Grupo brasileño fabricará Reebok en la Argentina

El gigante textil brasileño Grendene concretó su desembarco en la Argentina con la compra del polo textil de la ex Gatic, ubicado en Coronel Suárez y Las Flores.


El anuncio se concretó ayer, en la Casa Rosada: Grendene, a través de su subsidiaria Vulcabras, anunció que invertirá u$s60 millones junto a Indular, hasta ayer la dueña de esas fábricas.

El titular de Indular, Guillermo Gotelli, las habí­a comprado en un remate judicial, en 12 millones de pesos.

Grendene tiene la licencia de la marca Reebok para la región, con la cual aspira a transformar a Coronel Suárez en el principal centro de producción de calzado deportivo: le aseguraron al presidente Kirchner que en diciembre habrán triplicado el ritmo de producción de esa planta, hasta llegar a 12.000 pares por dí­a y 2.300 nuevos puestos de trabajo.

A la vez, agregaron que transformarán la fábrica de Las Flores en la principal productora de indumentaria deportiva de la región.

Durante un cuarto de siglo, entre 1970 y 1995, Alpargatas (Topper y por mucho tiempo también Nike) y Gatic (Adidas y otra decena de marcas internacionales) fueron el Boca-River del calzado deportivo.

Pero cedieron abruptamente mercado ante la crisis financiera de fines de los 90.

Producción
La planta de calzados instalada en Coronel Suárez produce, actualmente, unos 4.000 pares diarios y, hasta el momento, confeccionaba las marcas Signia, Pony y Disney.

El grupo Grendene además de tener la licencia de la estadounidense Reebok para Sudamérica, fabrica calzados sintéticos en siete de sus plantas brasileñas y exporta gran parte de esa producción a la Argentina, Estados Unidos y algunos paí­ses asiáticos.

"Antes de fin de año vamos a fabricar calzados y prendas deportivas en el paí­s. Zapatillas e indumentaria Reebok para empezar", expresaron recientemente desde la compañí­a, que emplea a más de 22.000 personas sólo en Brasil, tiene once fábricas de calzados con una capacidad instalada anual de 176 millones de pares y factura u$s726 millones por año.

Antes de tener en mente los activos de Indular, Grendene cerró un acuerdo con la argentina Alpargatas el año pasado. ¿El objetivo? Que la firma le fabrique la lí­nea completa de calzado vulcanizado (capellada de tela, suela de goma) de la marca Reebok en su planta de Catamarca.

Hoy, un tercio de esos pares que Alpargatas le confecciona a Grendene se vende en el paí­s y el resto se exporta a Brasil y Uruguay.

Licencia
Por su parte, Indular produce zapatillas con licencias de etiquetas extranjeras e indumentaria para terceras marcas como Zara, Mimo, Cheeky, Stone, C&A y Martina di Trento.

Luego de un año de negociaciones, Indular relanzó Pony en el 2002. Administrada por el grupo americano GBMI y operada internacionalmente por un grupo chino, esa marca ya tiene un público cautivo en el paí­s: los adolescentes de clase alta acomodada, además de un local en Palermo Soho.

En febrero último, Indular acordó con el gigante estadounidense de medios y contenidos Walt Disney Corp. Fabricar zapatos, zapatillas, y hasta ojotas con las marcas y los personajes de la empresa.

Los productos de ambas marcas, como también de Signia, se confeccionan en las únicas dos plantas que tiene Indular, la compañí­a que emplea a 800 personas, produce diariamente 6.000 zapatillas, y 1.500 prendas.

Signia es la marca más representativa de Indular, vende 70.000 pares por mes, 15.000 prendas mensuales, y factura $60 millones por año.