desde Brasil a la Argentina en 2007 a formar su familia y continuar su profesión como abogada corporativa. El matrimonio fue un éxito, está felizmente casada, pero su vida laboral pegó un giro inimaginado: terminó dejando la abogacía para fundar Melissa Domit Home & Hotel, una marca de blanquería de autor que combina estética, funcionalidad y sensibilidad en textiles de alta gama. Con showroom en Olivos, un ticket promedio de $500.000 en su línea hogar y atención directa a más de 300 hoteles en todo el país desde su fundación, el emprendimiento logró crecer incluso durante la pandemia y proyecta ahora su expansión a través de franquicias y mercados regionales.

Detrás de esos números hay una historia que empezó con una sensación de incomodidad. "No me sentía completa laboralmente", reconoce Domit, que en Brasil había trabajado durante más de diez años como abogada en grandes estructuras corporativas y, ya instalada en Buenos Aires, intentó continuar por ese camino. Sin embargo, le reconoció a este medio que algo no terminaba de encajar.

Mientras tanto, y tras mudarse a su casa en Buenos Aires, empezó a buscar manteles, individuales y sábanas que se parecieran a lo que ella entendía como hogar. "Yo quería que mi mesa siguiera siendo alegre, como se vive en Brasil. Quería tener un poquito de Brasil en Buenos Aires", cuenta. Sin embargo, no lo encontró en el mercado local y decidió hacerlo para ella misma.

La decisión de armarse su propio espacio fue el germen de lo que hoy es Melissa Domit Home & Hotel, una marca de blanquería de autor que viste hogares de todo el país y más de 300 hoteles, desde boutiques hasta cinco estrellas, y que combina diseño, personalización y un modelo de negocio pensado con lógica empresarial como cuando trabajaba en Techint.

De todas maneras, la transición no fue abrupta. Entre 2008 y 2009, mientras seguía ejerciendo el derecho, Melissa empezó a investigar el mundo textil: proveedores, talleres, bordadores, telas. "Trabajé más de un año investigando cómo funcionaba el mercado textil argentino. Fui armando una red: un proveedor me llevaba a otro, un taller me recomendaba un bordador", cuenta.

Hay, además, un hilo invisible que conecta su historia personal con el negocio. En diálogo con iProfesional, Domit cuenta que su familia en Brasil también estaba vinculada a la blanquería y que, de algún modo, ese saber quedó incorporado sin que ella fuera del todo consciente. "Yo ya sabía cómo doblar una sábana, cómo armar una cama. Nunca lo pensé, pero algo de eso debía estar guardado", dice. Con el tiempo entendió que no todo había sido aprendido desde cero: parte de su vínculo con los textiles tenía raíces familiares, una herencia silenciosa.

En 2009 fundó formalmente el emprendimiento y, lejos de empezar de a poco, decidió apostar fuerte y en 2010 participó por primera vez en ExpoHotelga, la feria más importante del sector hotelero. "Terminé largando hotelería antes que hogar", cuenta. Su primer cliente fue un hotel que estaba inaugurando en Tucumán y había que diseñar todo desde cero. A partir de allí comenzó un camino largo, literal y físicamente exigente.

"Durante muchos años caminé la ciudad con una valija de muestras que pesaba más de 40 kilos. Subía escaleras, esperaba en recepciones, iba hotel por hotel. Recién hace un año dejé de hacerlo. El cuerpo no dio más", admite.

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Caminó hoteles con una valija de 40 kilos y construyó una reputación basada en servicio y calidad

Ese esfuerzo fue clave para construir lo que hoy es uno de sus mayores diferenciales: la reputación. "En hotelería me conocen como la que soluciona problemas. Cuando hay algo especial, algo difícil, me llaman a mí", dice orgullosa. Hoy, el negocio hotelero representa aproximadamente el 60% de la facturación, aunque con márgenes más ajustados y una lógica de volumen.

Un negocio que creció cuando todos se frenaban

Si la hotelería fue el motor inicial, el hogar se transformó en el gran impulsor de crecimiento a partir de 2020. Antes de la pandemia, la línea hogar existía, pero no despegaba. "Yo mantenía hogar con lo que ganaba en hotelería. No vendía. No entendía si era la ubicación, las fotos, la comunicación", recuerda.

La respuesta llegó a comienzos de 2020, cuando Domit decidió profesionalizar la imagen de la marca y convoca a la stylist y creadora de contenido Carina Michelli para una producción de fotos. La sesión se hizo el 5 de marzo. El 20, el país cerró por pandemia.

"¡Justo a tiempo!", recuerda con efusión "La pandemia me encontró preparada", refuerza. Con hoteles frenados y personas encerradas en sus casas, la marca activó su canal onlineque hoy representa el 70% de las ventas— y reforzó su presencia en redes sociales. A eso se sumó una acción poco convencional: sponsorear clases de baile en vivo por Instagram con el bailarín San Martín "Charly" Dance. "En una sola clase sumamos 2.000 seguidores", recuerda.

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Hoy vende a todo el país, tiene showroom en Olivos y un ticket promedio de $500.000 en hogar

El resultado fue un crecimiento acelerado del negocio de hogar, que obligó a reorganizar la producción y el stock. "Tuve que aprender cómo se repone hogar: qué productos, qué medidas, con qué rapidez", explica. La estructura se apoya en talleres tercerizados, mientras que el equipo propio —comercial y administrativo— está compuesto por cuatro personas.

En 2018 había abierto su primer showroom en Olivos, de apenas 15 metros cuadrados. Hoy el espacio creció a 40 m² de showroom más 40 m² de depósito, y se convirtió en un punto clave tanto para clientes particulares como hoteleros.

El diferencial, asegura, no está solo en el producto sino en el servicio. "Nosotros sabemos qué compró cada cliente, cuándo, en qué medida, en qué calidad. Si vuelve al año o a los dos años, lo asesoramos con información real", detalla. El ticket promedio de compra en hogar ronda los $500.000, con un público mayoritariamente ABC1, aunque aclara que no busca ser una marca inaccesible: "Hay clientes que prefieren comprar una vez algo bueno que dure cinco años".

Las sábanas —confeccionadas con telas importadas de primera línea— son el producto más vendido, seguidas por fundas de edredón y edredones. La personalización es clave: bordados con iniciales, nombres, medidas especiales y piezas diseñadas a pedido. "A la gente le encanta lo personalizado. No es algo argentino, es humano", resume.

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El 70% de sus ventas llegan por canales digitales, tras consolidarse durante la pandemia

Hoy, Melissa Domit Home & Hotel convive con dos verticales claras: hotelería y hogar. Y mira hacia adelante con ambición. "Estamos estudiando franquicias en el interior y también en países limítrofes como Uruguay o Paraguay. El desafío es crecer sin perder la calidad del servicio", explica.

Después de más de 15 años de recorrido, Melissa Domit resume su camino sin épica, pero con convicción. "Hubo mucho esfuerzo, pero también método", dice. Su formación como abogada y su paso por grandes empresas le dieron herramientas para pensar en estructura, riesgos y largo plazo. Hoy, Melissa Domit Home & Hotel combina esa lógica empresarial con una sensibilidad estética personal y se consolida como una blanquería de autor que encontró en la personalización, el servicio y la calidad sostenida las claves para crecer, incluso en contextos adversos.